Y yo a mí, de Elsa García

277 páginas

Publicado por Ediciones Atlantis 

La familia de Jota no es muy tradicional. 

Tiene una Yaya adorable que no es su abuela, pero que la quiere más que si lo fuera. 

Tiene una hermana que no comparte sangre con ella, pero sí colegio desde niñas. 

Tiene un hermano gay que podría llegar a ser su cuñado, porque resulta que es el auténtico hermano del que podría ser el hombre de su vida. 

A Enzo le ha engañado una mujer que no le merecía y ahora se ha quedado prendado de Jota. 

Pero es que Jota no quiere príncipes, porque ya amó a uno que aseguraba que ella era su princesa, pero sólo consiguió llenar su colorido mundo de sombras. 

Ahora tiene que decidir si Enzo merece un nuevo salto al vacío o no… literalmente. 

Jimena perdió a sus padres siendo demasiado joven, pero ganó una Yaya por el camino, además de a sus inseparables amigos Ga y Nit. 

Con mucho descaro y sin pájaros en la cabeza, aprendió tarde que el amor ciego a veces hace que te des golpes que duelen demasiado por caminar entre tanta oscuridad. Así que cuando el hermano de su querido Gael aparece en la ciudad consiguiendo despertar en ella más que deseo, prefiere no correr demasiado. 

Enzo ha llegado a Madrid con el corazón roto y algo de resentimiento hacia las mujeres, pero la luz de Jimena era un faro que no esperaba encontrar entre tanta sombra. Le da igual que ella parezca no querer a los hombres más que para divertirse, porque sabe que con él nunca se le borraría la sonrisa. 

Pero ¿podrá mantener siempre esa promesa?

Para los que lleváis mucho más tiempo que yo por estos lares, no os extraña que sin saber cómo ni por qué, se establecen relaciones, a veces esporádicas y otras veces duraderas, en torno a la lectura y esta afición nuestra que llena gran parte de nuestro tiempo libre. Yo no conozco a Elsa, la autora de Y yo a mí, pero alguna vez en twitter hemos coincidido y eso hizo que su novela, a la que le ha puesto (y se nota) el alma, llegara a mis manos. Os puedo asegurar que la he leído disfrutando, poco a poco.

Le he dado muchas vueltas a dónde situar esta lectura y al final esos giros narrativos que consigue la autora para acercarnos los sentimientos y pensamientos de los personajes han superado otras carencias que he encontrado en el texto. Me encanta cuando saco frases que tienen fuerza por sí solas y me sorprende cuando los escritores son capaces de hacer eso, de transmitir tanto con solo palabras. Por este motivo, lo mejor de esta novela ha sido su autora y su manera de expresarse.

Narrada en primera persona, en presente y a dos (a veces tres) voces, es una historia directa, a veces divertida, a veces sensual e incluso a veces intensa, sobre la vida de una chica de 27 años, huérfana de padres pero con muy buenos amigos, un trabajo que le encanta, una vida que disfruta al máximo y muchas cosas que contar, y cómo irrumpe en su día un chico guapo, sensible y con el que encaja desde el primer momento. Los personajes son sólidos, tienen fuerza (cada uno la suya), presencia, son cercanos, reales, directos y verdaderos. Este es otro de los valores de esta novela.

Jota es el eje central de la novela, la que une a todos los personajes, que giran en torno a ella aunque en sus propias órbitas. Es verdad que ella no es tan fuerte como parece pero es ingeniosa, divertida, simpática, aparentemente feliz, amiga de sus amigos, guapa, amable, cariñosa... puede parecer que no tenga defectos, pero sí los tienes y es anímicamente frágil, se da tanto que se arriesga a que le hagan daño porque no puede esperar de los demás la misma entrega.  

Enzo es humano, es carnal y también es muy egoísta. No por lo que ocurre dentro de la novela, que también, sino porque no le he visto ningún gesto generoso en toda la lectura.

Se lee muy rápido, puede que demasiado a veces ya que yo he echado de menos algo más de narrativa en algunos momentos, y te deja un pequeño regusto a futuro que intentarás quitártelo con la esperanza de que el bien hacer de la autora nos traiga pronto el antídoto, porque yo he estado tan a gusto entre este grupo de amigos que necesito perdonarles a todos y recuperarme xD

Por cierto, bien el sexo explícito, es directo, limpio, potente y nos acerca a esa manera de relacionarse que tienen ellos como pareja, y entre ellos como amigos. Es genial cuando se consigue ese efecto.

En resumen, una lectura contemporánea, rápida, divertida, intensa, amable, intimista y certera, que me ha traído a un grupo de amigos, con J en la cabeza, entre los que me he sentido muy a gusto y a los que me gustaría ver pronto. Atrévete a descubrir la manera que tiene Elsa de tratar los sentimientos. Va directa a lo que quiere y consigue que te impliques como lector en el texto. Toda una sorpresa.

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