Piso para dos, de Beth O'Leary
Título: Piso para dos
Autor (es): Beth O'Leary
Sello: SUMA
Sello: SUMA
Fecha publicación: 05/2019
Idioma: Español
448 páginas
ISBN: 9788491293071
Temáticas: Literatura contemporánea, Narrativa romántica
Colección: Fuera De Coleccion Suma.
Edad recomendada: Adultos
Tiffy Moore necesita un piso barato, y con urgencia. Leon Twomey trabaja de noche y anda escaso de dinero. Sus amigos piensan que están locos pero es la solución ideal: Leon usa la cama mientras Tiffy está en la oficina durante el día y ella dispone del apartamento el resto del tiempo. Y su modo de comunicarse mediante notas es divertido y parece funcionar de maravilla para resolver las vitales cuestiones de quién se ha acabado la mantequilla y si la tapa del váter debería estar subida o bajada.
Claro que si a eso se añaden exnovios obsesivos, clientes exigentes, hermanos encarcelados por error y, lo más importante, el hecho de que aún no se conocen, Tiffy y Leon están a punto de descubrir que lograr la convivencia perfecta no es fácil. Y que convertirse en amigos puede ser solo el principio...
Como me pasa muchas veces, creo que me gusta más el título original de esta novela: The flatshare, que sería algo así como El piso compartido. Quizás haga más referencia al piso como nexo de unión o de encuentro que a los dos, como pareja romántica de esta historia. Yo me decanto por la primera opción porque, si bien es una comedia romántica donde hay dos personajes que coinciden y se enamoran, el toque feel-good se come a la parte romántica de esta historia y, en eso, el piso es lo que hace de conexión, sobre todo al principio.
No sé si habéis leído algo sobre la autora, pero investigando un poquito, y gracias a lo que aparece en una de las solapas del libro, esta es la primera novela de Beth O'Leary, licenciada en Lengua Inglesa y editora de libros infantiles. Vive en el campo y, según lo que ella dice, escribió este libro en el tren de ida y vuelta del trabajo, y benditos viajes, creo que supo sacarles mucho partido. Creo que esto dice mucho de ella y de sus próximas novelas.
La novela, a partir de una estructura sencilla y en cierta manera original, está escrita en primera persona y está dividida en ocho grandes bloques que llevan una línea temporal continua (febrero, abril, mayo, julio, agosto, septiembre, octubre y septiembre). Tenemos, en principio, tres líneas argumentales diferentes y que casi podrían ser historias paralelas, o distintas, siendo su único nexo el piso. Por un lado tenemos la historia de Tiffy, su reciente ruptura, de la que no está recuperada, su trabajo, sus expectativas en la vida y sus amigos; por otro lado está León, con su pareja, su trabajo que ocupa sus noches y define lo que es, y además con su hermano como otro pilar importante de su vida; y la tercera trama son ellos y esa convivencia vía notas que tienen, ellos comparten entorno pero no coinciden. Las tres historias avanzan de manera paralela y no se llegan a cruzar hasta que ya estamos tan metidos dentro de cada una que se hace natural esa confluencia. Esto ocurre más o menos cuando llevas un 20% leído.
—No de trata de compartir piso, TIFF, es compartir cama. Compartir cama es raro —dice Mo con preocupación
Curiosamente el libro comienza de una manera que no esperaba; yo creía, porque "voy de lista" en esto de las comedias románticas, que iba a encontrarme con un chico y una chica, que se iban a llevar mal, que se pelearían, que se comunicarían a través de notitas y que ahí estaría la diversión de la lectura. No es que en parte no sea así, pero tampoco lo es en su conjunto; sí que tenemos un chico y una chica, sí que viven juntos pero no coinciden, sí que se hacen amigos, sí que se encuentran y sí que se descubren desde esa amistad que la confianza proporciona y desde esa comprensión que alguien cercano puede aportarte. La situación de cada uno de ellos suscita tu interés mientras lees, te invita a seguir leyendo, y el no saber qué ocurrirá y cómo ocurrirá, ayuda a disfrutar de esta lectura.
Como ya os he dicho, cuando has avanzado en la lectura las historias empiezan a entrecruzarse. Es verdad que esa forma de estar separadas al principio puede hacer que a algún lector le cueste engancharse pero a partir de esa unión va todo más fluido y la lectura se precipita, no por la historia, que está muy bien construida y llevada, sino más por la lectura, que se termina de un tirón. A mí, personalmente, esa forma que tiene la autora de reproducir los diálogos, sobre todo los de Leo, me ha resultado muy personal y diferente. Casi parecían guiones, la verdad.
Yo: Es diferente. No tengo por qué ver a Tiffy. En realidad, nos limitamos a dejarnos notas.El señor Prior asiente con aire pensativo.Señor Prior: El arte de escribir cartas. Una carta es algo profundamente... íntimo, ¿no te parece?
Tiene algo de epistolar que engancha. Las notas forman parte de sus comienzos y aportan un toque tierno, incluso romántico, y muy cercano a los personajes. Personajes de los que te acabas enamorando un poquito, a pesar de esa forma alocada de ser de Tiffy, que hace cosas sin pensar, pero que no deja de parecer cariñosa, tierna, divertida; y a pesar de que León es callado y raro, porque acabas disfrutando de su tranquilidad y de su gran sensibilidad para con los demás.
El resto de personajes completa la historia y estoy convencida de que cada lector tiene a su favorito. Yo, personalmente, creo que me quedo con el hermano de Leo, aunque la forma de ver la vida de la amiga abogada de Tiffy me hace dudar.
A la gente le cuesta entender que la cuestión no es si van a morir o no; los hospitales de cuidados paliativos no son simplemente lugares donde ingresas para agonizar lentamente. En nuestros pabellones hay más personas que sobreviven y reciben el alta que personas que mueren. Se trata de encontrarse a gusto en el transcurso de algo irremediable y doloroso. De hacer más llevadero el trance.
Son personajes muy tiernos, y muy reales, cada uno con su pasado, con sus fantasmas, pero nos muestran su cara positiva, su vivir la vida, de tirar hacia delante; de ahí que el feel-good esté muy presente. Aún teniendo historias sencillas, no dejan de ser de personajes que todos podríamos conocer, y querer.
Es curioso hasta qué punto puedes llegar a conocer a alguien por el rastro que deja
A menudo pienso que debe resultar muy agotador ser Tiffy. Da la impresión de gastar una gran cantidad de energía incluso a la hora de redactar notas. No obstante, es bastante alentador encontrarlas al llegar a casa.
Me gusta el tono en el que está escrito, cómo van sucediéndose los meses, los diálogos entre ellos, las situaciones que se provocan, los pequeños gestos que tienen el uno con el otro; y me pregunto si en inglés me gustaría más. Creo que sí, es una pequeña intuición; tengo la sensación de que en inglés tendría un tono más cercano ese humor serio, irónico, pero amable y directo, y con mucho más fondo del que aparenta.
En definitiva, me ha resultado una comedia romántica muy entretenida sobre el encuentro de dos personas, sobre lo importante que es quererse a uno mismo y estar con alguien que sepa valorar lo que eres y lo que te hace feliz. Es una novela sobre la esperanza, sobre la confianza, sobre no rendirse, sobre la amistad que complementa y no anula, y, por qué no, sobre el amor. Es muy fácil de leer. No tiene unas grandes partes románticas, no te saca una lagrimita y no te estruja el corazón, pero no creo que sea ese el objetivo de la historia, simplemente te deja muy buenas sensaciones porque sí existe la felicidad; de ahí que huela a feel-good.
Un pequeño apunte: es curioso lo de los zorros; hace poco he visto una serie (Fleabag) donde un personaje ve zorros por todas partes, así que mi pregunta es ¿en Londres se ven zorros? Lanzo la pregunta al abismo sin esperar una respuesta certera.
Como me pasa muchas veces, creo que me gusta más el título original de esta novela: The flatshare, que sería algo así como El piso compartido. Quizás haga más referencia al piso como nexo de unión o de encuentro que a los dos, como pareja romántica de esta historia. Yo me decanto por la primera opción porque, si bien es una comedia romántica donde hay dos personajes que coinciden y se enamoran, el toque feel-good se come a la parte romántica de esta historia y, en eso, el piso es lo que hace de conexión, sobre todo al principio.
No sé si habéis leído algo sobre la autora, pero investigando un poquito, y gracias a lo que aparece en una de las solapas del libro, esta es la primera novela de Beth O'Leary, licenciada en Lengua Inglesa y editora de libros infantiles. Vive en el campo y, según lo que ella dice, escribió este libro en el tren de ida y vuelta del trabajo, y benditos viajes, creo que supo sacarles mucho partido. Creo que esto dice mucho de ella y de sus próximas novelas.
La novela, a partir de una estructura sencilla y en cierta manera original, está escrita en primera persona y está dividida en ocho grandes bloques que llevan una línea temporal continua (febrero, abril, mayo, julio, agosto, septiembre, octubre y septiembre). Tenemos, en principio, tres líneas argumentales diferentes y que casi podrían ser historias paralelas, o distintas, siendo su único nexo el piso. Por un lado tenemos la historia de Tiffy, su reciente ruptura, de la que no está recuperada, su trabajo, sus expectativas en la vida y sus amigos; por otro lado está León, con su pareja, su trabajo que ocupa sus noches y define lo que es, y además con su hermano como otro pilar importante de su vida; y la tercera trama son ellos y esa convivencia vía notas que tienen, ellos comparten entorno pero no coinciden. Las tres historias avanzan de manera paralela y no se llegan a cruzar hasta que ya estamos tan metidos dentro de cada una que se hace natural esa confluencia. Esto ocurre más o menos cuando llevas un 20% leído.
No sé si habéis leído algo sobre la autora, pero investigando un poquito, y gracias a lo que aparece en una de las solapas del libro, esta es la primera novela de Beth O'Leary, licenciada en Lengua Inglesa y editora de libros infantiles. Vive en el campo y, según lo que ella dice, escribió este libro en el tren de ida y vuelta del trabajo, y benditos viajes, creo que supo sacarles mucho partido. Creo que esto dice mucho de ella y de sus próximas novelas.
La novela, a partir de una estructura sencilla y en cierta manera original, está escrita en primera persona y está dividida en ocho grandes bloques que llevan una línea temporal continua (febrero, abril, mayo, julio, agosto, septiembre, octubre y septiembre). Tenemos, en principio, tres líneas argumentales diferentes y que casi podrían ser historias paralelas, o distintas, siendo su único nexo el piso. Por un lado tenemos la historia de Tiffy, su reciente ruptura, de la que no está recuperada, su trabajo, sus expectativas en la vida y sus amigos; por otro lado está León, con su pareja, su trabajo que ocupa sus noches y define lo que es, y además con su hermano como otro pilar importante de su vida; y la tercera trama son ellos y esa convivencia vía notas que tienen, ellos comparten entorno pero no coinciden. Las tres historias avanzan de manera paralela y no se llegan a cruzar hasta que ya estamos tan metidos dentro de cada una que se hace natural esa confluencia. Esto ocurre más o menos cuando llevas un 20% leído.
—No de trata de compartir piso, TIFF, es compartir cama. Compartir cama es raro —dice Mo con preocupación
Curiosamente el libro comienza de una manera que no esperaba; yo creía, porque "voy de lista" en esto de las comedias románticas, que iba a encontrarme con un chico y una chica, que se iban a llevar mal, que se pelearían, que se comunicarían a través de notitas y que ahí estaría la diversión de la lectura. No es que en parte no sea así, pero tampoco lo es en su conjunto; sí que tenemos un chico y una chica, sí que viven juntos pero no coinciden, sí que se hacen amigos, sí que se encuentran y sí que se descubren desde esa amistad que la confianza proporciona y desde esa comprensión que alguien cercano puede aportarte. La situación de cada uno de ellos suscita tu interés mientras lees, te invita a seguir leyendo, y el no saber qué ocurrirá y cómo ocurrirá, ayuda a disfrutar de esta lectura.
Como ya os he dicho, cuando has avanzado en la lectura las historias empiezan a entrecruzarse. Es verdad que esa forma de estar separadas al principio puede hacer que a algún lector le cueste engancharse pero a partir de esa unión va todo más fluido y la lectura se precipita, no por la historia, que está muy bien construida y llevada, sino más por la lectura, que se termina de un tirón. A mí, personalmente, esa forma que tiene la autora de reproducir los diálogos, sobre todo los de Leo, me ha resultado muy personal y diferente. Casi parecían guiones, la verdad.
Como ya os he dicho, cuando has avanzado en la lectura las historias empiezan a entrecruzarse. Es verdad que esa forma de estar separadas al principio puede hacer que a algún lector le cueste engancharse pero a partir de esa unión va todo más fluido y la lectura se precipita, no por la historia, que está muy bien construida y llevada, sino más por la lectura, que se termina de un tirón. A mí, personalmente, esa forma que tiene la autora de reproducir los diálogos, sobre todo los de Leo, me ha resultado muy personal y diferente. Casi parecían guiones, la verdad.
Yo: Es diferente. No tengo por qué ver a Tiffy. En realidad, nos limitamos a dejarnos notas.El señor Prior asiente con aire pensativo.Señor Prior: El arte de escribir cartas. Una carta es algo profundamente... íntimo, ¿no te parece?
Tiene algo de epistolar que engancha. Las notas forman parte de sus comienzos y aportan un toque tierno, incluso romántico, y muy cercano a los personajes. Personajes de los que te acabas enamorando un poquito, a pesar de esa forma alocada de ser de Tiffy, que hace cosas sin pensar, pero que no deja de parecer cariñosa, tierna, divertida; y a pesar de que León es callado y raro, porque acabas disfrutando de su tranquilidad y de su gran sensibilidad para con los demás.
El resto de personajes completa la historia y estoy convencida de que cada lector tiene a su favorito. Yo, personalmente, creo que me quedo con el hermano de Leo, aunque la forma de ver la vida de la amiga abogada de Tiffy me hace dudar.
El resto de personajes completa la historia y estoy convencida de que cada lector tiene a su favorito. Yo, personalmente, creo que me quedo con el hermano de Leo, aunque la forma de ver la vida de la amiga abogada de Tiffy me hace dudar.
A la gente le cuesta entender que la cuestión no es si van a morir o no; los hospitales de cuidados paliativos no son simplemente lugares donde ingresas para agonizar lentamente. En nuestros pabellones hay más personas que sobreviven y reciben el alta que personas que mueren. Se trata de encontrarse a gusto en el transcurso de algo irremediable y doloroso. De hacer más llevadero el trance.
Son personajes muy tiernos, y muy reales, cada uno con su pasado, con sus fantasmas, pero nos muestran su cara positiva, su vivir la vida, de tirar hacia delante; de ahí que el feel-good esté muy presente. Aún teniendo historias sencillas, no dejan de ser de personajes que todos podríamos conocer, y querer.
Es curioso hasta qué punto puedes llegar a conocer a alguien por el rastro que deja
A menudo pienso que debe resultar muy agotador ser Tiffy. Da la impresión de gastar una gran cantidad de energía incluso a la hora de redactar notas. No obstante, es bastante alentador encontrarlas al llegar a casa.
Me gusta el tono en el que está escrito, cómo van sucediéndose los meses, los diálogos entre ellos, las situaciones que se provocan, los pequeños gestos que tienen el uno con el otro; y me pregunto si en inglés me gustaría más. Creo que sí, es una pequeña intuición; tengo la sensación de que en inglés tendría un tono más cercano ese humor serio, irónico, pero amable y directo, y con mucho más fondo del que aparenta.
Yo estoy leyéndola y me está gustando . Lo de los zorros también me llamó la atención!
ResponderEliminarMuy buena reseña ��
Hola, no me acuerdo si ya había visto este libro pero tú reseña hizo que me llame la atención.
ResponderEliminarSi no entendí mal ellos comparten la cama también?! Eso se me hizo muy loco y me da mucha curiosidad como se desarrolla la trama con la notas.
Tiene buena pinta, de esos que te lees para relajarte un poco y como dices terminan por dejarte un buen sabor.
Besos!
Jo, lo vi creo que en Edición Anticipada y al final lo dejé pasar porque no me acabó de convencer, pero luego he visto que está gustando mucho. Me alegra que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminarRespondiendo a tu pregunta, sí, en Londres se ven zorros por todas partes. Quizá no en las calles del centro, claro, pero en los barrios residenciales es muy habitual. Yo viví varios años en un barrio de las afueras y se veían día y noche. Más monos...
Hola
ResponderEliminarTenía que venir a ver que te pareció porque a mi me conquistó con completo, creo que rescata el verdadero espíritu del chick lit y me encantó por eso.
Con respecto a los zorros he escuchado que hay muchos, y supongo que la autora lo refleja como algo que es
Un bes💕
No sabría decir si es una novela de las mías, pero lo cierto es que me parece un argumento interesante y podría ser una lectura ideal para el verano. Por el título no me atraía en absulto, pero tu reseña me ha despertado la curiosidad. Un saludo!
ResponderEliminarPues este finde lo vi en la casa del libro y me acordé de ti, no pinta nada mal, lo tendré en cuenta guapa, muy buen post como siempre
ResponderEliminarMe he quedado con las ideas más o menos del nexo común y de las líneas paralelas, pero no quiero seguir leyendo hasta que lo haya leído porque luego si sé que intercambiaremos opiniones, y lo sabes ;)
ResponderEliminarB7s
hola,
ResponderEliminarya lo tengo apuntado, a ver cuando cae
Gracias por la reseña
Besotess
Está en mi lista, a ver cuando puedo.
ResponderEliminarBuena reseña
Estoy segura de que disfrutaría ese tono feel good
ResponderEliminarBesos
Pese al toque feel good que tiene la novela, no me termina de convencer lo que nos cuentas en tu reseña. Besos.
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