La hora de las mujeres sin reloj, de Mamen Sánchez

265 páginas

Publicado por Editorial Espasa

Mamen Sánchez ha vuelto a hacerlo; una irresistible combinación de humor y sensibilidad sostiene una trama tan original como absorbente: sus protagonistas son el inquieto e hipersensible Tony Cienfuegos y Estela Valiente, que, haciendo honor a su apellido, ya desde niña era tan intrépida como inteligente.
Los dos amigos están unidos por el amor común a la literatura. Ambos inician con idéntica ambición su carrera de escritores bohemios en los años sesenta, pero será ella, sobre todo, la que consiga que su única novela, De puertas adentro, le valga el reconocimiento universal y el Premio Nobel de Literatura, lo que la convierte en el mito viviente de las letras españolas y le acarrea tanto devotos como adversarios.
La acción comienza cuando, ya en nuestros tiempos, la joven y ambiciosa periodista Maya Millás decide trasladarse a Los Rosales, pues está obsesionada con escribir la biografía definitiva sobre Estela, con arrojar luz sobre los no pocos puntos oscuros de su biografía: ¿por qué se retiró cuando estaba en la cima de su gloria? ¿Sería cierto que solo había escrito una novela? ¿Qué provocó que se distanciara de su íntimo amigo Tony Cienfuegos?

Tercera novela que leo de esta autora y reconozco que es la que más me ha gustado. No sé si es porque estaba erróneamente condicionada por la portada que me insinuaba una historia amable, simpática y tierna, o porque el giro de realidad entre tanto personaje aparentemente entrañable me ha sorprendido lo suficiente para que disfrute mucho más de la lectura.

Con esa manera tan adecuada, fácil y descriptiva que tienen Mamen Sánchez de contar sus historias, envolviendo el texto de buenas vibraciones, comienzas esta lectura un poco desubicada, intentado ver por dónde nos va a salir el hilo argumental, y te das cuenta de que el valor de esta novela es que contiene mucho más de lo que parece, porque no solo hay pasado, con tintes de intriga, también hay amor, en muchas variantes, hay historia (no tan lejana a nuestro tiempo), hay realidad, hay familia, hay consecuencias y, sobre todo, hay libros. Los libros son la atmósfera en la que se mueve todo y a todos, así que podemos colocar esta novela dentro de ese subgénero de metaliteratura del que ya hemos hablado en publicaciones anteriores.

Me gusta que nos presente a dos hermanas octagenarias nada convencionales, que hable del sentido de la fama, en este caso literaria, que hable de ambición, que hable de consecuencias por escribir una novela que vale un nobel y mucha censura, que hable de dictadura, aunque sea solo a modo circunstancial, que hable de amor pasional, amor físico, amor fraternal y amor vital, que hable de muerte, de vicios, de despojos... habla de muchas cosas distintas. Supongo que cada lector se fijará o centrará más en alguna de ellas por cercanía o empatía. Esto es en parte consecuencia de ser una novela coral.

Es verdad que pueden llegar a incomodar esos saltos temporales narrativos en los se estructura la trama, pero creo que es justo el efecto buscado para que no demos nada por seguro mientras vamos descubriendo poco a poco qué y cuándo ocurrió todo, y cómo llegamos a donde estamos. Os recuerdo que la novela comienza en el presente cuando una joven y aguerrida periodista intenta conseguir una biografía autorizada de la única mujer española que consiguió el premio nobel de literatura por una novela que publicó hace muchos años y que incluso la llevó a la cárcel varios meses.

Maravillosos personajes creados. Son tan reales que a veces los abrazarías. Creo que dice mucho sin decirlo, nos trata de lectores inteligentes y eso me gusta. Me gusta mucho. 

Aparentemente son personajes pequeños, pero en realidad son enormes. Es una novela de la que podría estar hablando durante horas, de las cosas que me gustaron más y las que me gustaron menos, que también las hay, porque cada lector tiene sus preferencias a la hora de juzgar una historia, pero eso no ha hecho menguar, para nada, mi opinión sobre este libro.

He leído en alguna otra opinión, y al final de la novela la autora también habla de ello, que la relación entre Estela Valiente y Toni Cienfuegos tiene mucho de Truman Capote y Harper Lee. Si os entra curiosidad, buscad en internet y lo entenderéis. Yo me confieso ignorante en este tema así que no he podido apreciar esa parte pero os aseguro que esto no ha hecho que comprenda menos esa conexión especial entre Estela y Toni; incluso, podría ser que la haya vivido de una forma más nítida y sin interferencias. Es posible.

Si te animas con ella, no esperes una novela en la misma línea que otras de esta autora, aunque el entorno, y ese toque incluso de humor del que rodea a Estela y Alicia, nos lo recuerda. Tiene la patena literaria con la que suele pintar sus novelas, se nota que es suya (humildemente lo digo porque solo he leído dos más de ella). Como ya os he dicho al comienzo de esta publicación, me ha gustado mucho porque no me la esperaba así, y cuando me sorprenden la historia se viene conmigo después de terminar.

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