La culpa de Till, de Laura Sanz

533 páginas
Autoeditado
Till Landvik era la oveja negra de la familia, al menos lo había sido. Siete años después de huir y dejar a todos en la estacada, regresa por fin para expiar su culpa... Y la encuentra a ella, ¿la mujer equivocada o la horma de su zapato?
Solo iba a ser una noche, algo puramente carnal, pero sus caminos empezaron a cruzarse una y otra vez en una suerte de absurda casualidad. España, Alemania, México… ni siquiera diez mil kilómetros parecían ser distancia suficiente para mantenerlos alejados, a pesar de que después de cada encuentro, las heridas eran cada vez mayores y resultaban más difíciles de cerrar.

Esta es la tercera y última entrega de LOS HERMANOS LANDVIK (lo pongo en mayúscula porque los tres hermanos se lo merecen, aunque sea por los buenos ratos que nos ha hecho pasar este trío, que a estas alturas ya no recuerdo si nos alemanes, noruegos o mallorquines, pero vikingos son un rato, eso seguro). Sé que esta última entrada debo usarla para hablar de La culpa de Till pero es que es imposible separarla de las dos anteriores. Los que conocéis a la autora habéis oído esto alguna vez, y comparto su opinión desde el principio: Cas, el hombre literario cuasi-perfecto, es el prólogo; Jan, con esa fuerza interior y ese peso sobre sus hombros, es la historia; y Till, este Till, el hermano pequeño, el culpable de que sus hermanos sufran para acabar consiguiendo su felicidad, es el epílogo. Para mí es así de sencillo. Aunque mi favorita sigue siendo Jan, lo reconozco, ¿qué puedo destacar de La culpa de Till?... pues vamos a ver si soy capaz de hacerme entender...

Ha sido más romántica que las dos anteriores, centrando la trama casi exclusivamente en la historia de amor de ellos. Es cierto que necesitábamos algo así para redimir al pequeño de los Landvik tras más de mil páginas con las consecuencias de sus errores, cosa que se consigue de sobra, aunque su penitencia es a veces más dura de lo que podríamos esperar, al menos a nivel de sentimientos.

Os puedo hablar de la estructura narrativa, uno de los puntos más interesantes gracias a la forma en la que Laura ha planteado la acción, o de los distintos escenarios en los que la sitúa, ampliando gratamente el horizonte de estas novelas, que prácticamente se desarrollaban en un único sitio. Pasamos por la fría Noruega (dime que era Noruega porque ahora no lo recuerdo muy bien... ay, esta memoria lectora mía que a veces juega conmigo), la cálida Baja California, en México y el hogar, el lugar al que pertenecen todos, Mallorca, ese sitio en el que se encuentran seguros, donde está la familia. Para lo primero, al final es tan sencillo como leer el índice y ver que se divide en CINCO encuentros, y para lo segundo debéis leer la novela, no hay otra manera.

Con menos acción y más narración, y centrándonos en el alma de los personajes, Laura consigue una historia dividida en encuentros (lo dicho, maravillosa forma de estructurar esta historia de amor) a través de los que conseguimos acercarnos a él, sufrir con él y enamorarnos de él. Ella es el contrapunto necesario a todo. Digamos, a modo algo enigmático, que Till se redime en ella, aunque es ella el personaje que más evoluciona a lo largo de toda la novela... ha sonado extraño, lo sé, pero no quiero decir mucho más. Por cierto, Laura nos regala (porque son un regalo) encuentros entre ellos dulces, difíciles, sensuales, fuertes y que no se olvidan fácilmente; depende del momento en el que se encuentren ambos personajes.

Confieso que no era la historia que me esperaba (¡menos mal!). Mi error fue pensar que él volvería, intentando encontrar su sitio con su familia, coincidirían, habría rifi y rafe, tensión sexual y chimpúm... y no ha sido así. Debería confiar más en los autores que ya conozco y en su capacidad de creación...

Aunque son historia en sí independientes, no leas La culpa de Till sin haber leído las anteriores (La historia de Cas y La lucha de Jan), así entenderás mucho mejor a los personajes y adorarás cuando Cas o Jan aparezcan... que sí, que también aparecen ellas pero no vamos a engañarnos a estas alturas de la película, ELLOS son los que importan en todo esto. El porqué de muchas de las actitudes que vemos vienen de ahí así que ese es mi pequeño consejo: en orden, mucho mejor. Para mí, es esencial.

Solo quería decir que me he encontrado con un Till maduro, consecuente con sus actos, con sus decisiones, inseguro a veces pero no tanto como podría parecer, guapo a rabiar, sensual, sincero y valiente, porque él es el valiente en todo esto. A ella la tendréis que descubrir porque forma parte de la intriga de la historia y desvelaría demasiado; sí os puedo decir que creo que sorprenderá y a algunos lectores puede que nos les llegue a gustar del todo. Yo creo que ha sido un gran personaje, muy real y muy veraz.

Sé que no he dicho nada que no se haya dicho antes sobre esta historia, pero no cabía ser original en estos momentos. Laura consigue un buen cierre para esta historia que comenzó con Cas (nuestra Bella y Bestia) y se graduó con Jan (nuestro luchador fiel y honorable, y su Blancanieves). Esta trilogía es su apuesta por la importancia del amor, de la familia y de ser fiel a uno mismo, con un aire a lo Carpe Diem y una reivindicación a los finales felices.

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