Las hijas del agua, de Sandra Barneda

554 páginas
Publicado por Suma de libros

Una hermandad secreta de mujeres, una joven elegida para proteger un legado escrito en el agua.

Sandra Barneda construye en un magistral juego de personajes reales y ficticios una novela que explora los territorios del deseo femenino y que sorprende por su honestidad y belleza. 

«Detrás del miedo está el mundo que deseas». 

Venecia, 1793. Arabella Massari contempla desde su palacio la llegada de los invitados. Ha organizado una gran fiesta de máscaras. Entre los asistentes se encuentra Lucrezia Viviani, la hija del mercader Giuseppe Viviani, que acude con su padre para conocer a su futuro marido. 

Lucrezia no está dispuesta a casarse con un hombre que detesta y hará todo lo posible por impedir la boda. Arabella descubrirá en ese festejo que esa joven tímida es la elegida para mantener el legado de las Hijas del Agua, una hermandad secreta de mujeres que luchan por ser libres. 

Las Hijas del Agua rescata del olvido a aquellas que lucharon para que fuéramos libres.

Hace tiempo empecé a leer la novela por la que Sandra Barneda se había hecho conocida a nivel literario, Reír al viento, pero quizá porque no era el momento adecuado para una historia de ese tipo, no la terminé. Esto es algo poco habitual en mí pero es que no conseguía engancharme y se me hacía algo cuesta arriba. Como era algo derivado de la historia que me contaba y no del estilo narrativo de la autora, cuando surgió la posibilidad de resarcirme con esta autora no la dejé escapar... bueno, y la suerte que tuve por ser una de las ganadoras del sorteo y lectura conjunta organizada por Laky y Albanta.

Las hijas del agua es una novela ambientada a finales del siglo XVIII en Venecia, casi al final de su época como República Veneciana, justo cuando iniciaba su guerra contra Túnez y en el momento en que se desata la Revolución Francesa, con Napoleón a la cabeza. La novela tiene una fuerte presencia de personajes históricos, así que el último Dux de la República, Ludovico Manin, es uno de los personajes que forman parte de esta novela coral, en la que las mujeres son el eje central de la acción, tanto las reales como las ficticias, necesarias para dar sentido a la trama creada por su autora.

Aunque me costó un poco centrarme en la historia porque no conseguía vislumbrar el camino hacia donde la narradora me llevaba, con el añadido de la dificultad que implicaba el gran número de personajes, reconozco que cuando lo conseguí disfruté mucho de esta especia de aventura, que se desarrolla en un lugar tan especial como decadente, en el que parece que se une lujo, placer, traición, poder, muerte y violaciones.

Es indudable el magnífico trabajo de investigación y ambientación realizado en esta novela, con personajes históricos mezclados con ficticios, y todo a modo de homenaje para tantas mujeres que rompieron de una u otra manera con lo establecido por género y época, buscando un futuro mejor, o simplemente sobrevivir. Cada vez que aparecía un nuevo nombre, animada por mi curiosidad por conocer, me ponía a buscar si había existido. De esta manera acabé descubriendo, aunque sea de manera testimonial, mujeres tan increíbles como Mary Wollstonecraft, Elisabetta Caminer, Madame Roland, María Josefa Pimentel y Téllez-Girón entre otras muchas que aparecen en mayor o menor medida a lo largo de toda la historia.

En medio de esta época de cambios, con la Revolución Francesa como un murmullo lejano pero teniendo consecuencias cercanas, nos adentramos en una intriga de poder, ambición, peligro, muerte, venganza, deseo y familia, entre una sociedad secreta de mujeres y la familia del Dux de Venecia. A lo largo de catorce capítulos, algo extensos y encabezados por citas de diversas mujeres y algún personaje literario (la cita de Elizabeth Bennet me sorprendió), más un pequeño epílogo, conoceremos a Arabella, Lucrezia, Felizzia, las Foscas, Antonella, Chiara, Elisabetta y alguna otra, y su aventura para protegerse, simplemente sobrevivir o vivir, y para mantener en secreto a la hermandad de Las hijas del agua. 

Otro punto a destacar, al menos para mí lo ha sido, es el buen acierto narrativo del texto. Esa mezcla descriptiva, con un gran número de términos italianos, nos sumerge en La Serenísima y esa caída fastuosa que presenciamos. Ya no hay cortesanas pero sí prostitutas, la vida no tiene valor para una parte de la población, el poder lo es todo, el engaño, las conexiones y las mujeres siguen siendo un instrumento para disfrute de los hombres, aunque algunas intentan cambiar eso.

A veces envidio a los que viven en la ignorancia, mi querida Elisabetta. El saber, en ocasiones, nos acobarda.

Creo que Sandra Barneda consigue lo que pretendía con esta novela; que leamos una aventura por seguir adelante y conseguir sobrevivir, situada en un lugar increíble como es Venecia, ciudad en la que se une amor, lujo, decadencia y depravación, con mucho de verdad y mucho de pasado; que conozcamos a esas heroínas que supieron luchar por ellas y, en cierta manera, por nosotras y nuestra libertad, sin dejar que contarnos una historia, con buenos y malos, no tan buenos y no tan malos; y nos deja con la duda de que podría haber sido verdad todo lo que cuenta.

Por cierto, he echado de menos al final de la novela alguna palabra de la autora hablando de su experiencia al escribir esta historia, sobre lo que es real y lo que no, sobre de dónde surgió, cómo llegaron esos personajes a ella... no sé, creo que hubiera agradecido algo así. Cada vez me gusta más leer esa parte que me acerca al autor y a su proceso creativo. 

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