La solterona, de Jana Westwood #PremioLiterario2018

Formato: ebook / tapa blanda
Tamaño del archivo: 411 KB

Longitud de impresión: 242

Idioma: Español

ASIN: B07F5XP9YSEn 

1878 Elizabeth Downton es ya una solterona. Tiene treinta años y ninguna expectativa romántica. Aun así Elizabeth no es una mujer amargada, acepta el destino que le ha tocado y disfruta de las cosas sencillas de la vida. 

Elizabeth tiene un potente aliado en su hermano pequeño, Dexter, que es el único que la conoce realmente y con el que siempre puede ser ella misma. 

Galen Cook es el hijo de lord Cook, un hombre acostumbrado a que se haga su santa voluntad. Pero Galen es también el mejor amigo de Dexter y el único que conoce la desconcertante costumbre de Elizabeth de subirse a los árboles...

Ay, septiembre ya está aquí y yo todavía con las lecturas de agosto, intentando ponerme al día. ¡Qué le voy a hacer!

Esta vez vengo con una novela que, casi sin pretenderlo, me ha gustado muchísimo por su forma de contarme una historia tan victoriana y tan atípica a la vez. Quizá es demasiado corta, pero guarda el estilo y el tono de las novelas escritas a finales del siglo XIX, aunque sea solo en las maneras de trazar la historia, en la forma de expresar los sentimientos, centrándose más en los hechos y dejando al lector la libertad de juzgarlos.

Si leéis la sinopsis veréis que estamos en 1878, en el Londres victoriano por excelencia, con nuestra protagonista, Elizabeth Dowton, Lizzy para los amigos, una mujer de 32 años, soltera, huérfana de madre y de madrastra, que vive con su huraño y distante padre, y tiene un hermano mayor, casado y manejado por su esposa, y un hermanastro más joven que ella, al que adora, que está estudiando fuera y que es casi la única alegría que se permite. Aun así, ella es feliz a su manera e intenta ver el lado positivo a todo, pero siempre juzgando desde su inteligencia que, aunque escondida por requisito de la sociedad, ahí está y es lo que le permite seguir adelante ante todos los problemas. En esas estamos cuando nuestra "solterona" se encuentra con el mejor amigo de su hermanastro y se desencadena todo.

Me ha parecido una historia aparentemente sencilla, con una protagonista única, esa mujer que acepta los designios, sean buenos o sean malos, que le llevan por el camino que es su propia existencia, pero con la cabeza siempre alta, sin amilanarse y con la férrea educación de la sociedad a la que pertenece. Por esto, y por su manera de enfrentarse cuando puede a lo que entiende como injusto, es un personaje que me ha ganado y que considero muy sólido y atractivo.

Por otro lado, es verdad que, como ocurre en las novelas de esta época, o incluso en las anteriores (no me puedo olvidar de Jane Austen), no nos encontramos con un amor intenso, desbordante, increíble, ni con grandilocuentes escenas de amor eterno, pero no por ello lo sentimos menos fuerte. Es un amor que entendemos por los breves momentos que nos permite el autor compartir con los protagonistas y por los actos que ellos realizan como consecuencia de esos sentimientos. En realidad, la novela no deja de ser una historia de amor, en cierta manera algo diferente, ambientada en el siglo XIX, así de sencillo, aunque el camino que recorre nuestra pareja es algo abrupto y a veces doloroso. De esta manera, como lectores, nos podemos centrar en cómo se van desarrollando las cosas en esa Inglaterra de grandes diferencias sociales, encorsetada y algo viejuna, en la que se empiezan a vislumbrar algunos cambios en la sociedad a pesar de que las clases altas se nieguen a ellos; podemos notar cómo se desenvuelven aquellas relaciones familiares que eran más acuerdos que otra cosa, así como la frialdad de algunas personas y la candidez de otras; podemos ser conscientes de las consecuencias de ciertas decisiones y de cómo afecta la voluntad ajena a la felicidad propia, en una sociedad en la que la mujer poco tenía que decidir porque no tenía la libertad y la independencia suficiente para hacerlo. La vida no es justa, pero es lo que es, y eso es algo que queda patente en esta historia, aunque a veces los pequeños gestos ayudan a sobrellevarlo todo. De todas maneras no olvidéis que estamos ante una novela romántica...

Tenemos costumbrismo, narrativa y romance, un poco de todo para deleite de cualquier lector, así que me animo a deciros que me ha parecido una lectura muy entretenida, adecuada, adulta, con algunas referencia a grandes libros de la literatura, para disfrute personal, y algún que otro homenaje literario que es difícil dejar pasar (os animo a que lo descubráis). Todo un acierto el tema central de la trama, el amor entre una mujer que pasa la treintena, con una escasa renta que le dejó su madre, en dependencia de su familia y con pocas relaciones personales, aunque perteneciente a la alta sociedad inglesa, y un joven diez años menor, tercer hijo de un lord y con fortuna propia. No penséis que con esto ya está todo dicho; os sorprenderá porque la novela va por derroteros a los que los lectores de romántica de época no estamos del todo acostumbrados.

Por cierto, y sin querer desvelar nada, confieso que he soltado una lagrimita, y eso siempre consigue que la lectura me cale más.

Para mí, una sólida candidata al Premio Literario Amazon porque es un género que se lee y se disfruta, y porque lo ha construido en torno a una trama nada habitual.

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