Cómo destruir una reputación, de Bronwyn Scott

202 páginas

Publicado por Harlequin Ibérica 

Un libertino sabe siempre llegar al corazón de una mujer...

Ashton Bedevere era un afamado libertino que podía arruinar una reputación en menos tiempo del que un caballero cualquiera necesitaba para beberse un brandy. 

Después de haber pasado unos años en Italia perfeccionando sus conocimientos en el arte de la seducción, Ashe volvió a los círculos más refinados de Londres precedido, naturalmente, por su fama de sinvergüenza aficionado al lujo más exuberante. Hasta que sus escandalosas costumbres acabaron bruscamente por la muerte de su padre. Para poder reclamar lo que le correspondía, el disoluto Ashe tendría que hacer algo inconcebible: ¡conseguir una esposa!

Parece ser que es el segundo libro de una serie pero yo no he leído el anterior y no he tenido ningún problema. Son independientes. A no ser la pequeña mención a uno de los amigos del protagonista que ha dejado ya de ser un "crápula" para vivir enamorado con su mujer y sus hijos.

Buscaba una novela romántica de época entre mi densa biblioteca digital como lectura entre lecturas, con una pareja interesante, una historia atrayente y que se leyera muy rápido. Eso es justo lo que he encontrado en esta historia, pero poco más. Como muchas veces ocurre, la sinopsis que nos proporcionan puede hacer que tengamos una idea algo equivocada de lo que vamos a leer; en este caso, ésta tiene que ver en parte porque realmente nos pone en antecedentes para luego empezar a descubrir esta historia de amor. Es verdad que Ashton es un libertino, es verdad que está en Londres cuando se entera de la muerte repentina de su padre pero para mí la historia no gira en torno a destruir una reputación. Yo no lo he visto como tal.

¿Qué tenemos? pues un poco lo de siempre, un guapísimo caballero, segundón, libertino, inteligente y alejado de su familia, un padre que fallece y deja en un testamento su última voluntad, una mujer fuerte, independiente y decidida que se ve metida en ese plan que el viejo Conde urde antes de morir para poder dejar las cosas encauzadas según su deseo, un malo y algunos personajes secundarios con mayor o menor importancia pero que acompañan a la perfección. 

Es verdad que me hubiera gustado que la relación de ellos fuera algo más tirante, que hubiera más juego, más diálogos inteligentes, pero no siempre las tramas nos llevan por donde nos gustaría y debemos aceptarlo, abandonando aquellas ideas que inevitablemente aparecen en nuestra imaginación de por dónde debería haber ido la historia. Al fin y al cabo, solo somos lectores, duros jueces a veces, eso sí, pero receptores de una historia creada por alguien para nuestro simple disfrute.

Tras esta pequeña reflexión que ha surgido así y he decidido dejar tal cual, os diré que si lo tuyo son las novelas de romance de época, bien, te gustará, no será para tirar cohetes pero pasarás un buen rato. Es fácil que encuentres algún pero que otro, pero entretenida es. Está bien escrita, bien construida, los personajes son sólidos, cada uno está correctamente diferenciado y un final que mejora el comienzo. Por cierto, si tengo que elegir entre él o ella, curiosamente me quedo con ella. Creo que piensa con calma, analiza lo que debería ser mejor o más adecuado para todos, tiene un corazón de oro y sabe gestionar y tomar decisiones, algo poco habitual, además, no se deja engañar, algo que agradezco.

No tengo mucho más que contaros sobre esta historia. Hay un pequeño misterio por descubrir que añade interés, y unos malos que dirigen muy bien nuestras preferencias. La verdad, no descarto leer más novelas de esta serie, aunque sea como lectura entre lecturas.

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