La pintura de la voz, de Virginia Gil Rodríguez
136 páginas
Autopublicado
¿Has pensado alguna vez lo que ocurriría si dejásemos de escribir a mano?
Si en un libro las letras son imprescindibles, en esta historia cobran un protagonismo especial.
Hay letras que corretean, letras que conversan, letras en apariencia sin alma y letras que solo piden ser abrazadas.
Hay también una escritora perdida entre prisas y pantallas y una abuela en un pueblo detenido en el tiempo.
La pintura de la voz evoca el poder de la escritura manuscrita, la importancia del contacto personal, el amor incondicional entre una nieta y su abuela.
La pintura de la voz nos invita a recordar de dónde venimos para saber hacia dónde vamos; a rememorar que ningún lugar está lejos.
La verdad es que hasta leer esta pequeña novela no había pensado que podía existir esa opción, aunque si me paro a reflexionar sobre ello soy consciente de que cada vez escribimos menos a mano y lo hacemos más a través de dispositivos. Incluso, reconozcámoslo, al escribir de manera coloquial usamos abreviaturas, onomatopeyas y, lo último y más directo, emoticonos. El lenguaje, como herramienta de comunicación, está convirtiéndose en algo dinámico, rápido, fácil, intuitivo y casi sin normas. No es éste un foro para hablar de las faltas de ortografía, los errores sintácticos, la carencia de construcciones narrativas adecuadas y más lindeces que predominan en el panorama lingüístico actual, pero no voy a negar que soy un poquito maniática con ciertos temas y, espero que sin soberbia, soy capaz de determinar mucho sobre alguien según se exprese (ortográfica y gramaticalmente), aunque ese "mucho" se quede para mí, nada más.
Después de confesar mi pequeña manía personal, vamos a hablar de esta novela, con título de cita importante:
"La escritura es la pintura de la voz", Voltaire (1694 - 1778)
Ante todo este panorama, las palabras y su uso cobran una importancia enorme. En La pintura de la voz no se hace referencia tanto a esto como a que la pérdida de la escritura a mano hace que nos hayamos desvinculado de sentimientos propios y de nuestra naturaleza como humanos a la hora de expresarnos de forma cierta e íntima.
¿Y todo esto cómo lo hace la autora? Pues a modo de homenaje, escribe un relato o novela corta con tintes distópicos sobre una sociedad en la que la tecnología ha dominado todo, incluso la capacidad de sentir a través de las palabras escritas, y cómo una escritora de éxito, con una madre ausente, siente que necesita volver a sus raíces para conectar con las palabras. A través de un personaje entrañable, como es su abuela, en un pequeño pueblo alejado de todo, y la pequeña historia que ella le relata a nuestra protagonista, nos acercamos a los sentimientos, las relaciones humanas, las promesas, el amor y la amistad.
No es tan importante enseñarnos cómo es el mundo en esta sociedad distópica creada sino acercarnos a sus personajes y su relación.
Tenemos tres mujeres, que se encuentran en diferentes momentos vitales y distintas circunstancias: la abuela, que es el elemento constante aunque olvidado, la madre ausente, activa e incansable que se acerca más a la sociedad que nos presenta, y la hija/nieta que vive de las palabras pero que ha perdido la conexión con ellas, y que decide regresar al hogar olvidado para descubrir ese mal del que adolece la humanidad según el comunicado de la presidenta mundial. A partir de ahí, el resto de la trama, cuento, fábula o como quieras llamarlo. Así de simple.
Uno de los valores de este escrito es que su autora, Virginia Gil Rodríguez, consigue todo esto que os he dicho en algo más de 130 páginas y en dos horas de lectura, que es lo que tardas en terminarlo. Muy bien escrito dentro de la sencillez de su prosa, me ha parecido más un libro juvenil para leer y compartir con chavales, para establecer un debate muy interesante no solo literario sino también social. Esto no es más que una apreciación porque la verdad es que recomendaría leer este libro a cualquiera que disfrute de las palabras.
No me la esperaba así, porque simplemente no me había puesto a pensar qué habría detrás de un título tan significativo como La pintura de la voz. Si me pidieran que resumiera en una frase esta novela diría que es una especie de fábula sobre el uso (desuso) de la palabras escritas.
Por cierto, me quedo con la maravillosa dedicatoria del comienzo. Dice mucho sobre la sensibilidad de la autora.
#HaciaDondeVamosYDeDondeVenimos
#ElValorDeLasPalabras #LasLetrasSienten
#ElAmorEsLoQueTiene #SiempreHayUnSitioAlQueVolver
#DéjameQueTeCuenteUnaHistoria
#UnChocolate
#Palabras #Letras #Dispositivos
#Escuela #Amigos
#LaPresidentaMundial
#AlejadosDelMundo
#metaliteratura #novelacorta #autoeditado
#AutorasIndie
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Hola Carmen,
ResponderEliminarHe leído todas las novelas que ha escrito Vir, y todas siguen una linea muy parecida.
Cuando comencé con ésta no me esperaba un comienzo tan distópico, aunque si te fijas, cuando nos adentramos de verdad en la historia de Olek, esa distopía desaparece completamente y nos introduce en una sociedad propia del presente...
Como bien dices, una fábula perfecta para jóvenes y su posterior reflexión sobre ello...
Yo misma cuando escribo a mano, mi mente va mas rápido que mis dedos y al final el resultado es casi ilegible...eso sí, odio sintetizar y eliminar vocales ...
De hecho, hice una prueba hace poco ...escribir lentamente con una letra que se entienda, clara y al final me desesperaba de lo lenta que iba...necesitaba que aquello se plasmase más rápido... ¿Consecuencia de los tiempos que vivimos? Quizás...
Un saludo!!
¡Qué bonito, Carmen! Me he emocionado. Muchas gracias por confiar en mis letras. Un abrazo. Vir
ResponderEliminarLo voy a dejar pasar. No me veo ahora mismo con una historia así.
ResponderEliminarHola Carmen!
ResponderEliminarMe quedan como unas treinta páginas, así que hoy lo acabo seguro. Me encantó el estilo de Virginia con "En la calle mayor" y con este me está volviendo a pasar. Yo también creo que es una buena historia para crear debate entre los más jóvenes, aunque cualquier adulto lo puede disfrutar muchísimo.
Besitos
Hola, Muy Buenas. Por alguna razón la gente no se da cuenta del arte de la ortografía. Un escrito con sus comas, sus exclamaciones, etc... tiene Vida y Belleza.
ResponderEliminarSin embargo habrás observado que yo personalmente frente al las rígidas normas de la Real Academia de la Lengua Española, doy al mis escritos más Vida y precisión y para mi esta es la ortografía de Verdad. La palabra Amor, ante todo, se debe escribir en mayúsculas tal y como han dicho numerosos escritores.
En cuanto a la escritura a mano sé que desarrolla el cerebro. Y las abreviaturas populares están bien hasta cierto punto. Pues debemos pensar en que la otra persona nos entienda.
Espero poder seguir Escribiendo contigo en mayúsculas.
Se me olvidaba decir que mi madre, que apenas había ido al la escuela, aún sin comas ni nada escribía perfectamente; Pues sus maravillosos poemas eran fáciles de entender, pero calaban el Alma.
ResponderEliminarPuedes escribir conmigo en mayúsculas, sin problema; yo estaré encantada de Leer lo que pongas.
EliminarUn abrazo
Ha sido la primera novela que leía de la autora y me ha gustado bastante, muy recomendable, además se lee en un suspiro.
ResponderEliminarBesos
Muy de acuerdo contigo. Una historia sencilla en apariencia, pero con mucho fondo y una muy bonita forma de decir las cosas. Te animo a leer las otras novelas de la autora, estoy segura de que también te gustarán
ResponderEliminarUn beso