Mil palabras y viejas canciones. Poemario

Poemario. 118 páginas. Publicado y editado por Alas Ediciones. Autor: Diego E. Garrido Stratta. 

Te puedes encontrar un verso en los callejones, defender el acto amoroso desterrando las flores. Incluso puedes atreverte a recitar en medio de los polígonos de las afueras versos con leve olor a alquitrán y humo de los tubos de escape. En todo ello y más se para a descansar este poemario, porque somos contaminación y un rock and roll en busca permanente del amor

Creo que los de Alas Ediciones son los únicos capaces de hacer que me atreva con lecturas que de otra manera pasarían de largo en mi biblioteca. Este no ha sido el primer poemario que leo, ya que me estrené con Silentium, de Isidro R. Ayestarán, también editado y publicado por esta pequeña e independiente editorial. 

MIL PALABRAS Y VIEJAS CANCIONES no sé exactamente si nace para reivindicar algo o únicamente como medio de expresión, pero me decanto por esta segunda opción porque tras leer sus poemas me he sentido como si alguien me estuviera explicando que en el desierto de Madrid es capaz de sentir, igualando el mar con ella, con el anhelo de sentirla; como si alguien me explicara que, a pesar de decirle no vuelvas y dejarla desnuda entre las sábanas, llana como las palabras, se quedó con el olor en mis dedos, la boca sin vergüenza y tu ropa interior en mi memoria; alguien que con mil palabras y viejas canciones me trae trece veces la palabra AMOR, ocho veces la palabra PIEL, catorce veces MAR, ocho BOCA y una vez SEXO, entre otras.

Todos buscamos... Todos buscamos un simple rock n’roll que nos distraiga del mundo y nos haga pensar en el amor

Yo no sé mucho de poemas y romance, pero lo primero que sorprende es que LAS MIL PALABRAS son versos sin aparente métrica, con una sorprendente falta de puntuación y de mayúsculas (excepto la primera palabra), y cuya carencia de rima le aporta más belleza y sentido a cada una de esas palabras. Puede que suene extraño, pero el esfuerzo lector requerido al leer sin pausas definidas por el mismo autor me obligaba a prestar una mayor atención a las mismas palabras, a su significado. Desconozco si ese era el efecto buscado pero para mí ha sido así, todo igual, todo lineal, en la forma, adquiriendo mucha más presencia el contenido, el significado de las palabras.

64 poemas, 2 de ellos dedicados, 25 fotografías en blanco y negro

Las VIEJAS CANCIONES (Asilo, Nuestro planeta, Divago sobre re, Ciudad de la libertad, Toda luz, Bella flor) vienen después, y llegan como para rematar, dejando buen sabor; son pocas y, quizá, algo más convencionales, o por lo menos a mí me ha costado menos hacerlas mías. Dudo sobre ha sido más por estar dentro de la cabeza del autor tras sus MIL PALABRAS o porque me han sonado más melódicas en mi mente, lo que ha ayudado a que fueran algo más dinámicas.






Estas fotos (descargadas de una web de imágenes gratuitas) pretenden acompañar en cierta manera mi forma de sentir esta lectura. Me ha resultado más fácil así.

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Comentarios

  1. Las fotos son preciosas, eso no hay quien lo dude.
    Luego lo de leer poesía a mi me cuesta horrones, yo soy de pim pam pum, sin complicaciones y reconozco que la poesía requiere su tiempo al menos para que yo la entienda. Y si encima el autor ha jugado a distraer, no se yo...
    Aún así, espero que lo hayas disfrutado muchísimo.
    B7s

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