El rey de Andorra, de Miguel Izu

Publicación: 28/09/2018
Páginas: 288

Editorial: Editorial Berenice
Tamaño: 15,00 x 24,00 cm
Encuadernación: rústica con solapas
ISBN: 978-84-17418-62-5
Colección: Novela; novela histórica


Un profesor de Historia, antiguo guardia civil jubilado por invalidez a causa de un atentado terrorista, aparece muerto en extrañas circunstancias en La Seu d’Urgell, a donde había viajado para documentarse. Su mujer y su abogado acuden a la ciudad y son informados de que podría tratarse de un homicidio. A partir de ese inicio se desarrollan varias tramas que, como en una matrioshka, se contienen cada una dentro de otra. La búsqueda del difunto profesor sobre la verdadera historia del efímero rey de Andorra, el supuesto aristócrata ruso que en 1934 se proclamó soberano de ese país pirenaico; la indagación que realiza el abogado y amigo del fallecido para conocer cómo sus averiguaciones sobre el rey de Andorra y los inesperados hechos que fue descubriendo, contenidos en un ordenador portátil desaparecido, le pudieron acarrear la muerte; y la investigación oficial, que hace recaer las sospechas de asesinato sobre las personas del entorno inmediato de la víctima. 
La historia de España y de Europa durante el siglo XX, la pasión por la verdad, los obstáculos y peligros que conlleva su persecución, la falsificación histórica, la memoria y el olvido, se van trenzando en una trama que nos conduce a una imprevisible conclusión.

Poco más me queda añadir a esta sinopsis que la editorial pone a nuestra disposición sobre la novela. Digamos que la premisa principal es esa, la muerte en extrañas circunstancias de un guardia civil retirado, convertido en profesor de historia y escritor, en la Seu D'Urgell a donde se había ido unos días para seguir con la investigación de la historia en la que estaba inmerso, el que fue, o se auto-proclamó, Rey de Andorra en 1934. Partimos de varios puntos atractivos a la hora de enfrentarnos a esta lectura: la intriga propia del asesinato, la historia que gira en torno al supuesto Rey de Andorra y el protagonista real, que no es otro que el mejor amigo de la mujer del guardia civil, a la vez que su abogado, y que es, además, el narrador de esta historia.

La novela, no muy larga, está dividida en cuatro partes, o capítulos. Si la primera nos plantea la situación y a los pocos personajes que entrarán en el juego de esta historia, la segunda, la más larga, es en cierta manera es la más pesada de leer. A continuación tenemos la tercera, quizá es la que desencadena todo, y la cuarta, con ese final tan esperado; ambas se leen con las ganas de saber cómo el autor va a cerrar la historia que nos ha ido perfilando a lo largo de las páginas anteriores. Puedo aseguraros que me quedaban 20 páginas para terminar y todavía no sabía qué había pasado.

CAPÍTULO PRIMERO: Ignacio ha muerto
CAPÍTULO SEGUNDO: El rey de Andorra
CAPÍTULO TERCERO: Temas colaterales
CAPÍTULO CUARTO: Malditas coincidencias

Muy acertada esta división, la verdad. 

No todas las novelas que leo me gustan igual. Algunas me absorben de tal manera que no me centro en ninguna otra cosa, otras me entretienen justo cuando necesito que lo hagan y otras me enseñan, me muestran y me sorprenden, no tanto por la historia, que puede que acabe olvidando, sino por otro aspectos que se me quedan grabados, incluso aunque haya pasado tiempo desde que la leíTened en cuenta que cada lector es un mundo y somos mundos muy raros, porque a cada uno nos gusta algo y muchas veces (en mi caso, muchísimas) no sabemos ni siquiera cómo nos gusta o por qué nos gusta, simplemente pasa. Esta lectura entra dentro de la categoría de novela que me ha sorprendido, que no me esperaba y que me ha enseñado.

Difícil de calificar mi lectura, la verdad, que por una parte me trae una historia donde menos es más y donde los personajes son los que son y los hechos los que fueron, y por otra parte, la más abundante, nos trae el trabajo de investigación de un historiador alrededor de un hecho real sobre el que quiere averiguar la verdad de todo lo que esconde. Esta parte, compuesta por artículos, extractos de libros, documentos oficiales, es tan interesante y aburrida como la realidad suele ser, y os confieso que me ha costado un poco, pero a la vez me ha ayudado a comprender.

Una novela narrada en primera persona y en pasado, nos enfrenta a una situación límite al igual que al protagonista, que ve cómo su amigo, y marido de su mejor amiga desde hace años, muere y como abogado tiene que lidiar con la investigación. Además, durante todo ese segundo capítulo durante el cual el narrador comparte con nosotros, los lectores y, en parte, sus confesores, las veinte notas que componen la información que Ignacio, el investigador asesinado. 

Esta parte que se hace más larga y más pesada, nos muestra todo el trabajo de investigación de un historiador frente a un hecho que está investigando, y cómo va anotando los artículos, las publicaciones, las referencias frente a un tema concreto, que en este caso es Boris I, rey de Andorra, y todo lo que hay de cierto en este tema. A través de la comparación, las coincidencias y las incongruencias va desmigando lo que podría ser verdad y lo que podría ser mentira. Al ir leyendo cada una de estas notas, algunas extensas, y todos reales, se nos hace algo más cuesta arriba la lectura. No es ni siquiera un ensayo, sino el trabajo previo a modo de borrador, con todo lo que ello conlleva, pero es verdad que te das cuenta al terminar de leer esta parte que todo tiene un sentido para comprender mejor todo lo que rodea al personaje llamado Rey de Andorra. Curioso es que cueste leerlo porque cuando terminas la novela se te queda la sensación de que era importante hacerlo y que ha hecho que disfrutes más del texto.

Era casi la una de la madrugada, pero yo también empezaba a estar enganchado por aquella historia del rey de Andorra. ¿Qué había podido averiguar Ignacio?

Además de la intriga, la investigación policial y la histórica, conoceremos al narrador, tal y como él se nos muestra, aparentemente de manera sincera. Habla de su vida, de su relación con Maite y con Ignacio, de sus relaciones personales, de sus errores y de sus miedos. Tiene esa parte privada que suele aparecer en los textos escritos en primera persona.

Creo que nos precipitamos al casarnos. No te cases estando enamorado, recomiendan. Cometimos ese error. Cuando la pasión y la magia de los primeros tiempos desaparecen, a veces no hay suficientes elementos en común como para mantener un matrimonio.

Para mí, como simple lectora, hay paralelismo entre ambos hilos argumentales, y la intriga se mantiene hasta el final, algo que se agradece porque no se da nada por sabido, tanto en conocer la resolución del asesinato como en saber el final de esa investigación.

Otros temas mundanos son nombrados en la novela: la vida en Pamplona, la Guardia Civil, el terrorismo, Andorra, Cataluña, Francia, guerras de poder, el siglo XX en el período entre guerras, el amor, la amistad, la familia, lo difíciles que son las relaciones personales, la Guerra Civil, la dictadura de Franco... 


Creo que el acierto del autor es juntar tanto en tan poco y hacerlo bien, juntar intriga, investigación policial y vida privada, para mí, es siempre una buena idea; aunque me ha faltado quizá más trama en torno a la investigación del historiador, ya que esa manera de plasmar las veinte notas hace que me haya costado seguir adelante con la lectura, precisamente porque no me esperaba algo así tan directo, tan periodístico, tan "en bruto".

Para terminar...

Ya lo dijo Voltaire, et voilà justement comme on écrit l'histoire, así se escribe la historia.

Como ya os he dicho, he aprendido de esta lectura, no solo sobre la historia del Rey de Andorra, sino también de las verdades y las mentiras, de cómo las cosas pueden parecer una cosa y luego ser otra, de que la historia la escriben los que ganan y de que a veces un hecho pequeño y puntual puede cambiarlo todo.

¿A quién le recomendaría esta novela? Principalmente a lectores de narrativa, porque tenemos historia y tenemos intriga, además de intimidad, pero no sé si una prevale sobre las demás así que me quedo con el género que puede englobar a todos, la narrativa; también a esos lectores que saquen más de un texto de lo que nos cuenta, que busquen aprender o descubrir y que sepan ver que cada historia tiene su propia fuerza. Está claro que puede que ese segundo capítulo suponga una especie de escoyo pero también puede que al final, como me pasó a mí, acabe comprendiendo que ha realizado un viaje junto con el narrador a través de las palabras del autor de dichas notas.

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Comentarios

  1. No es mi tipo de lectura, pero creo que a mi Javi le llamaría, se lo enseñaré para futuras lecturas. buen post guapa

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  2. Si predomina la narrativa no sé, pero vamos por lo demás es un libro que entra dentro de lo que suelo disfrutar leyendo, y que narices cuando me pongo con narrativa también la disfruto pero es lo que menos leo.
    Me lo llevo!
    B7s

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  3. Con este no me animo, no me termina de convencer.
    Besos

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  4. No me acaba de convencer así que creo que lo dejaré pasar
    Besos

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