El capitán veneno, de Pedro Antonio de Alarcón
Cuando somos pequeños, en el colegio, el que más o el que menos, siempre lee algún que otro clásico de la literatura española. Es verdad que luego nos hacemos mayores y de la mayoría no nos acordamos porque eran libros demasiado serios para niños de nuestra edad o porque nuestra mente se encontraba en temas más placenteros, como el recreo. Yo no recuerdo leer a Pedro Antonio de Alarcón pero tuve que hacerlo, estoy segura. El sombrero de tres picos es un título sobradamente conocido como para que yo lo hubiese leído allá por E.G.B. (sí, yo soy de E.G.B.). Descubrí El capitán veneno por una conversación en twitter en la que me metí y allí me fui yo, rauda y veloz, a descubrir qué era eso tan increíble que tenía esta novela corta. Efectivamente, no se equivocaban, ha sido una delicia de lectura; corta, divertida, ingeniosa, inteligente, maravillosamente tierna... me ha encantado.
La novela no tiene derechos de autor así que hay múltiples plataformas legales gratuitas a través de las cuales se puede acceder a la misma. Eso sí, si elegís un libro editado probablemente tenga contenido adicional con análisis de la historia, del momento, de los personajes y del propio autor, que añadirán mayor atractivo a vuestra lectura.
Escrito en 1881, narra una historia que ocurre en Madrid, en marzo de 1848, justo en el momento en el que tienen lugar unas revueltas entre el ejército y los republicanos, en la calle Preciados, en una casa en la que viven tres mujeres, una madre, una hija y una criada, que ven cómo cae un hombre herido en la calle y deciden ayudarle.
Comienza así:
I - UN POCO DE HISTORIA POLÍTICA
La tarde del 26 de marzo de 1848 hubo tiros y cuchilladas en Madrid entre un puñado de paisanos que, al expirar, lanzaban el hasta entonces extranjero grito de ¡Viva la República!, y el Ejército de la Monarquía española (traído o creado por Ataúlfo, reconstituido por don Pelayo y reformado por Trastamara), de que a la sazón era jefe visible, en nombre de doña Isabel II, el Presidente del Consejo de Ministros y Ministro de la Guerra, don Ramón María Narváez.
Y basta con esto de historia y de política, y pasemos a hablar de cosas menos sabidas y más amenas, a que dieron origen y coyuntura aquellos lamentables acontecimientos.
Para continuar hablando de ella, de él, y del resto de personajes. Es corta, muy corta, y se lee saboreando ese humor inteligente, sencillo y pícaro, que se supone entre frase y frase; porque lo que sí que tiene, y mucho, es diálogo. Conversaciones que con pocas palabras lo dicen todo, lo bueno y lo malo, lo más obvio y lo no tanto, y, sobre todo, que nos muestran cómo son ellos y su manera de relacionarse, sin muchas explicaciones, sin partes que sobren. De hecho, en esta historia se cumple a rajatabla lo de menos es más, y en este caso, mucho más.
No me encuentro yo en situación de analizar ahora este texto ni su valor narrativo. Eso lo dejo para los eruditos que, sin duda, lo harán mejor y acertarán. Yo me dediqué a disfrutar de ese Capitán Veneno, al que es imposible no cogerle cariño porque acaba haciendo lo contrario a lo que dice, y noble y bueno se intuye que es un rato.
Escrito casi como si fuese una obra de teatro, por la inmediatez de los diálogos y de lo que iba ocurriendo, con prácticamente una misma ubicación y poco movimiento, nos recuerda a una comedia romántica al modo más clásico. La acción comienza fuera de casa y se desvía al entorno privado de los personajes. Realista, algo moralista, con algún guiño político que otro, bastante costumbrista y esa manera de enseñarnos cómo se "domestica" a la fiera. Además, existe una comunicación directa entre el escritor y el lector, a modo de conversación con frases que él nos dirige a nosotros para aclarar y para puntualizar. Todo un narrador este Don Pedro Antonio de Alarcón.
Me ha sido imposible no imaginarme a Fernando Fernán Gómez en el papel de Capitán Veneno. Estoy deseando encontrar la película que hizo con Sara Montiel.
Aquí os dejo una escena, solo para abrir boca:
Me ha sido imposible no imaginarme a Fernando Fernán Gómez en el papel de Capitán Veneno. Estoy deseando encontrar la película que hizo con Sara Montiel.
Aquí os dejo una escena, solo para abrir boca:
Ha sido una gran lectura que me ha animado a adentrarme en ciertos clásicos de la literatura española. Por cierto, maravillosa escena final la del libro. Ay, Capitán, Capitán, tú sí que sabes... ¡niños, a mí!
#unclásico #animaosaleerla
#librosquemerecenlapena
#literaturaespañola #sigloXIX
#Madrid #amor #familia #decisiones
Ay, qué historia tan maravillosa. Los diálogos son para enmarcar. Y todos los personajes. Una pequeña obra maestra.
ResponderEliminarQue me has sacado las lágrimas. Aós sin ver la película o tocar el libro por el recuerdo de mi abuelo y me has removido tanto, tanto....
ResponderEliminarGracias
un bes💕
No sé si decir lo siento o si alegrarme de haberte recordado a él. Por cierto, ¿Por qué te has acordado? ¿Por Fernando Fernán Gómez?
EliminarMe ha entrado curiosidad
Yo también fui a EGB... los clásicos en ocasiones olvidados... ha sido estupendo recordar contigo a Alarcón. Me ha gustado leerte. Un saludo.
ResponderEliminarUyuy, este me lo llevo fijo, Carmen. Yo sí que recuerdo haber leído "El sombrero de tres picos", pero eso mismo que dices, no me preguntos mucho sobre él porque era muy pequeña y a saber... La verdad es que debo confesar que los clásicos españoles los tengo abandonadísimos, tengo que ponerme las pilas.
ResponderEliminarNada, lo dicho, apuntado.
¡Besote!