Acuerdos privados, de Sherry Thomas #retoíntimo

En la esplendorosa y refinada Inglaterra de finales de siglo XIX, lord y lady Tremaine encarnan un matrimonio perfecto, basado en el respeto y la libertad, sobre todo porque cada uno vive a un lado del Atlántico. Sin embargo, cuando ella le pide el divorcio a fin de poder volver a casarse, él le pondrá una condición: que permanezcan juntos un año más para que le dé un heredero. Y, sin duda, un año dedicado a tales menesteres puede dar mucho de sí.

Estoy de vacaciones, y eso significa que no tengo mucho acceso a internet, así que me estoy retrasando en compartir con vosotros las opiniones de todo lo que voy leyendo, que no es poco, por el blog. Esto es lo que tiene estar en la playa, disfrutando de otros placeres no menos importantes. Si a alguien le interesa saber qué estoy leyendo o cuáles han sido mis ultimas lecturas, siempre puede seguirme en mi cuenta de Goodreads o en mi cuenta de Babelio. En ambas suelo tener todo al día.

Uno de los retos lectores en los que estoy participando este año, y uno de los que tengo más abandonados, es el Reto íntimo. Hay propuestas 15 novelas para este año y yo, con esta última, llevo sólo siete. Voy a intentar darle un empujoncito estos meses que quedan a ver si lo termino.

Acuerdos privados es la segunda novela de una serie pero os aseguro que se puede leer sin problemas, sin tener la sensación de que te pierdes algo, como si fuera una novela independiente. No deja de ser una novela romántica al uso, aunque con ciertos matices que aumentan no solo el interés lector sino también el valor de la lectura. Uno de ellos es que la pareja protagonista ya está casada y digamos que se odia. Esta premisa, si se sabe llevar y desarrollar, suele traer tramas muy interesantes porque el paso del tiempo hace que todo se vea con otra perspectiva y que los involucrados tengan un carácter más adulto sobre la vida y sobre lo que les ha llevado a donde están. Otro matiz sería  la artífice de todo, nuestra lady Tremaine, quien es fría y, en algunos momentos, no sale muy bien parada, algo que tampoco es habitual en las novelas de este género.

Como ya os he dicho, es una novela romántica ambientada a finales del siglo XIX. La historia comienza cuando lord Tremaine llega a Londres procedente de Estados Unidos debido a la petición de divorcio que su mujer le ha enviado tras diez años de inexistente matrimonio. Ella quiere casarse de nuevo y necesita cerrar su actual matrimonio. Nosotros, como lectores, no sabemos qué ha pasado entre ellos y el juego a dos tiempos de la trama nos irá desvelando más sobre su pasado y el porqué de todo. 

Aunque podríamos pensar que estamos únicamente frente a un enfrentamiento de dos personajes fuertes y cabezotas, la trama va más allá. Es una novela sobre consecuencias, anhelos y segundas oportunidades. Lo maravilloso de esta lectura ha sido sufrir con ellos, porque la autora consigue que sientas a través de sus palabras ese dolor que ellos experimentan. Es como una lucha tanto entre ellos, su voluntad y sus propios deseos, como entre la encorsetada sociedad inglesa, su manera de relacionarse, su hipocresía y los sentimientos.

Lo fuerte, sus personajes y cómo están planteados. Ella es un gran personaje; desde esa niña caprichosa, inteligente y decidida hasta esa mujer madura, atractiva, aparentemente serena y firme. Casi podría decir que es el centro de todo porque encarna lo mejor y lo peor, y nos muestra cómo las acciones tienen consecuencias. Pero yo me quedo con ÉL, por el dolor, por la separación, por haberse excedido y por su moralidad; me quedo con ÉL porque siente de una manera visceral e, incluso, animal pero sin olvidar esa corrección inglesa bajo la que le han educado. Creo que llegué a odiarlo en algún momento del libro.

Me encantan los personajes llenos de esquinas y de defectos; son los que acaban amando más intensamente.

Una mención especial para esos secundarios increíbles, y en particular para la señora Rowland y su filosofía en el momento vital en el que se encuentra, y su rapidez de palabra. Creo que ha tenido las respuestas más ingeniosas y divertidas de la novela. Además, le da un toque inesperado a muchas cosas.

Como este es un reto de lectura erótica, tened en cuenta que el sexo explícito está presente en el texto, aunque no en demasía. Son momentos directos, tal y como la acción lo requiere; pueden llegar a ser fríos pero no por ello menos intensos, y en algún momento los he leído con el corazón encogido. Esto me confirma que me gusta la manera de esta autora de trabajar esa conexión entre los personajes, esos momentos en los que chocan, en los que, en cierta manera, son ellos mismos a pesar de ellos mismos.

¿A quién le recomendaría este libro? A todo lector que disfrute leyendo romance de época, por supuesto; y también si te gustan las novelas románticas con una trama muy sólida, con personajes muy bien definidos y una historia que te mantiene en tensión por los sentimientos que transmite.

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