Un canalla siempre es un canalla, de Sarah MacLean

415 páginas

Primera novela de la serie Regla de los canallas
Publicada por Versátil

LO QUE UN CANALLA QUIERE, LO CONSIGUE…

Diez años atrás, el marqués de Bourne fue expulsado de la sociedad sin nada más que su título. Ahora, propietario del club de juego más exclusivo de Londres, el frío y cruel Bourne está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar su herencia. Incluso casarse con la perfecta lady Penelope Marbury.

Un compromiso roto y años sufriendo decepcionantes cortejos, han provocado que Penelope pierda cualquier clase de interés en un matrimonio convencional y tranquilo, quiere algo más. Sin duda es una suerte que su recién estrenado marido esté en disposición de mostrarle un nuevo mundo de placer.

Es posible que Bourne sea el príncipe de la decadencia en los bajos fondos londinenses, pero se ha jurado a sí mismo que mantendrá a Penélope al margen de toda aquella perversidad. Algo que va a suponer todo un reto cuando ella descubra el deseo y se atreva a apostarlo todo por él, incluso su corazón.

Ya está decidido, por mucho que lo intente, no voy a cumplir con el Reto Rita La Cantaora, pero bueno, seguiré poco a poco los dos meses que quedan a ver cuántas soy capaz de intercalar con otras novelas. Con la lectura (más bien, relectura) de Un canalla siempre es un canalla, me quedo en la mitad, es decir, doce de las veinticuatro propuestas. No está mal. Alguno más arañaré, seguro. De los restantes doce que me quedan, tengo cuatro en la estantería, esperando a que me ponga con ellos (Pecado y virtud, La novia rebelde, Lady Escándalo y Tenías que ser tú). Mi objetivo es terminar al menos con ellos y quedarme a ocho del final. Ya veremos cómo se me da la cosa.

Recordaba que me había gustado pero la recordaba como una novela frívola, fuera de época y con los clichés montados de tal manera que me iba a parecer mala, cuando ha sido todo lo contrario (la memoria a veces te juega esas pasadas). Creo que lo más frívolo y fuera de época que tiene es la portada. Lo demás, me ha encantado. No me entendáis mal, es lo que es, una novela romántica ambientada en el siglo XIX y escrita en el sigo XXI. No pretende ser una novela de Brönte o de Austen, eso no, pero está muy bien construida y desarrollada. Tiene lo justo para que un lector al que le guste este género disfrute con la historia, y tiene unos personajes increíbles; él es un canalla, y como canalla no necesita que le salven, no, simplemente hay que aceptarle como es, un egoísta que no duda en pasar por encima de quien sea para conseguir lo que busca, su venganza. El problema es cuando se reencuentra con ella, una solterona (27 años en esa época y soltera no es para menos), que debido a una historia pasada, está donde está y su situación límite la lleva directa hacia él. 

Ellos, ambos con mucho carácter, tienen un pasado en común, que iremos descubriendo poco a poco (el detalle de las cartas es maravilloso, me encanta, porque con algo tan simple y tan unidireccional descubrimos mucho sobre ellos, su forma de ser y su vida), y tienen un futuro juntos, quieran o no. Ese choque de trenes es espectacular, pero no a modo de fuegos artificiales, eso no hubiera pegado entonces, sino a través de una guerra de voluntades. Las pinceladas sobre la opresión de la mujer en esa sociedad, a la que los hombres dirigían como pieza de un tablero de ajedrez son muy claras. Ellas aceptan porque se lo han enseñado pero no significa que estén conformes. Por eso la manera de actuar de Penélope a lo largo de toda la historia es muy interesante. Ella quiere experimentar, quiere saber, quiere conocer, y todo a pesar de su mundo, a pesar de él.

Me gustaría destacar las escenas con sexo explícito. No son muchas pero las que hay son intensas y directas. En este género suele haber o no suele haber, las dos cosas encajan. Depende un poco de la línea de la historia y del autor. Aquí no me han resultado excesivas, al revés, creo que la escena con el Ángel de fondo es espectacular. Qué pena no tener una buena imagen para ilustrar ese momento. Hay mucho más sentimiento de lo que recordaba en esos momentos.

Como en muchas de estas historias, las bajas pasiones, la doble moral, el juego, el engaño, el chantaje, forman parte de la sociedad inglesa del momento, en la que todo es aceptado pero en la sombra, que en este caso es el club más famoso y deseado de Londres. Y ese club lo dirigen los cuatro protagonistas de las cuatro novelas de esta serie. Cada uno con su historia personal, sus miedos, sus inseguridades y su lucha. 

Esta es la primera novela y cumple con su cometido, te deja con ganas de más, no porque la historia no termina, que lo hace, sino porque los secundarios te piden paso; quieres saber más sobre el club, más sobre los socios del club y más sobre cuál será su historia de amor. Yo he leído las cuatro y creo que la que más me gustó fue la segunda, o al menos es una de las que más recuerdo, pero ahora ya no estoy segura porque Un canalla es siempre un canalla me ha conquistado. Pronto, relectura de la segunda, yo quiero la historia de Pippa y de Cross.

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