Tirando del anzuelo, de Kristan Higgins

331 páginas

Publicado por Harlequin 

La suerte de Maggie Beaumont estaba a punto de cambiar. Hasta ese momento era conocida por sus fracasos sentimentales: su primer novio había roto con ella presentándose en el pueblo con su nueva novia. Y después se había enamorado de un maravilloso irlandés que resultó ser el padre Tim, el nuevo párroco de Gideon’s Cove. 

Pero la salvación de su vida romántica había llegado encarnada en Malone, un atractivo, aunque hosco, pescador que, bajo un duro caparazón, escondía un corazón de oro. ¿Se convertiría esta captura en el alimento para toda una vida?

Bueno, otro Rita que he leído (ya solo quedan nueve para cumplir el reto) y a pesar de que tengo apenas cinco semanas no pierdo la esperanza de casi, casi, casi terminarlo. Bueno, terminarlo no pero no quedar muy atrás en las lecturas. 

A lo que iba, éste es mi decimocuarto Rita leído y ha estado bien, la verdad. Ha sido una de esas lecturas divertidas, entretenidas, bonitas... no sé, un poco de ese feeling good que está tan de moda. 

A pesar de ser una historia al estilo "sueño americano" y en "un pueblecito pequeño de Maine uno es más feliz", es entrañable, en algunos momentos absurda y tiene un toque romántico que me ha gustado mucho. Es una comedia romántica familiar en condiciones, con todos los puntos necesarios para ser así: chica buena, algo alocada, que se preocupa por los demás, que lleva una vida sencilla y que sueña con algo que no tiene; hombre tranquilo, reservado, con pasado, bueno, con honor y poco hablador; un lugar ideal para enamorarse; amor y odio, depende del momento y con alguna situación divertida para deleite del lector; y un final feliz. Pero es solo eso, no busquéis mucho más al leerla. 

Dejando a un lado el tono desenfadado de la historia, tiene algunos aspectos interesantes que forman parte de la trama. En tono de comedia, plantea esa situación a la que llegamos todos al preguntarnos si lo que hemos hecho en la vida hasta entonces es lo que nos hubiera gustado hacer. En este caso tenemos cinco mujeres, cada una en una situación distinta en la vida y con más o menos peso en la historia: Maggie y Christy, la madre de ambas, la amiga Chantal y la mujer mayor que vive en el piso de arriba de casa de Maggie, y de la que no recuerdo el nombre. Supongo que con todas ellas nos muestra que la vida da muchas vueltas y que se debe luchar por la felicidad pase lo que pase. 

También tenemos a Malone, a Tim, a Will, a Jonah y a su padre, entre otros. Interesante juego con ellos también, aunque no dejan de estar en un segundo plano. Quizá en esto podría haber dado algo más la historia, porque ellos tenían mucho que decir. 

Sin ser una novela de personajes, sin ser un texto intimista, es una novela de personas buenas, a las que les pasan cosas buenas o no tan buenas, pero siempre sin maldad. Incluso cuando nos narra algún tema duro lo hace algo por encima para mostrar que ahora ya ha pasado y está superado. 

Es verdad que podría haber sido más corta y yo no hubiera echado en falta nada, que hubiera estado bien saber más de él ya que es un personaje que da mucho juego, que ella es demasiado buena a veces y que en ciertos momentos se hace difícil entender el afán que tiene por casarse con 30 años, y que hay un aire moralista en torno a la importancia de la religión en la vida diaria de un pueblo pequeño pero desde la sencillez y el bien hacer de sus personajes... todo esto es verdad, pero aun así la autora consigue una historia muy entretenida, simpática y adecuada, justo lo que se busca en una novela de este tipo. 

Ilusiones, desengaños, esperanza, bondad, altruismo, familia, amor, dolor, pareja, mascota, futuro, presente, caricias, cotilleo, ayuda, amistad... he pensado que poneros esto ayudaría a ver lo que una lectura así puede ser... 

Quizá hubiese sido un Rita más merecido si nos hubiera dado más de ellos, aunque para mí lo mejor que tiene la historia son esos momentos juntos. Me gusta mucho que ella no sepa estar callada nunca y que él sea totalmente lo opuesto, que casi no hable, y cuando lo hace es para decir justo lo que quiere decir, y si es con monosílabos, mejor. Son personajes con muchos defectos que por eso mismo se convierten en alguien más real y más cercano, sin abandonar el tono "peliculero" que tienen, claro. Las citas de Maggie y sus comentarios de más a la gente del pueblo no tienen desperdicio, así como esa manía de hablarse a sí misma en voz alta. Creo que todo eso la convierte en alguien que sería amiga mía sin dudarlo. Yo me he visto sentada en esa barra de su cafetería, tomando uno de sus desayunos y escuchando una de sus historias, mientras no dejo de sonreír. 

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