Instante, de Patricia Marín

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Sinopsis (según Amazon)

Isolda Adamson, cuando necesita desconectar del trabajo, se pone en manos de su mejor amigo, un reputado fotógrafo capaz de retratar su lado más femenino en eróticas instantáneas. Siempre dispuesta a experimentar su propia sensualidad, acepta la emocionante propuesta de compartir una sesión con otro modelo: Evander Showalter, un hombre capaz de estremecerla con su sola presencia.

Evander Showalter viaja a Londres con la intención de participar en una nueva sesión de fotografías. La visión de Isolda despertará una irrefrenable curiosidad. Atraído por su elegancia y su sensualidad, se propone mostrarle a esa hermosa mujer lo que significa para él el erotismo más exquisito.

La confianza, el miedo a la entrega, la pasión y el deseo envuelven esta historia entre dos amantes del arte.

¿Conocéis las películas eróticas que se hacían antes, en las que se insinuaba más que se mostraba? Esto es lo que me he encontrado en esta lectura. Una muy buena novela erótica que me cuenta una historia de amor llena de deseo, provocación y que está narrada de manera elegante y muy insinuante. 

No esperéis leer más de lo mismo, al contrario, os aseguro que ha sido toda una sorpresa para mí. No sólo tiene una estructura que me ha llegado a desconcertar al principio, teniendo incluso la cabeza embotada con tanta insinuación y excitación en momentos de sexo contenido, sino que, además, los instantes entre ellos que la autora nos narran me han devuelto una visión de la erótica que en muchas novelas se ha perdido, o yo no he encontrado.

Me he ido al diccionario de la R.A.E. y esto es una de las definiciones de erótica que se asocian a esta palabra: "Dicho de una obra o de un género literario o de otro tipo que trata del amor sensual o el deseo amoroso". El amor sensual es el que tiene relación con los sentido, y eso sí que me dice mucho de esta historia. En la definición de erótica no encontramos nada de sexo explícito. Todo ello, a mi entender, es justo lo que ha conseguido Patricia. Sí que hay escenas de sexo entre ellos, pero para mí no ha sido lo esencial entre Evan e Isolda. Confianza, dejarse llevar, atracción, control, sumisión, aceptación, deseos... un cúmulo de sensaciones que se reflejan a través de las fotografías.

Lo maravilloso ha sido leer los momentos en los que ella (y él) se moría de deseo contenido. 

Me encantaría hablar de los personajes, de las situaciones, de porqué una cosa o porqué la otra, pero no me gusta dar muchas pistas, porque siempre se debe empezar a leer sin saber mucho, así la sorpresa es mayor.

Yo os recomiendo esta novela si os gusta la lectura erótica, por supuesto, y si no sois mucho de este género, os la recomiendo porque os sorprenderá. El BDSM que aparece es de refilón y de una manera muy sensitiva. Es más para demostrar una manera de expresarse que para trabajar las escenas sexuales.

Como mucha lectoras, no tengo tiempo de releer. Es una pena, porque es una actividad que hacía hace tiempo y que ayuda mucho más a conocer bien una novela y a disfrutarla. Pero también sé que esta historia la volveré a leer más adelante, con calma, para volver a meterme entre la pareja protagonista y sentir sus instantes como míos.

#LCInstante