Piscis pesca a Tauro, de Anyta Sunday (Signos del amor #4)

Pisces Hooks Taurus
Traducción de Virginia Cavanillas
ASIN : B08PQ2432W
Idioma : Español
350 páginas

Zane Penn, un piscis romántico y creativo, tiene su vida planeada al dedillo: tendrá una primera cita perfecta, se enamorará, se casará y vivirá su felices para siempre. Y todo esto lo hará antes de que le caduque su visado.
Beckett Fisher, un tauro paciente y con los pies en la tierra, no cree en el amor a primera vista. Ni en los finales felices. Y, según parece, tampoco cree en el plan maestro de Zane.
Pues de eso nada. Ha llegado el momento de enseñarle al guapísimo y magnífico profesor que esas cosas sí pasan. Ha llegado el momento de mostrarle que puede tener un alma gemela, un amigo del alma…
… Ha llegado el momento de preguntarse por qué esto parece mucho más que una amistad.
El soñador de piscis necesitará a un tauro fiel y leal para poner nombre a esos sentimientos nuevos y desconocidos.

¡Ay, Anyta y sus chicos! Hay que reconocer que leer uno de sus libros es pisar sobre seguro; es como encontrarse en un lugar cómodo, cálido, tierno, amable, donde las personas son normales, con sus defectos y sus virtudes, y donde el amor es sencillo. Creo que cada libro que vamos leyendo del «universo Anyta» consigue llevarnos a ese lugar donde todos queremos estar alguna vez, y donde podemos disfrutar de las pequeñas cosas. Estos libros no son feel-good; son, sin duda, romántica contemporánea, pero tienen tanto del amor en las cosas sencillas que es fácil situarlos también allí.

El cuarto libro de la serie quizá es algo más pausado, más de ellos dos solos, más de entender y comprender, más de disfrutar de sus diálogos y de su manera de ver el mundo, muy diferente a priori. Me ha resultado especial solo por eso. Cierto es que los primeros capítulos de esta historia, quizá por esa «tranquilidad» en la relación, se me hicieron algo desconcertantes. Utilizo esta palabra por no poner lo que rondaba mi cabeza: «uf, me parece que no llego a entrar en la historia. Es como que sí pero no. Es como que ellos no me están encantando y yo quiero que me encanten...». Una vez avanzada la lectura... ¡Madre mía! Me enamoré de ellos; de su relación, de su visión de la vida, de sus momentos, de sus decisiones; de cómo se hablan, de cómo se apoyan... y, sobre todo, de un par de escenas finales que son M-A-R-A-V-I-LL-O-S-A-S. Me pasé la segunda mitad de la lectura con cara de boba, sonriendo y, de vez en cuando, suspirando... (no me lo tengáis en cuenta).

—No, el amor es intimidad. Lleva tiempo y práctica. La atracción física no es suficiente; se trata de algo emocional, basado en la confianza. Y lleva tiempo y esfuerzo conseguirlo. No es algo a lo que se tenga derecho sin más.

(...)

—Quizá «a primera vista» no sea la mejor elección de palabras —dijo Zane—. Puede que sea más un «amor al primer contacto». Me refiero a ese sentimiento que surge cuando conoces a alguien y, al instante, ya te sientes cómodo. Es una conexión instantánea. Puedes ver que esa persona no es perfecta, pero no te importa. Quieres sabes más. Necesitas saber más.

El protagonista es Zane, un chico demasiado soñador, alegre e ingenuo, que busca encontrar su lugar dentro de la escena que, desde hace mucho tiempo, se ha imaginado para él; la fecha límite para conseguir su visado y quedarse en Estados Unidos, cerca de su hermano y su recién nacida sobrina, le obliga a acelerar su búsqueda, aunque sin perder el objetivo de un amor para siempre. El otro protagonista es Beckett, el paciente y comprensivo Beckett, muy diferente a Zane en todo y con los pies en la tierra. Es adulto, cerrado e, incluso, taciturno, amante de las palabras y la literatura, algo serio, a veces, y desencantado del amor. 

Uno de los mayores inconvenientes de ser un soñador y vivir en las nubes era que provocaba ese tipo de miradas semanalmente. A diario. Cada dos horas.

Esa parte previsible, o poco sorpresiva, que encontré en la primera mitad del libro, de pronto se convirtió en momentos muy intensos, muy adorables, muy bonitos y muy románticos entre ellos, con una amistad tan bonita, tan cercana, que comprendes que se enamoren el uno del otro. 

—Tienes el corazón más grande del mundo —dijo Beckett, dejando de mirar la iglesia y mirándolo a él directamente.
—Puedo compartirlo contigo.
—No sabes lo que mes estás ofreciendo.
—¿Por qué? ¿Te lo vas a queda todo? —bromeó Zane.

Solo por ese final, por ese «duelo» entre ellos, ese camino que recorren, uno se siente a gusto leyendo esta historia. Me ha parecido, de las cuatro, la más sencilla, y eso que los dos llevaban miedos asociados. Por si queréis pertenecer al club de los adoradores de las historias de Anyta y sus maravillosos chicos, aquí os dejo mis lecturas de esta serie.

- Leo & Jamie, en Leo quiere a Aries
- Percey & Callaghan, en Escorpio odia a Virgo
- Zen & Beckett, en Piscis pesca a Tauro

Después de todo lo que os he contado, que no es mucho, lo sé, creo que no tenéis excusa para descubrir a esta autora y sus novelas. Me reitero en lo dicho muchas veces: son todo un regalo. Muestran una parte muy bonita del mundo.




Comentarios

  1. Me alegra que lo hayas disfrutado, aunque esta vez no me animo, que no es lo que suelo leer.
    Besotes!!!

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  2. De este año no pasa, los tengo que leer si o si, muy buen post Carmen,

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