La esencia mágica del verdadero amor.
Galicia, año de 1880.
Silvana Saraiba vive en lo más profundo y remoto de la fraga gallega, en el viejo molino de Demoroi, con la única compañía de su padre y de su inseparable mastín, Dama. Dotada de una imaginación y una fantasía exacerbadas, dueña de un carácter apasionado y vehemente, el bosque ha sido siempre su hogar, el río su espacio favorito y las criaturas que lo habitan, sus compañeras y confidentes.
Ernesto Pedralva es un rico terrateniente asturiano, uno de los solteros más codiciados del norte de España. Pero una vida repleta de grandes lujos y poder no ha conseguido alimentar su alma insatisfecha.
Cierto atardecer una ninfa del río le muestra en sus aguas a Silvana el rostro de un atractivo joven. ¿Qué papel jugará este desconocido en la apacible vida de la muchacha? ¿Qué significado puede tener ese rostro reflejado en la corriente?
Durante estas vacaciones de agosto he leído mucho. Supongo que acuciada por esta no normalidad que nos envuelve a todos, que invita a pasar el tiempo leyendo, algo de lo que no me voy a quejar. Lo curioso es que me ha dado por leer mucha novela romántica de época. Me apetecía. Me gusta mucho el género y me gusta sentir que me meto en la novela mientras la devoro sin descanso, para acabar con una feliz pareja, más feliz todavía por estar juntos.
Como tenía pendiente leer algo de esta autora, a la que he visto mucho por las redes y de la que he oído todo bueno a compañeras lectoras, y aprovechando que Harlequín publicaba esta novela como novedad en julio, ahí me he ido yo de viaje: Galicia, finales del siglo XIX, una aldea remota, en un paraje más remoto aún.
Del mismo modo que el set humano necesita del aire para respirar y de la tierra firme para asentarse, el molino era necesario para los aldeanos, y por ello Silvana se sentía tan orgullosa de ser hija de quien era y del lugar que procedía.
Reconozco que al principio me sorprendió y me costó un poco acostumbrarme a esa manera tan cuidada de describir, no tanto por recargada ni intensa, pero, enseguida, entendí que era la forma de expresar el lugar y el tiempo en el que se sitúa la historia.
De comienzo, tenemos una heroína maravillosa, inocente, buena, muy inteligente y feliz consigo misma, e intuimos un héroe del que no sabemos si es tan maravilloso, tan bueno o tan inocente. Eso sí, en todo el texto hay un especial hincapié al entorno, al bosque, a la cercanía con la naturaleza, permitiéndonos a nosotros, los lectores, percibir todas estas sensaciones.
—No es algo que me arrebate el sueño, Dorinda. ¿Casarme, en verdad es necesario? ¿Acaso una mujer no es capaz de sobrevivir sin la presencia de un hombre? —siseó frustrada entre la cruel realidad—. Y no estaré sola. Nunca estoy sola. Tengo a padre y a Dama.
Con una trama fácil, más que nada por lo que nos lleva a esa comunión con la sencillez, la vuelta a los orígenes, a la vida a finales del siglo XIX, y al amor fruto quizá de la predestinación o de alguna magia desconocida que lo llega a producir, la lectura nos presenta a la buena gente y nos recuerda la magia de la unión, del destino.
Dentro de que la lectura ha sido tranquila, he sentido en los personajes ese miedo que acecha y ese mal que se acerca, y que condicionará la vida de nuestro caballero y de nuestra dama, que, si bien no necesita realmente que la rescaten, sí que está marcada por su condición de mujer en un tiempo y en un lugar como ese.
Silvana, su Silvaniña, era un auténtico torbellino. En realidad... un fenómeno de la naturaleza, un vendaval, un frenesí imparable. Era hermosa y joven, a pesar de que ya contaba con veinte primaveras sobre sus hombros.
Lo interesante de la lectura es disfrutar de ese encuentro, de ese viaje interior y de la narración idílica que solo los cuentos tienen. Llamadme loca, pero me ha recordado a historias líricas llenas de sentimientos, descubrimientos, amor y felicidad eterna, y todo regado con una palabra: sencillez; sin olvidarme del lobo que vigila, ronda y ataca.
Empiezo a creer de verdad en la magia y en el poder de las hechiceras del bosque.
Ha sido bonito ver cómo la autora ha aunado las tradiciones ancestrales de la cultura popular, con las creencias en gnomos y hadas, y la naturaleza, sin estar reñido con la creencia en la existencia en Dios.
En sí, me ha parecido una metáfora de la vida, de la felicidad, del amor verdadero y de la comunión de la naturaleza y con las leyendas, que arrastra la verdad y la magia de todo. No ha resultado tan romántica como me esperaba, y como buscaba, pero nadie me quita el buen sabor y las mejores sensaciones que se me han quedado al terminar con ella.
Gracias por la reseña, no conocía la novela, últimamente se llevan mucho las protagonistas pelirrojas pero aunque comentes que no te ha parecido tan romántica creo que ésta no es muy de mi estilo. Besos
ResponderEliminar¡Holaaaa!
ResponderEliminarPues me llaman últimamente los romances de época y este libro tiene una ambientación y una portada que MADRE MÍA, QUE PRECIOSIDAD.
Eso si, como que no me termina de convencer eso de que la heroína sea tan buena y tan perfecta, y que el libro en sí sea tan feliz y de amor eterno... no se jajajaj yo es que soy más dramática para estas cosas y no se si me gustaría xD
¡besos!
Me encanta el género, la cubierta es preciosa y sí, mucha gente coincide con tu opinión sobre el estilo narrativo, cuidado, de la autora. Si además se acompaña de un poco de misticismo, creo que puede ser una muy buena opción de lectura.
ResponderEliminarBesos!
Hola, Elizabeth Bowman tiene un estilo muy particular. Muy narrativo y cuidado, es de los que me gusta, siempre y cuando acierte con la historia. Este lo tengo en la lista, a ver qué tal
ResponderEliminarMe apetece ;)
Un besote
No tiene mala pinta y la portada me gusta mucho, muy buen post
ResponderEliminarMe gustó mucho. La viví intensamente, como las historias que leía de jovencita, como Genoveva de Brabante y otras. La esencia de los cuentos, de las historias alrededor del fuego, de la tierra de mi madre..., todo está ahí. 🌳🍁🌳🍁🌳💚
ResponderEliminarPues resulta una buena mezcla por lo que comentas. Quizá ya va siendo hora de que lea a esta autora...
ResponderEliminarUn beso