Seduciendo a Mr. Bridgerton, de Julia Quinn #retorita4

473 páginas

Fecha primera publicación: 1 de julio de 2002

Título original: Romancing Mister Bridgerton

ISBN 849280114X

Series Bridgertons #4

A sus veintiocho años, Penélope se ha resignado ya a convertirse en una solterona destinada a envejecer cuidando a su madre. Durante una década, ha asistido a todas las fiestas de la aristocracia londinense, y siempre ha sido la muchacha mediocre, callada, la que nadie saca a bailar más que por compromiso, la que pasa inadvertida para todos. También para Colin Bridgerton, hermano de la mejor amiga de Penélope, guapo, audaz, soltero de oro... y su amor platónico desde siempre. Para Colin, Penélope siempre ha estado ahí, simpática, agradable, pero casi invisible. ¿Cómo es posible que todo cambie de repente? Sin saber bien cómo, el menor de los Bridgerton descubre a una mujer inteligente, sensible, audaz... y muy atractiva. Durante años se han conocido casi como hermanos, y de repente se dan cuenta de que no saben nada el uno del otro. Pero no todo lo que descubrirán va a resultar tan placentero...

Me salto totalmente mi orden de publicaciones en el blog para poner un par de pinceladas de mi última lectura, dentro del Reto Rita de este año; además, también dejo a un lado mi máxima de leer las series en orden. Tras haber leído hace tanto tiempo El duque y yo, primera de la serie, y casi no acordarme de su historia, me he animado con la cuarta entrega, guiada un poco por los comentarios y opiniones de Internet y porque las historias de wallflowers (damitas que pasan desapercibidas hasta que alguien es capaz de ver en ellas la fuerza que guardan) me gustan; llamadlo simpatía de género xD.

Ha sido una lectura relámpago maravillosa; tierna, divertida, romántica, sencilla y fácil, justo lo que esperaba y justo lo que buscaba. He recordado qué me gustó tanto de El duque y yo, y qué me hizo querer leer todos los libros de los Bridgerton, propósito que nunca cumplí, y que espero enmendar antes de que salga la serie de televisión.

Hay dos maneras de enfrentarse a este libro: habiendo leído los tres anteriores, con lo que ya conoces a los personajes protagonistas, o no habiendo leído los anteriores, así que vas un poco a ciegas. Yo soy de este segundo grupo y os aseguro que he disfrutado igualmente, tanto con Penelope, y su manera de ser invisible, como con Colin, y esa forma desenfadada de caer bien a todo el mundo sin implicarse en nada. 

Penelope se cogió el labio inferior entre los dientes, tratando, sin saber por qué, de reprimir su sonrisa. ¿Bajo qué estrella mágica nacería Colin que siempre sabía qué decir? Era el flautista encantado que sólo dejaba corazones felices y caras sonrientes a su paso. Apostaría dinero, mucho más que las mil libras que ofrecía lady Danbury, a que ella no era la única mujer de Londres perdidamente enamorada del tercer Bridgerton.

Una solterona como ella, camino de la vejez, como ella misma dice debido a sus nada desdeñables veintiocho años, y enamorada desde los dieciséis de la misma persona, a la que idealiza y con la que comparte una amistad esporádica, real y cómoda, verá cómo su vida, acomodada, simple y tranquila, cambia radicalmente al aparecer de nuevo en escena Colin Bridgerton de uno de sus viajes.

Inteligente, rápida de pensamiento, ávida lectora, gran conversadora con quien se siente cómoda, Penelope ha llevado una vida algo anodina, no se ha casado porque nadie ha estado allí para pedírselo, y ha pasado medio oculta para casi todo el mundo excepto para la familia Bridgerton, con la que tiene una relación muy estrecha y familiar, y a la que pertenece el amor de su vida y su mejor amiga, Lixie Bridgerton, otra "sorterona" que tiene su propio libro, del que intuimos algo en esa historia.  Penelope es consciente de su realidad y de sus todas sus limitaciones, y eso la convierte en un personaje muy interesante, del que esperas siempre una respuesta rápida y certera.

El amor no correspondido nunca ha sido fácil, pero por lo menos Penelope se acostumbró a él.

Colin es el tercer hermano varón de una gran y unida familia que tiene poder, situación y dinero; toda su vida ha tenido la necesidad de viajar, de desaparecer, aunque siempre volvía al hogar familiar. Es simpático, atractivo, educado, inteligente, divertido y nunca, nunca, se enfada. Es difícil reprocharle algo.

¿Qué tiene de maravilloso la historia de Penelope (para mí es su historia)? Poco a poco se van transformando los personajes, manteniendo un equilibrio entre ellos; de esta manera, lo que empieza con una pequeña Penelope y un gran y maravilloso Colin, acaba transformándose en una gran Penelope y un Colin necesitado e inseguro, que aprende a valorar las cosas gracias a ella. Creo que son un contrapunto espectacular y creo también que uno hace grande al otro.

Sonrisas y suspiros es lo que han conseguido de mí mientras veía cómo se iban acercando y cómo comenzaban a ser conscientes de su propia relación. Maravillosos diálogos; muy sinceros, muy directos y muy ágiles. Para mí, él es el torpe, el que tiene que aprender, el que descubre; y ella es la paciente, la que siempre está en un tercer (o cuarto) plano, la que no quiere molestar, pero que sabe mirar y sabe entender, y la que se sentirá adorada y querida, algo que ya no esperaba. Desde ese momento incómodo que nos cuentan en el prólogo, Penelope deja libre a Colin, le da alas, empujándolo para que busque, para que sea él y para que se aleje, y eso me ha parecido increíble, generoso y doloroso, ya que Penelope es consciente de que nada puede conseguir por lo que quiere que él sea libre y feliz. 

En el fondo sabía quién era, y esa persona era inteligente, amable y muchas veces incluso ingeniosa, divertida, pero no sabía cómo su personalidad siempre se le quedaba perdida más o menos siempre entre su corazón y su boca, y se sorprendía diciendo algo erróneo o, con más frecuencia, nada en absoluto.

Me ha resultado curiosa la manera en la que la autora ha estructurado la novela, pero entiendo que era necesaria para que se rediman ambos personajes y para hacerles ver que son perfectos como son, además de adecuados el uno para el otro. No es suficiente con que se quieran, tienen que respetarse y adorarse, y conseguir que todos lo sepan.

- Quédate.

Ella asintió.

Él la cogió en sus brazos.

Esa era Penelope, y eso era amor.

No me hubiera importado más acercamiento físico entre ellos, no lo voy a negar, porque esa timidez y ese deseo contenido dan mucho juego, pero supongo que a la historia no le iba. 

En resumen, una historia romántica, tierna y divertida sobre dos personas que estaban destinadas a quererse y a adorarse. Sin duda, una saga muy recomendable para los lectores que, como yo, nos confesamos amantes de este género que tantas alegrías nos da, y tantos suspiros nos deja.

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