Pinceladas de Harmonía, de José Luis Fernández Juan


¿Quedaba por desenmascarar en pleno siglo XXI algún estilo literario inédito? Sí, y florece en Pinceladas de Harmonía.
Con su inusitada prosa poética, José Luis Fernández Juan apuesta por un innovador lienzo, cosido con sedosas redes de conceptismo, reflexión, surrealismo y humor.
En diecisiete pinceladas, José Luis te invita a conocer el fascinante mundo de Harmonía con su cielo de violines y sus efervescentes habitantes vestidos de estrellas. Cuanto más los vayas conociendo, más los irás queriendo. Cuando cierres el libro, te seguirán acompañando.
Aquí nada es gratuito. Todo tiene sentido. Cada frase es una fiesta. En cualquier momento puedes encontrar la expresión más bella. Las palabras son mágicas, como sus juegos.
Por su continente y contenido, Pinceladas de Harmonía se convierte en un libro eterno. Siempre podrás volver a releerlo para descubrir sorprendentes matices que lo convertirán en un texto nuevo. Y así sucesivamente.
Si te animas, a buen seguro, disfrutarás del arco iris de sus páginas con su refulgente gama de risueños colores.

Así de enigmático es el argumento que acompaña a este libro en su contraportada. Es fácil darse cuenta, con una simple lectura, que lo que a continuación vamos a encontrar en sus páginas no es sencillo ni común. A finales del año pasado recibí un mail de un autor que no conocía, en el que me invitaba a leer su novela Pinceladas de Harmonía, a la que define como "...un libro deliciosamente diferente, innovador y entrañable". A mí, ya con ese entusiasmo me convenció, y me comprometí a leerlo. Es verdad que he tardado más de lo que yo esperaba, y más de lo que el libro se merecía, pero por fin lo he hecho, y voy a intentar contaros algo sobre él, aunque ya os adelanto que no será mucho y no será fácil.

Sinceramente, creo que es el libro más extraño que he leído hasta ahora. Antes de intentar hablaros de mi experiencia con él, os diré que Pinceladas de Harmonía es otra de esas rarezas literarias que últimamente parece que me acompañan. Así, sin pensarlo mucho, no sé muy bien a quién recomendar este libro; quizá a ese lector que necesite dar una vuelta de tuerca a sus lecturas, o a ese otro que busque un desafío hacia su comprensión lectora.

Es un libro difícil de calificar porque es como una especie de juego personal del autor en el que muestra un conjunto de personajes irreales, divertidos, a veces tiernos, con ese toque de felicidad conseguida a través de las pequeñas cosas que la voluntad y deseo de cada uno busca y anhela; pero siendo esas cosas absurdas e inimaginables, o por lo menos disparatadas.
Harmonía es un paraje idílico que nace en las alturas del monte Concordia y desde allí se prolonga hasta el litoral, atravesando diferentes sendas, rutas y paisajes. Sus lugareños viven felizmente diseminados a lo largo de esta vasta extensión de frondoso territorio de inusual belleza. 
 Para él, ella era su latido. 

Es un libro lleno de luz, de color, de arte, que se sale de lo habitual por su falta de planteamiento, nudo y desenlace, donde cada capítulo es la presentación, o explicación, según como queramos enfocarlo, de cada uno de estos personajes atípicos con nombres inverosímiles y difíciles de pronunciar. La fuerza del texto radica en el uso de las palabras y el uso de todos los significados, de sus diferentes acepciones de una misma palabra

... en Harmonía la convivencia de lo diferente es una certeza sabiamente fomentada por sus habitantes.


En Harmonía, cualquier concepto de arte se extrae de medidas combinadas en armonía. La influencia de nuestro ciclo de violines resulta evidente.

Me ha recordado, influida un poco por esa portada, preciosa, maravillosa y colorida, y por la palabra pinceladas del título, a un gran mural pictórico lleno de detalles, de personajes, de momentos, en el que, según donde mires, eres testigo de una cosa o de otra. Sé que no tiene nada que ver, y puede que su autor en estos momentos me llame loca, pero es como si tomo el Guernica, con su oscuridad, su dolor, su tragedia, y le doy la vuelta, cambiándolo completamente; así se llena de color, luz y música, mostrando un conjunto de personas, entrelazadas entre sí, porque en esta vida somos nosotros y los que nos rodean, con profesiones nada convencionales, y que viven y disfrutan de la vida en Harmonía.

Cuando llevaba muy poquito me di cuenta de la dificultad intrínseca en el texto, aunque en mi cabeza las palabras resonaban con cierta musicalidad, lo que me resultaba muy curioso; algo así como si el autor quisiera darme algo, mucho, en cada una de las frases.




Comicidad adherida a las mismas palabras, llena de conceptos algo absurdos y abstractos, pero a la vez simpáticos e incluso tiernosHay un ejercicio de pura retórica que a veces no he llegado a descubrir y que me tenía atrapada, a la vez que conseguía que me perdiera. Tengo la sensación de que todo es una especie de alegoría a la que he sido incapaz de llegar aun con la confianza mientras leía de encontrar ese eje argumental del libro que no llegaba situar.

Curioso, y atractivo, ese tono cómico que tiene, esa ironía que suele venir unida al manejo pícaro de las palabras; pícaro en relación con el juego del doble significado, dando una parte divertida. Tiene algún momento que me llevaba a una actuación de Faemino y Cansado (por nombrar a una pareja cómica que encaja en lo que os estoy contando) y su juego con las palabras y la realidad para llevar al espectador al humor en su estado más básico.
Se conocen desde niñas de que salían en la misma pandilla. Sobresalían. Se salían y volvían a entrar. Las dos estudiaron en la universidad de Arte Contemporáneo de Harmonía; Cloe cursó Pintura Plástica; Cynthia se matriculó en Ingeniería Mecatrónica. Las dos concluyeron con éxito sus respectivas carreras. Las mejores de su promoción. Se casaron con sus respectivos novios y tuvieron sus respectivos hijos. Nunca perdieron el contacto, aunque últimamente debido a sus particulares ocupaciones, se veían un poco; situación, cuanto menos entraña, viniendo de dos personas de muy buen ver.
Es complejo de leer y es complicado de apreciar; el número de palabras desconocidas es enorme, aunque acabas acostumbrándote un poco a ese ritmo narrativo que marca, y al atractivo de ese texto tan enrevesadoHa sido difícil adentrarme en ese arco iris de páginas, de colores, de personajes, que uno tras uno van apareciendo; me desubicaba constantemente porque me resultada complicado quedarme con el compendio de nombres estrambóticos, con lo que me costaba mucho evocar el plano que resultaba de este cuadro. 

Como tras leer Pinceladas de Harmonía mi cabeza hervía con algunas preguntas, curiosa que es una, no lo voy a negar; José Luis tuvo a bien dar respuesta a dichas dudas para dejarme más tranquila... o no... según se mire. Pero esto será mejor dejarlo para mañana, solo os diré cuáles han sido mis preguntas, para poneros en contexto: (por cierto, si a alguien se le ocurre alguna, que me la ponga y yo se la remito al autor)

Ahí van:
- ¿De dónde sale este libro? ¿cuál ha sido la necesidad para escribirlo? ¿va en relación al uso de las palabras y de su significado, así como la falta de conocimiento de las figuras retóricas, o es más algo relacionado con la felicidad?
- De todos los personajes que aparecen en el libro, de cuyos nombres es imposible acordarme, ¿cuál es tu favorito? ¿por qué?
- ¿Por qué Harmonía con h?
- Me he vuelto loca con el sin fin de términos que utilizas en el libro y que jugaban con mi capacidad lectora y mi entendimiento; ¿forman parte de tu vocabulario diario o ha sido más la manera de jugar con el doble, o triple, o cuádruple, significado de cada vocablo? ¿qué quieres transmitir con eso al lector?
- ¿Cuál es el público al que va dirigido el libro? ¿Qué tipo de lector crees que disfrutará con él?
- Por último, ¿qué me dirías si te dijera que hay ciertos momentos que me recordaban al humor "absurdo y lingüístico" de Faemino y Cansado, sobre todo por el juego semántico de las frases?








Comentarios

  1. Parece interesante pero no me termina de llamar, muy buen post guapa, besos

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  2. Este libro lo reseñó MB en el blog y recuerdo que me comentó que tuvo que leerlo con el móvil al lado para ir buscando muchas de las palabras que aparecen en el libro porque si no es complicado seguir la lectura. Debe ser una lectura dificil de recomendar pero diferente y muy osada, cosa que también se agradece.

    ¡Besote!

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