Tres pequeñas mentiras, de Laura Marshall

Colección: Los Imperdibles
ISBN: 9788417761875
Encuadernación: Rústica con solapa
Páginas: 432

DOS MEJORES AMIGAS. UNA FATÍDICA NOCHE.

Diez años atrás, un horrible acontecimiento sacudió sus vidas, pero no destruyó su amistad. Ahora, Ellen y Sasha comparten piso en Londres, todavía unidas por lo que ocurrió en el pasado. Pero, de repente, un día, Sasha no vuelve a casa. Siguiendo su instinto, Ellen inicia la búsqueda de su amiga, y pronto descubre que quizá no conocía a Sasha tanto como pensaba. Quizá todos estos años, Sasha no haya hecho más que fingir. Cuantos más secretos descubre, más peligro corre su vida. Porque alguien la observa. Alguien que hará todo lo posible para que el pasado quede enterrado para siempre.

NADA ES MÁS PODEROSO QUE UNA MENTIRA. EXCEPTO TRES MENTIRAS.

Es curioso. Creo que hasta que empecé a participar en los concursos de lecturas conjuntas organizados por el blog Libros que hay que leer no conocía a la editorial Duomo; no porque no tuviera ningún libro de ellos sino, simplemente, porque no me había percatado. Ahora soy muy consciente de los libros de Doumo y de su línea editorial. Me gustan, son libros que resultan muy cómodos de leer.

Dejando a un lado mi pequeño comentario sobre «la comodidad» de las ediciones de Duomo, os diré que cuando me dicen que voy a leer un thriller inmediatamente pienso en asesinatos, si son en serie casi mejor, y en acción, crímenes, investigación y rapidez; y resulta que es un error por mi parte pensar así, ya que thriller es, simple y llanamente, una novela de suspense, solo que en inglés suena más interesante. En Tres pequeñas mentiras el suspense está muy presente y es, a veces, excesivo. No lo digo en tono negativo. 

Diría que es un domestic noir en torno a la intriga generada por un caso de violación (aparece en el primer capítulo; podéis comprobarlo AQUÍ) ocurrido hace diez años. La sensación de límite, incluso de angustia por el miedo que Ellen vive al no saber dónde está su amiga Sasha, viene acrecentada por ser una novela desestructurada temporalmente, cuya autora utiliza el anacronismo para ir narrando lo que les ocurre a los personajes en el presente y lo que les ocurrió en el pasado, y así no solo explicar su proceder sino también sus fantasmas, además de darnos respuestas. Este recurso literario aumenta exponencialmente el suspense, ya que nos va dejando muchos frentes abiertos, y cuanto más leemos, parece que más dudas tenemos. Es un puzzle cuyas piezas se nos van mostrando para encajar al final, lógicamente, aunque a lo mejor no de la manera que tú pensabas. 
—Es difícil desdecirse de una mentira —respondo despacio—, volver sobre el tema. Es mucho más fácil seguir como si nada. Y cuanto más tiempo pasa, más difícil se hace.
Lo que aparentemente parece algo demasiado sencillo para conseguir que acabe atrapándote, se va complicando a medida que vamos avanzando en la desaparición de Sasha y en cómo vivieron ciertos momentos los protagonistas en el pasado. Las relaciones personales y la verdad que hay en ellas son la esencia de lo que estamos leyendo, pero tú, como lector involucrado, tienes la sensación de que hay algo más, de que al final llegarás a ese punto de no retorno donde entenderás qué llevó a «esas mentiras» que propiciaron todo y qué era lo que escondían, si es que escondían algo; con la salvedad de que sus consecuencias las conoces, pero no las razones que llevaron a ellas.


La narración, principalmente, corre de la mano de dos mujeres, ambas testigos, aparentemente forzosos, ajenas a lo que ocurrió, pero involucradas en todo. Sin duda, la información que recibimos está totalmente sesgada y juzgada por ellas mismas, aun así, es suficiente para que seamos capaces de tener nuestra propia opinión sobre lo que vamos descubriendo. 
A veces tengo la sensación de ser una niña cambiada, como los cuentos de hadas, ¿sabes? Me gustan la literatura y el arte y me interesa saber qué pasa en el mundo. A mis padres lo único que les interesa es saber qué pasa en Gente de barrio, los resultados del fútbol y el nuevo invernadero de John y Linda.
Si bien me costó entrar en la historia, en parte debido a esa sencillez a la que hago referencia antes, es en el último tercio de la novela, donde todo se va destapando, cobrando sentido lo que hasta ese momento había estado leyendo, cuando me encontré atrapada por la narración y por la necesidad de entender, comprender y aceptar. Esto último es algo que me ocurre muchas veces: tengo que acercarme al personaje, por muy oscuro que sea, y más en una narración de este tipo cuya intimidad propicia mi curiosidad psicológica, para que mi lectura sea mejor. 
Es fácil mentirse a uno mismo, porque nadie te va a cuestionar. Nadie te va a decir: espera, eso no es así. Es posible que oigas una vocecilla interior por la noche en la oscuridad, cuando todos los ruidos se amortiguan, pero no resulta difícil hacerle caso omiso, sobre todo cuando sale el sol y la vida empieza de nuevo. Tienes tus días de trabajo, familia, amistades, entretenimientos y vida social y al poco ya no escuchas esa vocecilla.

Por último, me gustaría destacar el trabajo de personajes que tiene la historia; más complejo de lo que puede aparentar en un primer momento, y muy acertado. Olivia, madre de Daniel y de Nicholas, culpándose por lo que hizo, o por lo que no hizo, para evitar lo que ocurrió. Ellen, desesperada porque su mejor amiga, Sasha, con la que convive, ha desaparecido. Llena de miedos porque el pasado puede volver y arruinar su presente, y de dudas e inseguridades. Alrededor de ellas, el resto de personajesSasha, personaje esencial, que para algunos lectores está considerada la protagonista porque es el nexo de unión entre todos, aunque para mí no lo ha sido, así como Daniel, Nicholas, Karina, Tony, y otros más. La autora consigue que conozcamos a todos, os lo aseguro.
Hasta que un bebé no tiene seis o siete meses no sabe qué es una persona diferenciada de su madre. Hasta entonces, cree que son la misma persona, lo cual explica que al separarse de ella se ponga tan nervioso. Con el tiempo, el bebé lo entiende, pero en el caso de la madre esa sensación nunca desaparece. Tu hijo y tú sois, siempre y para siempre, una sola persona. Sientes como propios cada corte, cada comentario mezquino, cada vez que le rompen el corazón.

Sensación global: ha estado muy bien, siendo, para mí, lo más interesante de esta novela su construcción, y lo que consigue con ella, que, de forma muy acertada, teje lo que es toda la estructura de la historia y la verdad que se encierra en ella, además de perfilar unos personajes muy interesantes. Esos saltos entre 2005, 2006 y 2007, junto con el presente de 2017, son fundamentales para que esta historia tenga la fuerza suficiente para recomendarla.  

Si te ha gustado, sigue mi blog 




Comentarios

  1. No pinta nada mal este libro, me lo llevo apuntado.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Pues pinta muy bien, lo tendré en cuenta, besos y buen post guapa

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola!
    El libro pinta genial y lo reseñas tan bien que dan ganas de leerlo jejeje.
    Pese a ello, no es el tipo de novela que estoy buscando ahora, pero quién sabe si en un futuro puede apetecerme.
    ¡Muchas gracias por la reseña!
    ¡Por cierto!, me quedo por aquí :)
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por participar en la lectura conjunta y por esta fantástica reseña. Coincidimos en líneas generales y, incluso, en el extracto que has copiado (que yo puse en tiwtter jajaja)
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Yo también avisté que los personajes son más complejos de lo que parecen en un primer momento, creo que es lo que más he disfrutado junto al suspense y esas ganas de continuar leyendo. Me alegro que también te haya gustado, aunque hayas encontrado esos fallos y al principio no consiguiera engancharte.

    Nos vemos entre páginas
    La vida de mi silencio

    ResponderEliminar
  6. Hola, Carmen. Ya tenía anotada la novela, mi género favorito. Mil gracias por tus impresiones.

    Besos y buen viernes.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Unlimited

Entradas populares de este blog

Me olvidé de mí

Piso para dos, de Beth O'Leary

¿A quién teme el diablo?, de Pablo Palazuelo

La solterona, de Jana Westwood #PremioLiterario2018

Sólo mía, de Elizabeth Lowell (Only #2)

El diablo también se enamora, de Eleanor Rigby

Tan cerca del horizonte, de Jessica Koch

El último día de mi vida, de David Orange #PremioLiterario2018

El hombre fetichista, de Mimmi Kass #retoíntimo

El señor de la guerra, de Elizabeth Elliott