Todo esto te daré, de Dolores Redondo
Fecha de publicación: 30/10/2018
Idioma: Español
ISBN: 9788408196440
Formato: 13 x 20 cm.
Presentación: Rústica sin solapas
En el escenario majestuoso de la Ribeira Sacra, Álvaro sufre un accidente que acabará con su vida. Cuando Manuel, su marido, llega a Galicia para reconocer el cadáver, descubre que la investigación sobre el caso se ha cerrado con demasiada rapidez. El rechazo de su poderosa familia política, los Muñiz de Dávila, le impulsa a huir pero le retiene el alegato contra la impunidad que Nogueira, un guardia civil jubilado, esgrime contra la familia de Álvaro, nobles mecidos en sus privilegios, y la sospecha de que ésa no es la primera muerte de su entorno que se ha enmascarado como accidental. Lucas, un sacerdote amigo de la infancia de Álvaro, se une a Manuel y a Nogueira en la reconstrucción de la vida secreta de quien creían conocer bien.
La inesperada amistad de estos tres hombres sin ninguna afinidad aparente ayuda a Manuel a navegar entre el amor por quien fue su marido y el tormento de haber vivido de espaldas a la realidad, blindado tras la quimera de su mundo de escritor. Empezará así la búsqueda de la verdad, en un lugar de fuertes creencias y arraigadas costumbres en el que la lógica nunca termina de atar todos los cabos.
No he leído la famosa trilogía del Asesino del Batzán. No porque no quisiera, sino porque no he tenido tiempo para hacerlo. Cuando la autora ganó el premio Planeta me sorprendió. Fue un año en el que el nombre de Dolores Redondo se escuchaba mucho, así que hubo quien dijo que era una jugada de Planeta para asegurarse ventas. Yo, sobre ese tipo de polémicas, no opino. Me da igual. Yo opino sobre los libros y si me gustan o no. Tras haber leído Todo esto te daré, entiendo perfectamente por qué ganó el premio; la historia me ha parecido excelente, tanto por la intriga generada en torno a todo lo que Manuel va descubriendo como por el trabajo intimista realizado en torno a Manuel y su relación con Álvaro.
Sería más fácil si los muertos no dejaran sus pertenencias atrás, como cascarones vacíos de nautilus extinguidos; sería más sencillo si cualquier huella de su existencia fuera borrada con ellos, olvidando incluso sus nombres como los de los faraones del Antiguo Egipto.
La historia comienza con una muerte repentina, la de Álvaro, tras un accidente de coche en Galicia, lugar donde su marido, Manuel, un famoso escritor, no sabía que estaba. A partir de este momento, Manuel luchará con la pena por la pérdida y con el dolor de sentirse engañado, y se cuestionará todo lo que ha sido su vida en los últimos quince años.
Existe una tristeza vista, pública, de lágrimas y luto, y otra inmensa y silenciosa que es un millón de veces más poderosa.
Un acierto por parte de la autora ha sido construir una novela con diferentes centros de interés, y saber hacerlo manteniendo el equilibrio adecuado para que el conjunto sea una historia que merece la pena leer y que puede gustar a una amplia variedad de lectores. Tenemos ese viaje que hace Manuel hacia comprender y aceptar, quizá la parte intimista de los personajes; tenemos la intriga que aporta una investigación para descubrir lo que no se sabe, lo que pasó y cada uno de los personajes involucrados; y luego, para mí, el que más me ha llegado, la historia de amor entre Manuel y Álvaro, llena de detalles maravillosos que ayudan a Manuel a avanzar.
Leer fue la fortaleza en la que defenderse mientras se batía una guerra perdida contra el instinto exultante de su sexualidad. Leer era una defensa, un escudo con el que armar de recursos su timidez para relacionarse. Pero escribir era infinitamente más que eso. Escribir era el palacio interior, los sitios secretos, los lugares más bellos formando parte de un conjunto de ilimitadas estancias que el recorría, riendo, corriendo descalzo, deteniéndose a acariciar la belleza de los tesoros que allí albergaba.
Soy consciente de que hay mucho más aparte de ellos, pero a mí me han atrapado. Tal como se agolpan los recuerdos en nuestra cabeza cuando nos encontramos sufriendo frente a algo, el texto va cambiando entre lo que le ocurre a Manuel y su pasado, con sus pensamientos sobre Álvaro, su traición, su engaño, cuando se conocieron, sobre lo que sentía, sobre sus miedos, sobre sus verdades e sobre sus expectativas. Mientras disfrutaba de esa investigación y de esas relaciones que establece Manuel en la tierra de Álvaro, iba avanzando en la lectura, acercándome más a ellos, Manuel y Álvaro, a través de Manuel y de otros personajes.
Sería más fácil si los muertos no dejaran sus pertenencias atrás, como cascarones vacíos de nautilus extinguidos; sería más sencillo si cualquier huella de su existencia fuera borrada con ellos, olvidando incluso sus nombres como los de los faraones del Antiguo Egipto.
Existe una tristeza vista, pública, de lágrimas y luto, y otra inmensa y silenciosa que es un millón de veces más poderosa.
Leer fue la fortaleza en la que defenderse mientras se batía una guerra perdida contra el instinto exultante de su sexualidad. Leer era una defensa, un escudo con el que armar de recursos su timidez para relacionarse. Pero escribir era infinitamente más que eso. Escribir era el palacio interior, los sitios secretos, los lugares más bellos formando parte de un conjunto de ilimitadas estancias que el recorría, riendo, corriendo descalzo, deteniéndose a acariciar la belleza de los tesoros que allí albergaba.
A todo esto le añadimos que Manuel es escritor, por lo que nos muestra un proceso de creación literaria que nace de dentro, nace de esa verdad, como bien dice Álvaro en algún momento, y creo que la autora transmite ese proceso de creación que llega a ser doloroso para el escritor, y lo transmite muy bien.
—Indiferencia —sentenció el sacerdote—. En ocasiones es una de las fases del duelo que trae la muerte, viene justo después de la negación y antes de la negociación.
—Indiferencia —sentenció el sacerdote—. En ocasiones es una de las fases del duelo que trae la muerte, viene justo después de la negación y antes de la negociación.
Una de las cosas más interesantes que yo he percibido de esta historia es lo vivo que está Álvaro, teniendo en cuenta que la novela comienza con su muerte. Con esto me refiero a que, girando todo alrededor de Manuel, de su dolor, de su ignorancia, y de la investigación que lleva a cabo, Álvaro es el otro gran protagonista de la historia. Todo esto ha conseguido que yo, como lectora, además de leer sobre el dolor de Manuel, haya sufrido por Manuel, y con él. Lo dicho, me daba pena su pérdida, muy por encima de su ignorancia, me daba pena cómo había perdido al amor de su vida, y he disfrutado de cada paso hacia delante que marcaba.
Sintió regresar la calma con cada cucharada de caldo ardiente, con el sabor de las verduras y el amargor del unto, la constancia potente de un plato ideado para ser reconstituyente de cuerpos y de almas, alivio para viajeros y calor de invierno.
Por cierto, no puedo terminar esta opinión sin hablar de Galicia. Impresionante cómo consigue Dolores Redondo envolver todo de aire gallego, de sus verdes y sus azules, tan intensos; de su lluvia constante, impregnando todo; de sus gentes y su carácter. Mientras leía tenía la sensación de que si fuera gallega, o si conociera en profundidad esa tierra, entendería más esa manera de relacionarse o de responder que tienen la mayoría de los personajes.
—El feísmo gallego —sentenció Nogueira.
—¿Qué? —contestó Manuel saliendo de su ensimismamiento.
—El feísmo, esta puta costumbre de hacer todo a medias que tenemos aquí, viene de la tradición de ir dejando trocitos del terreno a los hijos para que se hicieran una casa. Se construían el tejado y las paredes y en cuanto podían meterse dentro se casaban y terminaban de construirla poco a poco... Sin ningún criterio, en muchas ocasiones sin pedir permiso o consultar con profesionales. Un tipo de edificación que obedece más a las necesidades de cada momento que a la estética. El feísmo.
En resumen, Todo este te daré (título que cobra significado cuando lees el libro), comienza pareciendo un libro complicado, lleno de sensaciones y personajes, para acabar transformándose en un libro de intriga. Descubrir qué ocurrió y cómo ocurrió es el hilo que mueve a los personajes y que les hace acercarse, y Álvaro es el nexo común a todos ellos.
Todo esto te daré si postrándote ante mí me adoras.
Los giros finales se agradecen, y más en este tipo de lectura. Me ha gustado mucho, la verdad. Es una de esas historias que merece la pena leer y Manuel y Álvaro son dos personajes que merece la pena conocer.
Sintió regresar la calma con cada cucharada de caldo ardiente, con el sabor de las verduras y el amargor del unto, la constancia potente de un plato ideado para ser reconstituyente de cuerpos y de almas, alivio para viajeros y calor de invierno.
—El feísmo gallego —sentenció Nogueira.—¿Qué? —contestó Manuel saliendo de su ensimismamiento.—El feísmo, esta puta costumbre de hacer todo a medias que tenemos aquí, viene de la tradición de ir dejando trocitos del terreno a los hijos para que se hicieran una casa. Se construían el tejado y las paredes y en cuanto podían meterse dentro se casaban y terminaban de construirla poco a poco... Sin ningún criterio, en muchas ocasiones sin pedir permiso o consultar con profesionales. Un tipo de edificación que obedece más a las necesidades de cada momento que a la estética. El feísmo.
Todo esto te daré si postrándote ante mí me adoras.
Pues no he leído aún nada de la autora. Son tantos los libros que quiere una leer... Pero tengo que hacerle hueco. Y no sé si empezaré por éste o por su famosa trilogía. Desde luego me has dejado con ganas de estrenarme con ella.
ResponderEliminarBesotes!!!
No me termina de llamar la atencion por lo que lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos
Leí la trilogía del Baztán. Viví un año en Elizondo y me apetecía mucho leer una serie policíaca ambientada allí. Como me fue gustando cada vez menos y aún menos en el recuerdo, a medida que pasaba el tiempo, no me apeteció leer más de la autora. Creo que, por ahora, sigue sin apetecerma.
ResponderEliminarUn beso.
Tiene pinta de ser una lectura muy interesante, pero para mi personalmente no me termina de llamar, muy buen post guapa
ResponderEliminarJustamente mi lectura actual es la primera entrega de la trilogía del Baztan, El guardián imposible, y me está gustando mucho, así que este libro con total seguridad, lo leeré también.
ResponderEliminarY sí, uno de sus puntos fuertes es la ambientación, como tú también destacas de esta historia.
Me alegro de que tu estreno con esta autora, haya sido todo un éxito!
Besos!
Hola. Lo he leído y reseñado, me gusto mucho y me ha encantado recordar la lectura al leerte.
ResponderEliminarBesos.
Me encantó la trilogía del Baztán y cogí este libro con muchas ganas, y la verdad es que no me decepcionó, me gusta mucho como cuenta las cosas esta autora :)
ResponderEliminarTodavía no leí nada de Dolores Redondo, ni la trilogía del Baztán. Pero sí tengo pendiente de lectura Todo esto te daré. Veo que la disfrutaste, y que tiene unos ingredientes atractivos, con el añadido de que buena parte de la trama transcurre en mi tierra, en Galicia. Besos.
ResponderEliminar¡Hola! ^^
ResponderEliminarA mi este libro no logró engancharme en ningún momento, así que cuando iba por la mitad lo abandoné, porque se me estaba haciendo muy cuesta arriba la lectura.
Un abrazo!
Esta novela recibió tanto críticas positivas como negativas. Yo fui de las que disfrutó muchísimo con ella y, evidentemente, también pienso que fue un premio merecido. Gracias a ella "descubrí" la Ribeira Sacra y al año siguiente fui a visitarla
ResponderEliminarBesos
¡Hola! no sé si ya habrás leído la trilogía del Baztán, pero te la recomiendo, porque si esta novela te ha gustado, la trilogía te va a encantar.
ResponderEliminarA mi me falta por leer la precuela que ha salido hace poco, la acabaré leyendo.
Besos
Pues no he leído nada de ella todavía aunque la tengo en mente pero creo que el Baztán me llama más.
ResponderEliminarUn abrazo