Delicioso, de Sherry Thomas #retorita3

Editorial: PLAZA & JANES EDITORES, S.A. 

Año de edición: 2010

Materia Ficción romántica y erótica

ISBN: 9788401383045
Páginas: 320
Encuadernación: rústica
Colección: narrativa femenina

Aunque los tiempos han cambiado, el protagonista de esta historia es un príncipe, si bien no de sangre azul. Es un príncipe de la política, un hombre poderoso que un día podría llevar las riendas del país... La heroína, claro, es una bella joven. Una mujer que pasa muchas horas entre fogones. Una mera sirvienta. Pero a los ojos de muchos es una artista de la cocina, alguien capaz de convertir cada plato que crea en una experiencia inolvidable, adictiva, y cada banquete en un deleite para los sentidos y la antesala al paraíso... También hay una residencia palaciega, parientes malvados y un momento donde ella tiene que renunciar a su amado para siempre... Alguien podría pensar que esta es una nueva versión de la Cenicienta. En realidad, sin embargo, es la confirmación de algo que ya sabían nuestras abuelas?. Conquistar el estómago de un hombre es el primer paso para llegar a su corazón... Ambientada en la refinada Inglaterra de finales del siglo XIX, la segunda novela de la autora de Acuerdos privados sorprende, atrapa y seduce por una historia y unos personajes que enamoran...

Dos novelas leídas de Sherry Thomas (Acuerdos privados y Delicioso) y dos novelas muy disfrutadas. Creo que puedo decir que el estilo de esta autora y su manera de envolver las historias me gusta, me gusta mucho.

Delicioso tiene algo distinto a otras novelas de este género, no solo por lo inusual de la historia en sí sino también por cómo se genera esa atracción entre ellos, esa necesidad que impera en otros muchos aspectos de su realidad. Conmigo, esto, ha funcionado. Puede que a todo el mundo no le pase así, porque ya sabemos que en las sensaciones lectoras no impera ni la lógica ni la objetividad; aunque es indiscutible la calidad narrativa de la autora y su capacidad para transmitir.

Pero los cuentos de hadas sólo hablaban de doncellas virtuosas y sin tacha, de jóvenes tan puras en cuerpo y alma como hermosas. En ellos no había lugar para las mujeres obstinadas y poco juiciosas que se han labrado su propia desgracia y sus desengaños amorosos.

Sin mucho lío os diré que tenemos a una protagonista, Verity, con pasado que ocultar, que trabaja como cocinera en una gran casa londinense, lugar donde una noche ocurre algo inesperado que cambiará toda su realidad y el camino que se había marcado. También tenemos a un protagonista masculino, hijo bastardo, que ha superado su condición llegando a una muy buena situación por su trabajo y esfuerzo, y que se ve obligado a tomar las riendas de todo; atormentado también por su pasado, sus recuerdos y, sin duda, por su presente. Dos almas y una historia de amor.

Y aquel era el peligro de madame Durant y de su cocina. No le preocupaba que fuera deliciosa, sino su poder evocador, que lo hacía trascender la comida. El redescubrimiento del gusto era tan peligroso como había temido, pues despertaba en el otros deseos, añoranza de todo lo que no tenía, de todo cuanto había amado y había intentado mantener a su lado y, sin embargo, había perdido.

Había deseado retenerla ella, por supuesto; siempre a ella. A su madre,que le prometió que lo visitaría a menudo y jamás lo hizo. A su hermano, que en otro tiempo había sido un hermano y no un enemigo. Los había amado a todos, los había perdido a todos, habían desaparecido dejándolo solo para recordarlos en la oscuridad de la noche, hambriento por mucho que comiera.

Gran parte del peso de la narración, aunque os parezca curioso, gira en torno a la comida y a las sensaciones que esta transmite, tanto a ellos como al lector. Las descripciones de la comida nos llevan directos a las descripciones de los sentimientos, ocultos; a través de las sensaciones que fluyen en los sentidos ellos coinciden, se encuentran, se incitan y se acercan. Además, todo está aderezado con una magnífica ambientación social y temporal. Otro punto fuerte de la historia.

Yo pasé de la sorpresa a la expectación y de la curiosidad al deleite por lo que iba leyendo, por esa manera de relacionarse entre ellos y por esa manera de la autora de narrármelo. Disfruté de su presente y de su pasado, sufriendo, no lo voy a negar. 

Se agradece que los protagonistas no sean jóvenes inexpertos sino adultos con experiencia y un pasado complejo porque las posibilidades que eso genera en la trama son mucho más interesantes que las que nos dan las "vírgenes maneras" presentes en otras historias. No son perfectos, están llenos de defectos y de errores en su manera de actuar; lo que genera reproche y también arrepentimiento. 

—No se puede controlar a un genio poderoso... —dijo él.—¿No?—Por cada deseo que te concede, se lleva algo que amas.—¿Qué deseo pidió usted? —preguntó Verity con naturalidad.Podía inventarse algo, cualquier idea extravagante y alejada de la verdad.—Un padre —respondió Stuart.Ella apretó los dedos alrededor del vaso vacío.—¿Y qué se llevó?—A mi madre...

Si ya nos parecía que la situación de Verity es extraña, con él pasa un poco lo mismo. Todo es una especie de juego de comprensiones. 

Para Verity, los olores de su cocina eran tan bellos como los sonidos de una orquesta. Aquella estancia era su feudo, su santuario. Cocinaba allí con absoluta concentración, sin perder la calma, alerta a los más útiles estímulos de los sentidos y al menor movimiento de sus subordinados.

No sé si a vosotros os pasa, pero a mí me ocurre que cuando leo un libro intuyo o imagino cómo es el escritor; en caso de Sherry Thomas pienso en una mujer pausada, inteligente, suspicaz, que dice lo justo, con mucha claridad, con cierta picardía, le gusta insinuar y es intuitiva; creo que todo esto lo refleja en sus historias.

—¿Sabe usted, madame, lo que le ocurre a un hombre que ha pasado décadas en la oscuridad y de repente se encuentra a pleno sol?—No, señor.Lo oyó soltar el humo. Óleo el aire cálido del picante que se extendió entre los dos.—Que la luz lo ciega —dijo Stuart Somerset—. Y yo no quería quedarme ciego. Buenas noches, madame.

Delicioso resulta una novela muy curiosa, con pocos personajes y una trama aparentemente sencilla pero con una historia detrás que les acerca y les aleja, mientras que a ti te atrapa entre sus páginas. Me ha encantado, se nota, ¿verdad?

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