La cocinera irlandesa, de Mary Beth Keane

Fecha de publicación: 3 de julio de 2019
Nº de páginas 416
Tema Novela histórica
Sello HarperCollins

A principios del siglo XX, Mary Mallon emigró a Nueva York desde Irlanda con quince años. Valiente, testaruda y con el sueño de ser cocinera, luchó para llegar a serlo desde los puestos más bajos del servicio doméstico. Descubrió que era una gran chef y pronto la aristocracia neoyorquina empezó a pelearse por sus servicios, lo que le dio una rara independencia para la época. Parecía que podría cumplir su sueño. Pero empezó a dejar un reguero de enfermos de tifus a su paso y fue identificada como portadora asintomática por los investigadores, que la pusieron en busca y captura.
La llamaron Mary la Tifoidea. Decían que transmitía el tifus de sus manos a la comida de aquellos a los que servía. Decían que ella lo sabía. Pero Mary no estaba enferma. Ella no había hecho nada malo.
No fue arrestada rápidamente. Hubo avisos, requerimientos y, cuando por fin fue detenida, no se dejó llevar tranquilamente. Tachada de asesina y condenada tanto por la prensa como por la opinión pública, Mary siguió luchando por su libertad, sin importarle el coste…

Una novela interesante e intrigante a la que te deberías enfrentar con la seguridad de ser ya conocedora de la historia que vas a leer, la de Mary Mallon, o Mary la tifoidea, como la llamaban entre otros calificativos; fue la primera persona sana reconocida como portadora de una enfermedad, en este caso el tifus, con todo lo que ello podía conllevar. Es verdad que para mí, al menos, no era una historia relevante y, como la mayoría, no había oído hablar de esta mujer antes, pero en la sociedad neoyorquina de comienzos del siglo XX, y supongo que durante mucho más tiempo en aquel país, sí que fue alguien muy conocido y, en parte, odiado o temido.

Lógicamente, hay dos maneras de enfrentarse a esta novela: conociendo de antemano los hechos más relevantes de la historia de Mary Mallon, su cautiverio y cómo vivió el proceso, o no conociendo nada en absoluto. Normalmente me decantaría por la segunda opción pero, en este caso, y tal y como está escrita la novela y la estructura que tiene, creo que se disfruta más, a la vez que se entiende la motivación de la autora para escribirla, si conoces algo de Mary la tifoidea antes de comenzar a leer. Pensad que de esa manera te acercas más a la protagonista, a esa mujer que sin ser culpable de nada e ignorando cómo se contagia la enfermedad, se ve acosada y abocada a una realidad que ella no comprende.

He leído en Internet que la autora quería dar voz a Mary Mallon y mostrar su parte humana, con sus virtudes y defectos, y creo que eso lo ha conseguido de manera muy acertada. No estoy hablando de que nos presente a una mujer muy buena; no, nos trae a una mujer real, luchadora, amiga y amante; a una mujer que con 15 años emigró de Irlanda, tras quedarse sola, donde la situación de pobreza era extrema y el hambre, la enfermedad y la muerte eran algo muy habitual, a Estados Unidos, a casa de una tía; con mucho esfuerzo, y soledad también, acabó trabajando de cocinera para familias importantes. Creo que ella se sentía ella solo cuando cocinaba, pero tenéis que leer el libro para ver si estáis de acuerdo conmigo.
Querían sus manos, su vientre, sus pechos y sus caderas, querían todas y cada una de las sustancias húmedas que salieran de ella... pero cuando llegaban a su cara apartaban la mirada.
Un texto a veces frío, a veces demasiado distante y a veces tan cercano a sus pensamientos que casi puedes darte cuenta de lo que suponía la vida en una ciudad como Nueva York a principios del siglo XX. Esa mezcla entre trabajo, esfuerzo, pobreza, suciedad, precariedad y, a la vez, libertad es muy interesante. A su manera, Mary busca ser libre para elegir y tiene la fuerza de una mujer hecha a sí misma. Creo que es justo la historia que la Mary Mallon de verdad nos hubiera contado, o al menos he querido imaginármelo así.

-Comencemos por su arresto.-Mi secuestro, querrá decir. -Se mordió el labio en cuanto lo dijo, no quería que la considerara una persona poco razonable.-Sí, supongo que eso lo describe mejor.
Una novela dividida en tres partes; la primera, el habeas corpus, es la más larga y, para mí, la más lenta de leer. Quizá ahora, tras haber terminado la novela, puedo comprender mejor y no me resultaría tan cuesta arriba. Me costó engancharme a la historia, me costó empatizar con ella, me costó situar el camino marcado por el hilo argumental; en resumen, me costó leerla. Cuando llegué a la segunda parte, titulada Libertad, me di cuenta de que hasta ese momento, la autora había usado la información conseguida a través de las publicaciones de la época, porque era la parte más histórica de todo el libro, pero entonces se atreve con presentar a Mary y a su vida y pensamientos sabiendo lo que piensan de ella y queriendo seguir adelante. Entonces es cuando me acerqué al personaje, y lo hice más real. Curioso, ¿verdad?
Puede que esa fuera la primavera en la que él le dijo de una vez por todas que no se casaría jamás con ella. No porque no la amara, sino porque no creía en el matrimonio. Sí, de acuerdo, en sus respectivos países de origen había costumbres inamovibles, pero la gracia de vivir en América era, precisamente, que allí había libertad para que dos personas pudieran hacer lo que les viniera en gana, ¿no?

La tercera parte se titula Y tendió sobre mí la bandera de su amor. Es una parte intensamente real y desgarradoramente definitiva, pero siempre con ese tono construido como pensamientos pero con la distancia de estar contado en tercera persona. 

Al final, un epílogo; para mí, esencial y que da sentido a la lectura, a su estructura, a su por qué, e, incluso, al cómo está contado.

A la vez que seguimos la historia de Mary, se nos va relatando el viaje como inmigrante, la llegada a Nueva York, sus ilusiones, el trabajo duro, el querer ser alguien por sí misma y no depender de un hombre...todo esto y más está impregnado en las palabras.
Todas las grandes casas de Nueva York eran iguales. Todas ellas estaban manejadas por mujeres que habrían tenido que nacer varón, cuya ocupación ideal habría sido la de clérigo; mujeres que iban a la agencia de empleo enfundadas en sus guantes blancos y miraban a su alrededor como si se encontraran en un burdel, como si se dispusieran a negociar los términos del contrato con la madame ante la mirada de las rameras que esperaban ser contratadas. Y entonces, una vez que se había llegado a un acuerdo, en vez de indicarle a la cocinera que se dirigiera a la cocina o a la lavandera que fuera a la lavandería, la señora de la casa procedía a dar un sermón sobre los valores del hogar cristiano.
Como más o menos he querido deciros, ha sido una historia curiosa alrededor de un personaje real que no tuvo fácil su existencia y que se tuvo que doblegar a la verdad de su vida, escrita de una manera que te acerca a la protagonista pero no a través de los sentimientos sino a través de los hechos, y eso que es una novela que gira alrededor de una única persona, ELLA. Además de conseguir de una manera acertada acercarnos a la mujer que fue Mary Mallon, nos presenta un escenario muy certero de la vida en un Nueva York alejado del privilegio de unos pocos pero con ese aire de libertad que buscaban muchos, en su mayoría procedentes de una Europa enferma, pobre, que exprimía los sueños.

Por cierto, para los que, como yo, disfruten de las adaptaciones a la televisión, he leído que la BBC está preparando una miniserie protagonizada por Elizabeth Moss (la de El cuento de la criada), por lo que pinta muy, muy bien.






Comentarios

  1. La realidad siempre supera a la ficción. Apasionante post. <3

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  2. Me había fijado en el libro por la portada y la sinopsis pero es la primera reseña que leo. No se va a mi lista de prioridades, pero definitivamente lo leeré.

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  3. Hola, Carmen. No sabía de este libro, es apetecible y mil gracias por mostrarlo.

    Besos.

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  4. Es interesante. Qué poco se sabía entonces de la transmisión de las enfermedades.

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  5. No pinta nada mal Carmen, muy buen post guapa

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