El último rey de África, de José Antonio Quesada Coves

330 páginas

Editorial Letrame

Unos macabros sucesos están ocurriendo en un hospital del corazón de África. Mientras tanto, un profesor voluntario llega a Mali siguiendo los pasos que diera su padre años atrás. El propósito de Dídac Macià no es otro que el de ayudar a los jóvenes de la zona con el desarrollo de un proyecto educativo. Allí se enamora de los paisajes, de la bondad de la gente, de la alegría de los niños e, incluso, descubre el amor. Sin embargo, se ve involucrado en una truculenta trama de violaciones, guerra y yihadismo que no le permitirá quedarse de brazos cruzados. Ambientada en el África de las primeras décadas del siglo XXI, esta absorbente novela de José Antonio Quesada Coves se adentra más allá de los hechos y presenta un sólido panorama de las riquezas y de las miserias del continente africano. Con la compra de este libro estás ayudando a la mejora de la educación en África. El 15% de los beneficios de esta novela se destinarán a que CCONG Ayuda al Desarrollo implante programas de enseñanza en este continente.

Gracias al sorteo y posterior LC organizada por Laky tuve la suerte de recibir en mi casa un ejemplar de esta novela. Es la primera vez que leo algo de esta editorial y reconozco que no me esperaba una edición tan cuidada. Esto es más importante de lo que parece, ya que ayuda a disfrutar de la lectura.

Tras leer la sinopsis, esperaba encontrarme con una novela en cierta manera de intriga, con violencia y un giro hacia la novela negra, y todo enmarcado en un país que me atrae y me asusta, como sólo asusta lo desconocido, a partes iguales. Para mí, la lectura ha sido más como un testimonio, ficticio, que me ha acercado al trabajo de los cooperantes internacionales en las misiones humanitarias en alguno de los países africanos, dejando constancia de las dificultades, los peligros y la realidad a la que se enfrentan, así como de todo lo que reciben a cambio de su gente, como su alegría, su sencillez y su amor por la vida.

No ha sido una lectura literariamente enriquecedora, la verdad, pero a medida que iba adentrándome en la novela iba comprendiendo hacia donde me llevaba (me costó un poco porque no encontraba un hilo que me mantuviera en vilo mientras leía, así que me veía a mí misma obligándome a continuar), y solo en la parte final conseguí disfrutar de esta historia.

Porque para mí la trama va de menos a más, terminando muy arriba, algo que no me esperaba con los primeros capítulos y que ha hecho que mi opinión mejore al finalizar la lectura, lo cual agradezco. Al principio me parecía que me contaba las cosas solo como por contar, sin más, pero el último tercio de la novela se vuelve más dinámico e interesante, precipita las acciones de los personajes y le da más realismo si quiera a lo que estás leyendo, aunque sea a través de una situación extrema y desesperada. Solo por eso creo que merece la pena leerla.

El protagonista es Dídac y el narrador se centra en él la mayor parte del tiempo, excepto en un par de capítulos (creo) que cambia de interlocutor, pero siempre en tercera persona. Somos testigos de lo que Dídac ve y siente, y de su evolución en toda esta historia. No es una novela de personajes ni de sentimientos, aunque los hay, y algunos muy fuertes y esenciales en el desarrollo de los hechos, pero sí es una novela con una historia que contar.


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