El aire que respiras, de Care Santos

566 páginas 

Editorial Planeta 

Virginia acaba de heredar el negocio familiar: la librería Palinuro. Entre el montón de ejemplares, polvo y papeles que su padre acumuló, pronto aparece la historia de Carlota Guillot y la búsqueda de un libro, escurridizo y caprichoso, que formó parte de una de las bibliotecas particulares más sibaritas de la Barcelona napoleónica. Una historia prolongada a lo largo de las décadas más convulsas del siglo XIX en que la ciudad asistió, incrédula, a su mayor transformación: el derribo de las murallas y la urbanización de su paseo más emblemático, La Rambla.

Conocí a Care Santos cuando echaron en televisión la miniserie Habitaciones cerradas. Lo sé, esto no dice mucho de mí como lectora pero es la verdad. Después leí, atraída por lo que me había gustado esa historia, Diamante azul, una novela que me gustó narrativamente pero cuya historia no me llegó a conquistar, aunque si disfrutáis del bien hacer de un narrador que cuida lo que escribe, os animo a leerla. Como soy compradora habitual de librerías de segunda mano y visitante de bibliotecas, al encontrarme con El aire que respiras y leer su sinopsis supe que sería una novela para mí, y no me equivoqué. Además, tenía ganas de congratularme con esta autora. 

Entiendo que la manera en la que está contada El aire que respiras puede no gustar a todo el mundo, pero a mí me ha encantado. Esa forma de marcar los tiempos y de mezclar ficción con realidad me ha resultado adictiva, interesante e intrigante. Historias pequeñas, de gente pequeña, junto con esbozos de biografías de personajes reales, a modo de investigación, me han acercado a una realidad desconocida, que es Cataluña desde comienzos del siglo XIX, con la invasión de Bonaporte, hasta mediados de ese mismo siglo, y todo ello alrededor de unos libros... me encantan los libros que hablan de libros, la verdad. 

El título de la novela es un homenaje a la autora Carolina Coronado, que aparece en la historia, junto a muchos más personajes que existieron y que influyeron en el devenir de lo que ocurrió en esos años de luchas contra los franceses y de guerra civil entre isabelinos y carlistas. Aquí tenéis el poema completo. 

La novela tiene dos líneas argumentales, una en el presente que es a partir de la que nace todo pero que aparece casi de forma testimonial, y otra en el pasado y que se centra en la búsqueda de una colección de libros prohibidos por la Iglesia y que le robaron a uno de los personajes cuando asaltaron su casa. Novela coral, con un grupo de personajes que tienen más peso que el resto, y que nos va adentrando en una época convulsa pero de gran crecimiento. 

Otro de los personajes esenciales de la novela es la ciudad de Barcelona; sus calles, sus costumbres, su gente... una ciudad en continuo cambio que se muestra maravillosa. Supongo que para un lector que la conozca muy bien tiene que ser increíble pasear por ella en pleno siglo XIX. Su antigua muralla, las ramblas, el puerto, los grandes palacetes, el Barcelona de los liberales, de los conventos, el Barcelona que está creándose antes de ser la Barcelona modernista, antes de tener ese plano cuadriculado y ordenado que es un signo de identidad de la ciudad. 

Si sois lectores de histórica, os encantará, y si preferís más la narrativa, también. Además, la novela es una aventura realmente, y nos muestra muchas otras facetas del ser humano y de la sociedad, y nos da un baño de historia, de hechos, de momentos pasados, de sentimientos, de ideas y de sueños. Si tengo que elegir personajes, me quedo con Néstor Pérez de León, Carlota Guillot y con Ángel Brancaleone, sin olvidarme del grupo de Los sabios, que en algunos momentos me parecía entrañable; y me quedo con el amor por los libros que desprende esta historia. 

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