Dueño del deseo

Dueño del deseo (Master of desire) de Kinley MacGregor

350 páginas

Primer libro de la serie La hermandad de la espada y de la serie MacAllister

El sueño de Emily siempre había sido ser esposa y madre. Lamentablemente, su padre tenia otros planes para su futuro. Pero cuando este se enfrenta a uno de los hombres mas poderosos de Inglaterra, el rey Enrique II decide que la mejor forma de mantener la paz es entregarla como rehén político a Draven, señor de Ravenswood. Draven no sabe lo que es la gentileza. Criado para ser invencible, ha dedicado su vida a servir a la corona. Ahora ha jurado a Enrique II que no tocara un solo cabello de Emily, ya sea por enfado o por deseo. Si solo ella lo dejara en paz En cambio, Emily lo persigue sin pausa, obsesionada con la idea de convertirlo en su esposo. Pero el matrimonio es algo que el no puede permitirse, especialmente a causa de la maldición familiar que tiñe su sangre.

Las novelas románticas ambientadas en épocas pasadas, y más en la Edad Media, tienen una parte llena de clichés y otra muy previsible, pero ambas cosas si están bien contadas son lo que las lectoras de este género, o subgénero, buscamos. No nos vale todo, a pesar de lo que piensan muchos lectores, porque sí queremos unos personajes que nos hagan soñar, que nos despierten sentimientos encontrados a veces, y que lleven "el amor verdadero" hasta el final; además agradecemos unos diálogos inteligentes, una trama con cierto suspense o intriga, una ambientación correcta y acertada, que estén bien escritas (o traducidas, que casi es más importante) y que nos enganchen a sus páginas desde el principio hasta ese final esperado.

Dueño del deseo, o más bien Master of desire que creo que es más acorde con lo que la novela nos cuenta, ha sido una lectura que no esperaba que me gustase tanto, la verdad. Sabía, más o menos, lo que me iba a encontrar, pero el hecho de tener un protagonista masculino que lleva todo el peso dramático me ha sorprendido. Él es el que está perdido, él es el que necesita ese cambio para avanzar, él es que tiene heridas que no han curado, y ella es justo la persona que le hace verse de otra manera y le ayuda a pensar en el futuro.

A pesar de que tiene poca trama (o una trama muy sencilla, según se mire) está muy bien llevada, la acción no decae en ningún momento y la pareja protagonista consigue que nuestras ganas de que estén juntos vayan en aumento a medida que avanzamos en la lectura. Creo que somos un poco como Raven, y sus ganas contenidas, mientras leemos la historia. Tengo que reconocer que ha sido algo duro ver como su excitación física era continua sin conseguir aliviarse. Es verdad que el pobre se ha pasado toda la historia excitado y frustrado, un recurso quizá demasiado llevado al límite en algunos momentos de la historia.

Me ha gustado muchísimo más de lo que buscaba al comenzar su lectura, porque al final ha conseguido que me acerque a la parte atormentada de él, le comprenda y quiera protegerle de sí mismo, tal y como hace Emily. Ha sido una buena historia, con un trabajo de personajes y en parte divertida, y por eso la he disfrutado un montón. 

Ella me gusta, es fuerte, decidida, ambiciosa y muy valiente. Creo que está asustada por su futuro pero a la vez es comprensiva con la situación que le rodea. Por supuesto, no podría ser una heroína en condiciones sin esa capacidad de ver en todas las personas lo bueno, sin su mente ágil, avispada y ocurrente, y sin su fuerte carácter y determinación. Ella es el pilar de todo.

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