Iqbal Masih: Lágrimas, sorpresas y coraje, de Miguel Griot

Editorial : Oxford University Press España, S.A. (31 mayo 2010)
Idioma : Español
Tapa blanda : 280 páginas
ISBN-10 : 8467356413
ISBN-13 : 978-8467356410
Edad de lectura : 14 años y más

En 1995, Iqbal Masih, se convirtió en mártir por la lucha contra la esclavitud infantil al ser asesinado en Lahore, su localidad natal. Iqbal denunció su situación ante la opinión pública para concienciar al mundo de una injusticia que afecta a millones de menores en el mundo. A partir de la recreación de los testimonios de los que lo conocieron, lo escucharon o lo odiaron, asistimos a la descripción de un personaje cuya labor ha sido imprescindible en la búsqueda de un mundo mejor.

La primera vez que tuve contacto con este libro fue a través de la publicación del blog Carmen en su tinta (todavía me acuerdo). Desde entonces, se me quedó grabada la cubierta y la sinopsis, aunque no me animé a adquirir el libro (ya sabéis, las eternas listas de libros pendientes que tenemos nos impiden leer otras). Tiempo después, y con motivo del premio literario de Amazon 2020, leí Plan A y me gustó mucho la filosofía de vida del autor, con cierta envidia vital, tengo que reconocer.

A través de Reseñas Sancho, me ofrecieron la posibilidad de leer este libro y no me resistí. Recordé que una vez quise leerlo y me animé. Estaba segura de que iba a ser duro leer sobre un personaje público como Iqbal Masih, no solo por lo corta que fue su vida sino por lo que implicó y lo que vivió. 

Lo que a ti te extraña es corriente para mi vecino y el vecino de su vecino. Lo que a ti te espanta es mejor que el estómago vacío. Las reglas que consideras injustas son las que yo, mi vecino y el vecino de su vecino debemos seguir, las mismas que no podemos incumplir. Si tenía otra alternativa, no la vi. Si la había, nadie me la enseñó.

No es fácil hablar de este libro. Me encuentro en la situación de si hablar del libro en sí o hablar de la historia que está detrás del libro, es decir, la verdad de lo que se cuenta. Iqbal Masih existió. Fue un niño esclavo de Pakistán que denunció la situación de miles de niños, viajando a Suecia y Estados Unidos; encabezó, o apoyó, un movimiento que tuvo sus repercusiones internacionales. Podéis buscar en internet las cientos de páginas sobre él; también podéis ver vídeos, escucharle y leer lo que le ocurrió. Que lo hagáis antes de leer este libro no afecta, os lo aseguro, a su lectura.

Quería saber su secreto. Me dijo que no había ningún secreto, que simplemente había aprendido a sacar partido de sus debilidades. Añadió que cuando aceptas tus debilidades y confías en ellas, eres capaz de romper una piedra con un huevo.

¿Qué tiene de especial (que lo tiene) este pequeño libro? Miguel Griot escribe (homenajea) sobre la figura de Iqbal Masih a través de testimonios. Nos hace un esbozo de lo que sería la corta biografía de Iqbal centrándose más en su persona, su vida como niño en Lahore y en el camino que tomó. Estos testimonios, que no son reales, pero sí reflejan frases y momentos reales, vendrían de la mano de las personas que lo conocieron e influyeron, positiva o negativamente, en su vida: su madre, sus compañeros, sus primos, el Frente de Liberación Infantil, sus amigos, sus conocidos, sus maltratadores... 

¿Por qué los buenos días duran tan poco y los malos tanto? ¿Por qué los buenos días son tan pocos y los malos tantos?

Con un lenguaje muy directo y sencillo, acomodándose al narrador que en ese momento nos esté hablando, y con capítulos (testimonios) muy cortos, que reflejan justo lo que buscan, sin incomodar ni cansar, consigue que te intereses por la figura de Iqbal y por lo que denunciaba. Además, te acerca a la problemática de la esclavitud infantil en Pakistán, en este caso a la industria textil de alfombras, que se puede extrapolar fácilmente a otros lugares como Bangladesh, La India, Tailandia, China, Latinoamérica o, más ampliamente, África; países donde el trabajo infantil se justifica por las necesidades familiares de supervivencia.

Por muy agotado que estuvieran, si le pedías que prestase atención, lo hacía. Iqbal sabía escuchar. Seguro que por haber escuchado tanto fue capaz de que tanta gente lo escuchara.

Creo que es un texto a veces simpático y a veces tierno, además de muy realista, pero sin llegar a incomodar. El dolor de lo que lees viene más por el fondo de lo que muestra y por tu forma de entender la lectura.

La confianza se adquiere cuando uno trata a los demás como le gustaría que lo trataran a él. Y entonces descubres que ellos empiezan a hacer lo mismo. Entonces ya puedes confiar. Es así, confía en mí.

Si le sirve de algo al autor, a mí sí que me ha conseguido trasladar a las calles de Tahore; me ha llevado a la vida de un niño pequeño, hijo de una familia muy pobre; me ha trasladado a ese movimiento que tuvo mucho auge en los años noventa, que recuerdo vagamente, ya que mi adolescente atención estaba en otras cosas entonces; me ha recordado que durante un tiempo nos costó mirar las alfombras familiares que atesorábamos en casa, conscientes de su origen y de las manos que las hicieron. Creo que invita al activismo o, al menos, a que se te remueva algo. Invita a ser conscientes de que las cosas importante, y mucho, y nuestros gestos también.

Ha sido una lectura enriquecedora, que merece la pena recomendar, no solo por la historia de Iqbal Masih, que es la historia de miles de niños y niñas, sino también por cómo la ha construido Miguel Griot y la ha compartido con nosotros.

El camino que he recorrido es solo el mío, pero la dirección en la que voy para que los demás y yo seamos libres también puede ser la que sigas tú.

Gracias al autor por ella. Me ha hecho pensar y sentir. He reído con Iqbal y he llorado con Iqbal, y todo a través de palabras que hablan de él. 


**Mientras leía me he preguntado por qué el padre de Iqbal Masih no sale en los testimonios. Esa falta es algo muy significativo, la verdad. Dice muchísimo de la historia de Iqbal. Luego, al terminar, me he dedicado a ampliar mi conocimiento sobre Iqbal en Internet. 

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Comentarios

  1. Es una lectura especial, sí, muy dura, pero tan bien contada que se hace sencilla de leer. Y una lectura muy necesaria.
    Besotes!!!

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  2. Es la primera reseña que leo de este libro y me ha sorprendido aunque me temo que lo pasaría demasiado mal leyéndolo quizá algún día así que sea el momento de que lo descubra

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  3. Lo leí hace unos cuantos años. Como tú dices, es una lectura muy enriquecedora. Y, sin duda, un libro que te llega
    Besos

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  4. Interesante propuesta. He recordado haber oído hablar del caso en las noticias, hace tanto tiempo que es casi un recuerdo onírico.
    Tomo nota del libro.
    Un beso.

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  5. Me he acabado hoy el libro y me ha encantado!
    Mientras lo leía, también me trasladó a las calles de su pueblo, de Lahore y de donde estuviese.
    No hay duda de que es un libro muy realista, pero a mi no me ha incomodado al leerlo, sino que, como a ti, me han dado ganas de investigar más sobre la vida de Iqbal Masih.
    Recomiendo 100% el libro

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