Flores en la tormenta, de Laura Kinsale
Título original: Flowers from the storm
Publicada originalmente en 1992
Autora: Laura Kinsale
Traductor: Ana Eiroa Guillén
Sello: DEBOLSILLO
Idioma: Español
Formato, páginas: Bolsillo, 544
Medidas: 125 X 190 mm
ISBN: 9788483462805
EAN: 9788483462805
Temáticas: Narrativa romántica
Colección: Best Seller
Edad recomendada: Adultos
Él era uno de los hombres más brillantes y seductores de la alta sociedad inglesa hasta que la tragedia le condenó a un mundo de silencio y locura; ella, un alma sencilla y generosa que creía en el poder de la redención. Y esta es una de las novelas de amor más hermosas y originales que se hayan escrito.
Desde que fue publicada en Estados Unidos, Flores en la tormenta se ha convertido en una de las historias románticas más elogiadas por crítica y público. Es uno de esos libros que, por la intensidad y la belleza con que logra transmitir los sentimientos, despierta la admiración de las mejores autoras del género. Pero, aún más importante, es una de esas novelas que las lectoras no se cansan de recomendar y que año tras año votan entre sus preferidas... porque para ellas Flores en la tormenta es, realmente, un título indispensable y una joya dentro del género.
¿Qué puedo contaros yo sobre esta novela que no se haya dicho ya? Nada, absolutamente nada. Es una de esas historias a las que siempre hacen referencia los ávidos lectores de romántica; una de esas historias que dejan huella, tanto por lo que nos cuenta como por esos dos personajes inolvidables; una novela que plantea una situación habitual en la época pero poco usada en narrativa: esas enfermedades que no tenían explicación entonces y que se achacaban a mal de ojo, venganza divina o locura.
El libro llevaba tiempo en mi estantería y se había convertido en una novela a leer, para la que nunca encontraba el momento. Creo que tenía miedo de que no me gustase tanto como me habían dicho que me iba a gustar. Puede parecer absurdo, pero prefería dejarlo en una buena posibilidad que arriesgarme a no disfrutarla. Sí, lo sé, soy así de rara. A veces tengo la impresión de que tengo algunos libros en casa únicamente por el placer de tenerlos y por la opción de leerlos, aunque nunca la materialice. Decidme que también os pasa, por favor, xD
Había una razón para que Dios hubiese pedido aquello de ella, se repitió en su interior.
Había hecho lo correcto.
Estaba aterrorizada.
Aunque no está muy definida la época en un principio, poco a poco te vas cerciorando del momento en el que se encuentra: comienzos siglo XIX, varios años tras la batalla de Trafalgar. Comenzamos con un duque, rico, amoral y díscolo, con un ego bastante considerable, que se siente invencible y que refleja lo más hipócrita de la sociedad; y con una joven cuáquera (ver Cuáqueros), inocente, obediente y tranquila, y, en cierta manera, apocada. La relación entre ellos es efímera, y viene determinada por los contactos entre el padre de ella y el propio duque, ambos amantes de las matemáticas, que están preparando un estudio conjunto para presentar ante eruditos. De pronto, ocurre algo que trastoca la vida de los dos de una manera casi definitiva, para, luego, cruzar sus destinos al coincidir de nuevo, meses después, en unas circunstancias muy diferentes. Y aquí es donde empieza la historia.
Nunca me ha dicho nada, por la simple razón de que jamás me ha visto. Pero puedes creerme cuando te aseguro que encarna todo lo que de malo hay en la aristocracia. Es despilfarrador, licencioso e impío. Nosotros somos gente sencilla, no se nos ha perdido nada para cenar con él.
Evidentemente, eso que ocurre, y que ya habréis leído en alguna opinión a qué hace referencia, yo no voy a contarlo porque es más interesante descubrirlo leyendo, aunque estemos hablando de algo que se desvela en los primeros capítulos del libro.
Ese cruce de destino de ambos personajes les obliga a depender uno de otro; de forma inmediata, él depende mucho más de ella, aunque esa imperiosa fuerza que le obliga a ella a estar con él nos recuerda que Arquimedea también hace su propio viaje interior. Ha sido muy interesante (y bonito) ser testigo de cómo se va forjando todo; lento, complicado y nada idealizado. Es todo necesidad y dependencia vital y, a partir de ahí, todo se precipita.
Era el Diablo, sonreía con suavidad, con dulzura, con una calidez que jamás había imaginado cuando en las plegarias cotidianas rogaba a Dios que salvaguardar a su alma y mantuviera su espíritu en gracia. Ni una sola vez se le había pasado por la imaginación que Satán le acariciaba el pelo y desprendiese un aroma terrenal y cálido... que no hablará ni murmurar entre dientes promesas demoníacas en sus oídos. En ningún momento había pensado que no le iba a resultar feo ni corrupto, y jamás se le había ocurrido que la virtuosa Arquimedea Timms tuviese problema alguno en dejarlo en ridículo.
Como lectora, me ha sorprendido ahogarme cuando el narrador nos hablaba de él y su dificultad para relacionarse; eso lo he sentido casi de manera opresiva. Además, en el caso de ella, esa lucha interna, íntima y personal; ese dictamen que se obliga a seguir con pequeños momentos de ruptura, o rebeldía, contra ella misma, con cierta llama interior y con miedo, mucho miedo. No es fácil ser fiel a los principios en los que te has educado, y más aun a su propia moralidad.
La estaba perdiendo. Maddy estaba apartándose de él deliberadamente. Su cuerpo seguía allí, pero su Maddy, aquella que se reía de sus chistes tontos y que los miraba a través de sus sensuales pestañas, estaba desapareciendo poco a poco ante él, transformándose en aquella criatura fantasmagórica de aspecto gris y triste.
¡Hoooola!
ResponderEliminarAy por favor, este libro es uno de mis eternos pendientes, de esos que siempre digo: tengo que leerlo ya de ya, este año cae. Y nada, que aquí seguimos jaajja
La verdad es que tu reseña me ha animado mucho, viendo cuanto te ha gustado. Ese camino interior de los dos personajes, eso de que al final resulte siendo más sensual y romántica de lo que te esperabas, esa escena cerca del final que tanto te ha gustado... uuuum muchas cositas buenas, a pesar de que haya tenido algún altibajo. ¡A ver si me pongo ya!
¡besos!
Hola!!!
ResponderEliminarEs una joyita, y una novela totalmente recomendables, no tan solo a lectoras de romántica.
A mí la autora me gusta mucho, pero admito que tiene algunas novelas muy densas.
Creo que poco se puede añadir a la estupenda reseña que has hecho. La he leído un par de veces y, seguramente, será una de mis lecturas para el reto rita. He leído todo lo que se ha traducido de Laura Kinsale y, puesto a releer, creo que optaré por su mejor novela, que para mí es esta
Un besote
Tomo nota de este libro porque no lo conocía y con lo que comentas me has dejado con muchísimas ganas de descubrirlo sin duda parece una gran historia
ResponderEliminarMe cae la cara de vergüenza al decir que lo tengo más que pendiente, cogiendo polvo está esperando por mí. Y me da una rabia tremenda porque todas decís que es una maravillosa historia y yo aquí, haciendo el pavo 🙈
ResponderEliminarYo disfruté mucho, muchísimo con esta lectura, aunque recuerdo que la Maddy me sacaba un poco de quicio, muy buen post guapa. Me alegro que te haya gustado
ResponderEliminar¡Cuánto me alegro de que te haya gustado este clásico de la novela romántica! El problema con libros que te pone todo el mundo tan por las nubes es que luego te digas, "pues no era para tanto". Yo se la recomiendo a todos los amantes del género novelístico, romántico y no romántico. Y lo mejor es leerla sin ideas preconcebidas, a ver de qué va.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado pero lo voy a dejar pasar que no me termina de llamar.
ResponderEliminarSaludos
Me pasa lo mismo que a ti. Hay libros que pasan meses en mi estantería de pendientes porque no me han me decido a leerla. En mi caso no es por miedo a que no me guste, sino porque sé que me va a gustar y quiero mantener esa expectativa porque en el momento en que lo lea, se habrá terminado la posibilidad de disfrutarlo.
ResponderEliminarRespecto a la novela que traes hoy, no la conocía de nada. Tomo nota.
Un beso.
Una historia preciosa, como todas las de Laura Kinsale. Creo que es insuperable escribiendo romántica.
ResponderEliminarMe gustó mucho como ya te comenté pero Maddy me costó mucho de tragar.
ResponderEliminarUn abrazo