Relatos para amantes de los libros; ilustrado por Natalia Zaratiegui

Varios autores

ISBN: 9788418008979

Páginas: 328

Encuadernación: Tapa dura

Formato: 15,5 x 21,5

Publicación: 10/3/2021

El presente volumen contiene una selección de relatos de grandes autores de la literatura cuyo nexo común es el universo del libro. Escritores en busca de la perfección, libreros dispuestos a matar por ejemplares únicos, editores apasionados, aspirantes a genios y letraheridos de toda condición pasean por estas deliciosas páginas para hablarnos del amor por la literatura. Esta antología, realizada con el cuidado y el cariño de un bibliófilo, calmará la sed de tinta de los lectores y les descubrirá la vida secreta de los libros, esos preciosos objetos de deseo a los que ya no volverán a mirar de la misma manera.

Hace no tanto no leía casi relatos. Entonces no los entendía o me sabían a poco. Ahora los disfruto muchísimo más. Me parece que un escritor es bueno cuando sabe transmitir mucho a través de un relato, independientemente de su longitud.

Los placeres de la observación y los beneficios que engendra el hábito de analizar la vida resultan tan inocentes como infinitos.

(Los años intermedios, de Henry James)

El libro es una antología de diferentes relatos de escritores clásicos de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. El hilo conductor de todos ellos es la literatura, por lo que podríamos decir que estamos frente a lo que algunos llaman metaliteratura. Hay relatos que se centran en la figura del escritor, otros en el proceso creativo, alguno en la edición o en el lector; pero, para mí, lo maravilloso no es eso, sino la manera que tienen los propios autores de crear de la nada un texto que tiene vida propia. Textos como estos me recuerdan que hay gente que escribe muy muy bien.

¿Cómo es que nadie ha usado aún la pluma para describir el tormentoso desconcierto que se abate sobre un escritor cuando está triste, pero tiene el deber de hacer reír al vulgo o, por el contrario, cuando está de buen humor, pero el oficio le exige derramar amargas lágrimas por encargo?

(Chist, Antón Chéjov)

Sin duda es un libro muy adecuado para regalarle a alguien que disfrute leyendo. La edición es muy bonita; cada relato tiene alguna ilustración y va precedido por una pequeña introducción en relación con el autor, su obra o con el relato en sí.

—No, no, solo necesito más tiempo. Quiero otra oportunidad.

—¿Otra oportunidad?

—Quiero una prórroga.

—¿Una prórroga?

El doctor Hugh repetía las palabras de Decombe, que parecían impresionarlo.

—¿No se da cuenta? Quiero más de eso y amado «vida».

(Los años intermedios, de Henry James)

Yo empecé a leerlo sin fijarme en el índice, así iba descubriendo cuál era el siguiente autor escogido por el editor. Me encantó hacerlo así. Sí que os puedo decir que hay unos veintiún relatos, firmados por autores de la talla de Henry James, Dostoyevski, Chéjov o Miguel de Unamuno.

Más adelante, a esta alegría de crear se mezcla un poco de tristeza, el pesar de no haber dicho todo lo que se quería decir. La obra que uno tenía dentro de sí parece siempre más bella que la que se realiza. ¡Se pierden tantas cosas en ese viaje de la cabeza la mano! en las profundidades de los sueños, la idea del libro se parece a esas hermosas medusas del Mediterráneo que vagan por el mar luciendo sus matices flotantes; sobre la arena, no son más que agua, unas gotas desteñidas que, al instante, seca el viento.

(El último libro, de Alphonse Daudet)

De todos los relatos, algunos de autores que todavía no había leído y otros de viejos conocidos de mi biblioteca, creo que destaco el de Edgar Allan Poe porque me dejó sin palabras; tiene un último párrafo estremecedor.

En general, me ha encantado. Lo he leído muy a gusto. Es uno de esos libros editados con cuidado y cariño, a los que puedes acudir para más de una relectura.

Todos escriben y de todo. Las musas se han desencadenado. Hay más libros que arenas tiene el mar, más genios que estrellas tiene el cielo y más críticos que hierbas hay en los campos.

(Cartas a Eduarda, de Rosalía de Castro)

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