El Plan A: Descubre tu inteligencia natural para una vida plena, de Miguel Griot #PremioLiterarioAmazon2020
El Plan A es el reencuentro de dos amigos tras una larga separación. Marcos en plena crisis de los 40, desfondado, confundido, frustrado y sin rumbo. Ángel de la misma edad, pero en el mejor momento de su vida tras afrontar y superar la crisis de los 20 años. Mientras Marcos siguió el camino convencional, trabajo-matrimonio-hipoteca, Ángel se marchó a Londres al no sentir la menor pulsión por el mundo mercantilista y material que sentía le esperaba. De Londres su viaje le llevó a la India, el sudeste asiático, Bali, Atenas, Estambul, Taos y Berkeley (EEUU). Aprendió nuevas perspectivas sobre la salud, la economía, la relación de pareja, la transcendencia y qué papel podía jugar en la sociedad. Al conjunto de experiencias, encuentros y enseñanzas que acumuló lo llamó El Plan A: la inteligencia natural para llevar una vida plena y consciente. Plan A que está dispuesto a compartir con Marcos… y contigo.
A principios de junio recibí un mail del autor de El Plan A ofreciéndome leer su libro que, además, participa este año en el Premio Literario Amazon. Como siempre hago, me descargué el fragmento gratuito de Amazon para hacerme una idea de esta lectura y me sorprendieron dos cosas: a pesar de estar escrita como un reencuentro entre dos amigos, no era en sí una novela (el autor la define como «novela reflexiva de empoderamiento»), y yo suelo leer muy poco ensayo; y lo segundo que me sorprendió fue el interés que habían generado en mí las páginas leídas. Aproveché que en junio tenía Unlimited para incluirla en mis lecturas.
«Vas a perder un año de tu vida», le advertí. Recuerdo muy bien su respuesta. «Todo lo contrario, Marcos, voy a dedicar al menos un año a descubrir de qué va la vida», me dijo.
La verdad, ha sido una lectura que no me ha dejado indiferente. Para nada. Creo que es muy muy recomendable, aunque no estés acostumbrado, como me pasa a mí, a leer novelas de desarrollo personal (no creo que lo de «autoayuda» encaje realmente porque no busca ayudarte sino descubrirte otra manera de plantear tu vida).
Es un libro que tiene mucho de viaje de formación a través del encuentro fortuito entre dos amigos que hace muchos años que no se ven. Marcos se encuentra en un momento muy bajo de su vida, mientras que Ángel parece que ha encontrado la plenitud y serenidad en su realidad. Uno se sorprende, en cierta manera incrédulo, y el otro decide compartir su experiencia para ayudarle. Esas conversaciones que mantienen son lo que nos lleva a conocer esta historia, este plan A de Ángel, que veremos en qué consiste a medida que vayamos avanzando en la lectura.
–Entre los límites que nos ponemos a nosotros mismos, Marcos, los títulos y las credenciales son de los peores. Eso no quiere decir que todos podamos hacer de todo, no es así, pero todos podemos arrimar el hombro.
Simple, ¿verdad? Pues te habla de tantas cosas, de tantos aspectos de nuestro día a día, de nuestra relación con el planeta, con los recursos, con otros seres humanos, con la alimentación, con la forma de enfrentarnos a los problemas, con las relaciones personales, con el cuerpo, que es imposible que no haya nada que te resulte interesante.
—Qué va, la mayoría de lo que ves ha salido del anuncio de un portal de segunda mano. La única excepción es esta mesa que encontré tirada en la calle. Nada extraordinario si te paras a pensar que en esta sociedad de consumismo desenfrenado, ni los armarios ni las casas son suficientemente grandes para tener todo lo que compramos.
Marcos, Ángel. Ángel, Marcos. Mientras leía, intentaba averiguar quién era el protagonista de esta historia, porque si bien Marcos es en quien se busca que se opere el cambio, es el viaje realizado por Ángel, desde que dejó Madrid hasta ese encuentro años después, el que marca el hilo central de toda la lectura. Gracias a Ángel, que comparte con Marcos, y por ende con el lector, su experiencia en muchos aspectos de su vida, vamos abriendo nuestra mente, al igual que Marcos, a nuevas perspectivas y opciones.
La sinopsis no te engaña: estás frente a un viaje de realización personal. El hecho de que esté planteado como una conversación entre dos amigos hace que se lea más cómodo y que sea más fácil asimilar conceptos. Me parece un acierto por parte del autor haberlo hecho así. Te hace pensar, te hace ser consciente de muchos aspectos de nuestra realidad.
Ver eso, apreciar que la satisfacción por el trabajo bien hecho no depende tanto de su repercusión, sino del esfuerzo que dediques a ello, me abrió un mundo de posibilidades.
Es difícil que tras esta lectura todo permanezca igual en ti, aunque sea en algún pequeño aspecto. No creo que el objetivo del autor haya sido que rompas con todo y te vayas a descubrir tu plan A, sino más bien enseñarnos que es necesario pararse, respirar, controlar esa respiración y ver si, efectivamente, estamos donde queremos y si podemos cambiar algo de nuestra realidad. Para ayudarnos a descubrir qué podemos cambiar, comparte todos los aspectos de ese Plan A que a él le ha funcionado. Ahora que no me escucha nadie, diré que he aprendido a mirar ciertas cosas, a comprender otras, a descubrir otra manera de avanzar y otra manera de quedarme. Ya solo por esto, ha merecido la pena leerla. Gracias, Miguel, por ponerte en contacto conmigo.
No sé si este será un libro muy leído entre los lectores habituales del #PLA, que normalmente buscan otras lecturas, pero estoy convencida de que quienes se animen con él, no se arrepentirán. Y tú, ¿te animas?El mundo es un escenario; todos los hombres y mujeres somos actores y a lo largo de nuestra vida interpretamos diferentes papeles.
**El autor, en su web PlanA tiene contenido muy interesante en relación con todo lo que en este libro cuenta. No dejéis de echarle un vistazo.
«Vas a perder un año de tu vida», le advertí. Recuerdo muy bien su respuesta. «Todo lo contrario, Marcos, voy a dedicar al menos un año a descubrir de qué va la vida», me dijo.
–Entre los límites que nos ponemos a nosotros mismos, Marcos, los títulos y las credenciales son de los peores. Eso no quiere decir que todos podamos hacer de todo, no es así, pero todos podemos arrimar el hombro.
—Qué va, la mayoría de lo que ves ha salido del anuncio de un portal de segunda mano. La única excepción es esta mesa que encontré tirada en la calle. Nada extraordinario si te paras a pensar que en esta sociedad de consumismo desenfrenado, ni los armarios ni las casas son suficientemente grandes para tener todo lo que compramos.
Ver eso, apreciar que la satisfacción por el trabajo bien hecho no depende tanto de su repercusión, sino del esfuerzo que dediques a ello, me abrió un mundo de posibilidades.
El mundo es un escenario; todos los hombres y mujeres somos actores y a lo largo de nuestra vida interpretamos diferentes papeles.
Interesante, querida Carmen. Gracias por la reseña, como bien dices a veces buscamos otro tipo de lecturas y dejamos escapar otras que también merecen la pena.
ResponderEliminarBesinos.
Como ya es habitual en Miguel Griot, en cada una de sus publicaciones nos sorprende con algo diferente. Este libro que nos recomiendas invita a adentrarnos en historias que se salen de los géneros iterativos que frecuentamos. Besos.
ResponderEliminarNo me llama mucho, pero ha sido un buen post guapa
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