Canción bajo el agua, de Fàtima Beltran Curto
Autora: Fàtima Beltran Curto
Editorial: Espasa
Colección: ESPASA NARRATIVA
Número de páginas: 280
Publicada el 3 de marzo de 2021
Un amor mágico, un sueño sin espejos y dos amigos separados por una desafortunada bala.
Una saga familiar repleta de seres de buen corazón en busca de un mundo que se les escapa.
En mayo de 1939 el oficial Eladio Ferlosio regresa a su pequeño pueblo perdido en las montañas mineras con la vana ilusión de que la guerra recién terminada haya respetado a su familia, a sus paisanos y a Eleonora Cardenal, la hija de un médico que llegó al pueblo huyendo de la gripe española, y a la que ama desde que era poco más que un niño. El reclutamiento obligatorio lo había sacado a la fuerza de su tierra cuando entre sus planes lo último que cabía era ser soldado.
En febrero de 1935 Teodoro Sacristán también vuelve a su pueblo tras haber abandonado el seminario. No quiere ser cura, sino pintor, para poder reflejar los colores intensos de la vida. Pero, como Eladio, acabará siendo soldado, como tantos otros que nunca quisieron ser tales.
Las vidas vividas –y no vividas– de Eladio y Teodoro se entrecruzan con maestría en esta novela llena de ese realismo mágico que construye personajes inolvidables, como un pastor de una sola oveja, un fantasma insidioso, un ingeniero cobarde, una amada impedida, una beata y sus treinta y siete santos o un agapornis lujurioso; que se detiene en el color y la alegría con la misma maestría que en el dolor y la muerte para señalar, una vez más, la insensatez de la guerra.
Ahora es cuando yo os tengo que convencer de que esta lectura es un algo maravilloso, delicado y melódico; una lectura perfecta para ser recitada en voz alta mientras se disfruta de cada uno de los personajes que componen esta historia, tan real y tan onírica a la vez; tan cerca del realismo mágico pero tan directa sobre las consecuencias del antes y del después de una guerra civil que truncó vidas y borró recuerdos. Voy a ver si soy capaz de que os pique el gusanillo por pasear entre las palabras que su autora escribió desde su pequeño oasis, aislada del mundo, como estuvimos muchos, hace no tantos meses.
Leí a Fàtima con su primera novela, Bienalados (aquí tenéis mi opinión), en 2019. Fue toda una sorpresa, no solo por la historia, que me encantó, sino por su manera de contarla. Así que, cuando Fàtima me comentó que iba a publicar novela nueva, estaba vez con Espasa, no dudé en querer leerla. Una vez tuve el libro en mis manos, no fui capaz de retrasar su lectura. ¡Qué cubierta tan maravillosa!
La paz en tiempos de contienda no era otra que el edulcorado recuerdo de aquellas soporíferas sobremesas observando como Úrsula y su amiga alisaban las horas tensando la tela de lino blanco en el bastidor de bordado para luego acribillarla con cuidadosos y quirúrgicos pespuntes.
Con una prosa fluida, presenta el antes y el después de una guerra fratricida, sin sentido para sus víctimas, de la mano de dos jóvenes: uno que regresa a su pueblo, recién terminada la guerra, con la ilusión puesta en el recuerdo dejado cuando tuvo que alistarte, y otro que regresa al suyo, unos años antes del conflicto bélico, tras la decisión de abandonar sus estudios seminaristas. Ambos están unidos por un momento en concreto, que se describe en el primer capítulo, y que se convierte en el punto de conexión hacia el que ambos se han dirigido y desde el que van a partir.
Con una prosa fluida, presenta el antes y el después de una guerra fratricida, sin sentido para sus víctimas, de la mano de dos jóvenes: uno que regresa a su pueblo, recién terminada la guerra, con la ilusión puesta en el recuerdo dejado cuando tuvo que alistarte, y otro que regresa al suyo, unos años antes del conflicto bélico, tras la decisión de abandonar sus estudios seminaristas. Ambos están unidos por un momento en concreto, que se describe en el primer capítulo, y que se convierte en el punto de conexión hacia el que ambos se han dirigido y desde el que van a partir.
(...) Había todo un pueblo por reedificar, piedra a piedra, y un buen puñado de almas que reconstruir, abrazo a abrazo.
A un soldado, pasada la guerra, le debería estar prohibido el recordarla, y a un hombre el recordar su mundo tal como era antes de ella.
Es un texto muy metafórico y visual, lleno de simbolismo, donde el perdón y la amistad se mezclan con el amor, los recuerdos, la familia, el dolor y el camino que lleva todo. A la vez, me gusta la alegría y esperanza de la que parten ambas historias, y hacia donde se dirigen. Puedo deciros que las últimas páginas han dejado poso en mí, hasta tal punto que no descarto volver a imbuirme en ellas de nuevo para recordar. Increíble cuando algo aparentemente sencillo puede desprender tanta intensidad narrativa.
Es un texto muy metafórico y visual, lleno de simbolismo, donde el perdón y la amistad se mezclan con el amor, los recuerdos, la familia, el dolor y el camino que lleva todo. A la vez, me gusta la alegría y esperanza de la que parten ambas historias, y hacia donde se dirigen. Puedo deciros que las últimas páginas han dejado poso en mí, hasta tal punto que no descarto volver a imbuirme en ellas de nuevo para recordar. Increíble cuando algo aparentemente sencillo puede desprender tanta intensidad narrativa.
Se inventaron dos naciones a la fuerza, obligando a la inmensa mayoría de sus habitantes a tomar un partido, cuando estos ni siquiera eran capaces de escribir el propio nombre en la hoja de reclutamiento forzoso.
A pesar de ser un texto corto, porque esas 270 páginas están impresas con una letra grande y vistosa, me ha obligado, o mejor dicho, me ha invitado a permanecer atenta a cada frase, a cada palabra leída, para no perderme ningún detalle, por muy pequeño que fuese. Lo bonito no ha sido solo la historia que me estaban contando, que también, sino la manera en la que me la estaban contando.
A pesar de ser un texto corto, porque esas 270 páginas están impresas con una letra grande y vistosa, me ha obligado, o mejor dicho, me ha invitado a permanecer atenta a cada frase, a cada palabra leída, para no perderme ningún detalle, por muy pequeño que fuese. Lo bonito no ha sido solo la historia que me estaban contando, que también, sino la manera en la que me la estaban contando.
Ni un alma parecía habitar en aquellas calles. Los portales y ventanas estaban poblados de ausencia, y un leve viento de olvido doblaba las esquinas que aún lograban mantenerse erguidas, arremolinando con sus vórtices las ramas secas y barrillas que transitaban, a ráfagas y a sus anchas, por la abandonada calzada.
Sé que me repito, pero es una narración maravillosa. Un cuento sin perder la verdad detrás de las palabras; la verdad cruda y triste de una sociedad en conflicto; rezuma luz, esperanza y alegría, aunque también hay espacio para el dolor. Es como una pintura llena de color en un momento negro.
Me ha gustado mucho el ritmo marcado, los tiempos, los saltos en la historia, la manera de mostrar a unos y a otros, la línea que llevan ambos protagonistas, de forma paralela. Y, sobre todo, me han gustado esos personajes. Todos sus personajes. Personajes humanos, tiernos, buenos, no tan buenos, reales, aceptados, comprendidos, inacabados, fantásticos.
Sé que me repito, pero es una narración maravillosa. Un cuento sin perder la verdad detrás de las palabras; la verdad cruda y triste de una sociedad en conflicto; rezuma luz, esperanza y alegría, aunque también hay espacio para el dolor. Es como una pintura llena de color en un momento negro.
Me ha gustado mucho el ritmo marcado, los tiempos, los saltos en la historia, la manera de mostrar a unos y a otros, la línea que llevan ambos protagonistas, de forma paralela. Y, sobre todo, me han gustado esos personajes. Todos sus personajes. Personajes humanos, tiernos, buenos, no tan buenos, reales, aceptados, comprendidos, inacabados, fantásticos.
La sucesión de las horas era un desfile de minutos clónicos que se insertaban en sus cicatrices para recordarle aquello cuanto había terminado por desvanecerse en sus sueños y en su mutilado cuerpo.
A través de las palabras, he llegado a entender, en parte, la catarsis por la que deambulan los personajes, que se muestra como un largo camino de aceptación y de perdón. Todo significa algo, todo tiene sentido, todo está magníficamente envuelto con esa patena de color de la cubierta del libro, y que lleva su correspondencia con una realidad más tosca y certera.
A través de las palabras, he llegado a entender, en parte, la catarsis por la que deambulan los personajes, que se muestra como un largo camino de aceptación y de perdón. Todo significa algo, todo tiene sentido, todo está magníficamente envuelto con esa patena de color de la cubierta del libro, y que lleva su correspondencia con una realidad más tosca y certera.
Sangre en las manos y plomo en las conciencias que, a fuerza de represión en los enclaves que saltaban y terminaban por arrasar, se iban quedando frías y mecanizadas como el metal de las municiones que sus máuseres expectoraban con aliento a pólvora e infierno contra los soldados del bando contrario e indefensos y vencidos civiles, con los brazos en alto y el espanto grabado en el gesto.
He leído el texto como un canto a la paz, al amor y a la amistad; como una denuncia a lo injusto, a la imposición y a las vidas truncadas por algo ajeno a la mayoría de ellas; como el recuerdo de lo olvidado, lo enterrado o ahogado hace ya mucho tiempo; esa canción bajo el agua de los peces, que pronto olvidan. La autora se merece todo mi respeto por haber creado este cuento y haber dado vida a sus personajes, a Eladio y a Teodoro, y a los demás.
He leído el texto como un canto a la paz, al amor y a la amistad; como una denuncia a lo injusto, a la imposición y a las vidas truncadas por algo ajeno a la mayoría de ellas; como el recuerdo de lo olvidado, lo enterrado o ahogado hace ya mucho tiempo; esa canción bajo el agua de los peces, que pronto olvidan. La autora se merece todo mi respeto por haber creado este cuento y haber dado vida a sus personajes, a Eladio y a Teodoro, y a los demás.
Dime tú, ¿quién va a tener el valor de girar la cabeza y recordar lo que un día fuimos sin quebrarse dolor al hacerlo? Olvidaremos por no sentir más desazón, tendremos que volvernos amnésicos y pensar que no hubo más vida que la que ahora comienza. Como lo hacen los peces, que nadan en el río Japeo sin ser capaces de retener dónde estuvieron apenas unos metros antes. Tal vez lo hagan por no volverse locos, porque al ser peces y no poseer patas o piernas, les está prohibido echar raíces en ninguna parte y han aprendido a subsistir así, sin el lastre de un pasado sobre las resbaladizas escamas, libros de nostalgias y de culpas. Toda nuestra historia quedará reducida el lejano eco de una canción bajo el agua, Eladio. Nos borrarán de los libros, y hasta de las propias cabezas, como si jamás hubiésemos existido.
Eso sí, tengo que reconocer mi especial predilección por este tipo de historias, así que es normal que las disfrute muchísimo y que me deleite en la belleza que desprenden sus palabras. Si eres un poco como yo, y lo tuyo son los textos que tienen algo más, creo que sabrás a lo que me refiero. Un libro para releer y releer, y para disfrutar con algo nuevo cada vez que lo leas.
Dice Fàtima que la historia comenzó a partir de una frase, la primera del libro, y luego siguió, hasta convertirse en una novela. Dice, también, que mientras la escribía, recitaba sus propias palabras en voz alta, al igual que yo he hecho con algunos pasajes mientras leía. Dice que la escribió como si se la escribiese a alguien en concreto, y así la he leído yo, como si la hubiese escrito para mí. Aquí os pongo las primeras palabras del libro, por si os animáis a que ella os siga contando esta historia:
(Mayo de 1939) A sus veintisiete años recién cumplidos, el oficial
Eladio Ferlosio arrastraba las botas raídas por el
arrinconado camino que le llevaba de vuelta a su
pueblo natal como si de un anciano se tratase. Poco
imaginaba en aquella sofocante mañana del mes de
mayo que, más de media vida después y ya en su
acuífero lecho de muerte, iba a recordar esa misma
escena como el primer capítulo de su vida... (enlace a la continuación de las primeras páginas)
Eso sí, tengo que reconocer mi especial predilección por este tipo de historias, así que es normal que las disfrute muchísimo y que me deleite en la belleza que desprenden sus palabras. Si eres un poco como yo, y lo tuyo son los textos que tienen algo más, creo que sabrás a lo que me refiero. Un libro para releer y releer, y para disfrutar con algo nuevo cada vez que lo leas.
Dice Fàtima que la historia comenzó a partir de una frase, la primera del libro, y luego siguió, hasta convertirse en una novela. Dice, también, que mientras la escribía, recitaba sus propias palabras en voz alta, al igual que yo he hecho con algunos pasajes mientras leía. Dice que la escribió como si se la escribiese a alguien en concreto, y así la he leído yo, como si la hubiese escrito para mí. Aquí os pongo las primeras palabras del libro, por si os animáis a que ella os siga contando esta historia:
(Mayo de 1939) A sus veintisiete años recién cumplidos, el oficial
Eladio Ferlosio arrastraba las botas raídas por el
arrinconado camino que le llevaba de vuelta a su
pueblo natal como si de un anciano se tratase. Poco
imaginaba en aquella sofocante mañana del mes de
mayo que, más de media vida después y ya en su
acuífero lecho de muerte, iba a recordar esa misma
escena como el primer capítulo de su vida... (enlace a la continuación de las primeras páginas)
Con semejante reseña sin duda dejas con ganas de descubrir más profundamente esta historia me alegra leer que lo has disfrutado tanto me lo anoto pero a saber para cuando le encontraré un hueco tengo demasiado por leer
ResponderEliminar¡Hola! Te has propuesto que me pique el gusanillo y lo has conseguido. Además los pasajes que has elegido son preciosos y ya sé que va a gustarme su estilo. ¡A ver cuando cae! Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarNos vemos entre páginas
La vida de mi silencio
Imposible resistirse con esta reseña. Apuntadísimo me lo llevo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Veo que te ha entusiasmado. A mí también me gustan las historias ambientadas en la guerra civil y esta novela, además de estarlo, se ve que está escrita en forma poética y con mucho mimo. Apuntada queda.
ResponderEliminarUn beso.
se nota que te ha gustado y disfrutado mucho, pinta bien, besos guapa y buen post
ResponderEliminarPues a mí me has convencido. Ya me había llamado la atención por la portada que la verdad es que choca, es llamativa. Pero lo que cuentas me ha gustado mucho
ResponderEliminarBesos
Aunque no pinta mal, lo voy a dejar pasar que tengo muchos pendientes que quiero rebajar. Mucha suerte a los participantes de los sorteos.
ResponderEliminarSaludos
Puede que mis lecturas habituales no tengan nada que ver con la que hoy nos traes pero sin lugar a dudas es muy interesante.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola!! Lo desconocía por completo, no descarto darle una oportunidad más adelante. Tomo buena nota de tus impresiones lectoras. ¡Gran reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
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