Refutación del efecto doppler, de Jaime Molina

Autor: Jaime Molina
ISBN13: 9788416764754
Colección: Mexuar
Clasificación: Relatos
Tamaño: 14x21 cm
Idioma de publicación: castellano
Edición: 1ª Ed.1ª Impr.
Fecha de impresión: Noviembre 2018
Encuadernación: Rústica con solapas
Páginas: 310

«¿Cómo se sentía él al ver que todo el mundo estaba en un plano muy inferior al suyo?» es la extraña pregunta que un periodista le hace a un niño prodigio en El genio, uno de los once relatos de Refutación del efecto Doppler. Cada relato cuenta con un instante absolutamente original que incrementa la potencia de la narración y de los personajes para desembocar en finales imprevisibles. Jaime Molina nos lleva de lo inexplicable a lo exclusivo, pisando con fuerza sobre el bien y el mal, trayendo a nuestra memoria la obra del mismísimo Joseph Conrad. Once relatos en los que la tensión e intensidad literaria apenas dan respiro al lector para afrontar cada inesperado y apasionante desenlace que deja las puertas abiertas al lector. Jaime Molina crea una atmósfera inquietante en la que cada historia se convierte en una amalgama de sensaciones y sucesos tan rutinarios como inverosímiles. Pasión e incertidumbre son dos de las características que comparten estas narraciones. Dos factores elementales para atraer y retener a los más exigentes y curiosos lectores.

Los libros compuestos por relatos pueden llevar una conexión que hace que lectura tras lectura vaya creciendo ese porqué o ese objetivo que todos llevan consigo entre sus palabras y que te dirigen hacia una meta, o pueden ser casi como islas independientes en un mar común, siendo un añadido al lector el encontrar ese hilo. 

La refutación del efecto doppler me ha dejado dudando sobre si he sido capaz de hallar el nexo que le ha llevado al autor a unirlos todos bajo el mismo título o si simplemente me he perdido entre uno y otro. Tras terminarlo creo que la simple desubicación, tanto de los personajes como del lector, producida por nuestro acercamiento a cada uno de ellos y, en cierta manera, a su intimidad, y lo que nos cuentan, es en sí esa contradicción. He llegado a pensar que precisamente el jugar con nuestra perspectiva y posible empatía hacia cada uno de los protagonistas es el objetivo del autor, pero cuando cambiaba de relato, con un escenario, una trama e, incluso, un estilo narrativo, totalmente distinto, hacía que desechara esa opción.


A fin de cuentas, pensé, nuestra vida está hecha de eso: sensaciones, recuerdos, objetos sin más valor que el que nosotros mismos les damos, y que más tarde o más temprano, perdemos para siempre.

Tened en cuenta que pasamos de un efecto acústico inexplicable en una zona determinada, a una niña inquietante y desconcertante, un hombre anodino que descubre su fuerza oscura y su capacidad para asustar, un pueblo ocupado, una mujer sola y víctima, el dueño de un hotel y su capacidad para vivir a través de los objetos de otros, la atracción del sexo y una extraña conexión con el pasado, el sí pero no de mostrar al mundo unos documentos perdidos, una historia familiar que termina con un "eso fue todo" y un relato más largo que el resto sobre un viejo y acabado pianista, subyugado al poder de una diva que le tiene totalmente dominado.

Aunque nos dicen que hay once relatos, en realidad son diez (no cuento el de Jaime Molina que está al final y es más la manera del autor de contarnos quién es), siendo el último el más extenso y uno de los más inquietantes, no por la historia en sí sino por la tristeza de la realidad que muestra sobre las relaciones humanas y nuestra manera de afrontar nuestras propias limitaciones.

- Refutación del efecto Doppler
- La línea del horizonte
- Llamadas telefónicas
- Los colonos
- Convalecencia
- Objetos perdidos
- La excavación
- Manuscritos en un cajón
- El hombre que se parecía a Borges
- El pianista acompañante
+1




Quiero decir, que nuestra vida es como los número: todo tiene una secuencia, más o menos lógica. En unos casos resulta predecible, como en la serie de Fibonacci. Pero claro, no siempre es tan fácil.


Un texto fácil, fluido y adecuado nos va pasando por cada una de las historias, nos revuelve casi como si de una batidora se tratase, y sirve el resultado en una copa fría, justo como nos dejan esos finales abruptos e inesperados de cada relato, y conseguir que nos quedemos esperando más y pensando. No cambia, no soluciona, no arregla, no modifica, simplemente llega al final, acorde con lo que nos están contando, así, sin más.

Como en todo, algunos finales, para mí, son más acertados y tratan al lector de forma inteligente, y otros me han dejado igual sin despertar esas sensaciones que me permitan recordar quién, cómo, qué o por qué de la historia que acabe de leer.

Si bien la fuerza narrativa de este libro viene determinada por el trabajo psicológico de cada personaje, sea o no protagonista, y sea o no definitivo en el hilo argumental, la carencia de ese efecto sonoro que me prometía el título, más allá del primer relato, ha hecho que no supiera disfrutar totalmente de esta lectura por la sensación de montaña rusa en la que me he visto a medida que avanzaba. Algunos relatos han resultado muy interesantes y otros más de transición o casi puente.

¿A quién le recomendaría esta lectura? creo que me arriesgaría únicamente con lectores de relatos; lectores que disfruten con pequeñas píldoras narrativas; lectores que disgreguen lo que leen para intentar entender el mensaje que el autor quiere transmitir con cada una de las historias. 




Comentarios

  1. ¡Hola! Me temo que los relatos no son lo mío, así que este lo dejaré pasar.

    Un beso

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  2. Buenas!
    Muchas gracias por la reseña :D
    Me ha gustado mucho tu sinceridad y aunque el libro no me llame mucho la atención, lo tendré en cuenta
    Un saludo fuerte :D

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  3. A mí sí me gustan los relatos, pero creo que con esta antología no me lanzo porque seguramente me pasaría lo que a ti, y tengo tanto pendiente que prefiero leer cosas que ahora mismo me llamen mucho la atención. Es que esto de los relatos es una lotería...

    ¡Besote!

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  4. No es lo que suelo leer, pero no descarto! buen post guapa

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