Tu mirada en mi piel, de Elena Montagud

Título: Tu mirada en mi piel
Autor: Elena Montagud
Sello: GRIJALBO
Fecha publicación: 08/2019
Idioma: Español
ISBN: 9788425357466
Temáticas: Erótica, Narrativa romántica
Colección: Ficción
Edad recomendada: Adultos

A sus treinta y un años, Carol es una traductora que vive en Barcelona y que está a punto de ver cómo un tsunami emocional sacude su vida. Primero es Samuel, su pareja, a quien descubre en su propia cama haciendo con otra lo que ella tanto echaba de menos. Y luego una llamada desde el pueblo: un difícil trance familiar al que deberá enfrentarse sola.
Pero de repente su destino se cruza con el de Isaac Salazar. No es que sea un tipo demasiado simpático, pero sin embargo hay algo en él que resulta atrayente, casi irresistible. Como una de esas tonadas que se meten en la cabeza sin querer, la mirada profunda de Isaac, sus escasas sonrisas y su intensidad a la hora de hacer el amor terminan ocupando el corazón de Carol. Y ella desea, casi a su pesar, saber más cosas de él: volver a verlo, bailar a su lado durante noches enteras... Como bailaba cuando era una cría con su mejor amigo, un niño que nunca fue como los otros y cuyo recuerdo regresa ahora, inesperadamente, con más fuerza que nunca.
A medida que sus encuentros con Isaac se suceden, Carol tendrá que vencer sus propios miedos y los secretos que ambos guardan y rendirse a esa mirada mágica que le estremece la piel.


Conozco a Elena, la autora, porque somos del mismo club de lectura y porque hemos coincidido más de una vez, y de dos, en comidas y otros momentos distendidos. Es una persona muy interesante, de la que sorprenden su candidez, sus gustos lectores, más negros de los que cabe imaginar no solo por lo que escribe sino por su manera de comunicarse con el mundo, y su sencillez. Después de esta espontánea descripción, que supongo que está escuchando (leyendo) Elena por primera vez de mis labios (palabras), os diré que no había leído nada de ella, y eso que lleva ya publicados varios libros. ¿Por qué ha sido Tu mirada en mi piel, su última novela, la que me ha hecho animarme a descubrirla? La respuesta más prosaica es que ha sido la lectura elegida por el Club de romántica de Valencia para el mes de enero, y la respuesta más sincera es que esperaba un libro así: un libro que me contara una historia más real, más íntima y más cercana que lo que suelo buscar cuando leo una trilogía erótica (sus anteriores publicaciones).

Aunque no es habitual en mí, esta vez sí que me gustaría daros una sinopsis alternativa a la que nos propone la editorial, no porque esta no sea correcta, que lo es, sino porque creo que te da una idea de la novela que no es tal. Para mí, Tu mirada en mi piel es la historia de cómo Carolina, una chica de 30 años, solitaria y amigable, que ha aprendido a vivir con todos sus fantasmas, es capaz de reencontrarse con la niña que fue a partir de todos los dolorosos recuerdos que despierta en ella un escritor taciturno y distante que vuelve su mundo algo más complicado de lo que es.

Me había hecho vivir en una burbuja que me había estallado en la cara. Pero dicen que las cuestiones del corazón son las más complicadas, que no entiende de razones. Porque uno puede elegir el camino, pero no a las personas que va a conocer en él. Puedes escoger a las personas que te rodean, pero no aquellas que te iluminan el pecho. Quizá incluso puedes elegir con quién estar, pero no de quién te enamoras. Y es que el amor no es lo que tú quieres sentir, sino lo que sientes sin querer.

Se trataba de su silencio. Después de todo, los silencios dicen más que las palabras y pueden dañar más que un grito. Me ocurría lo mismo cuando de pequeña hacía alguna trastada y la tía, en lugar de castigarme, no me dirigía la palabra durante un rato, hasta que yo entendía. Y también con Gabriel... Sus silencios —junto con los de los demás y otras muchas cosas— le habían costado todo, va bien asfixiado.

Tu mirada en mi piel no es una novela erótica, aunque sí hay sexo explícito; no es una novela donde dos personas se conozcan, se gusten, se enfaden, sufran y vuelvan a gustarse, aunque sí tenemos a dos almas que han necesitado encontrarse para ser capaces de perdonarse, sufriendo, sin duda; no va de miradas y de piel, sino de sensaciones y de verdades; no es ella en ropa interior dejándose observar por él, sino ella con el corazón dolorido y anestesiado y él intentando sobrevivir a sus miedos. 

Tu mirada en mi piel ha sido, para mí, una historia dentro de otra historia que era necesaria; ha sido un encuentro que por fin cierra el círculo que da sentido al presente, al pasado y, sobre todo, al futuro de los protagonistas; ha sido un reencuentro de dos personas que no se conocen, pero que debían conocerse.

—Ratoncito — murmuró con su serena voz—, a veces ni un perdón a tiempo puede cambiar lo que se ha hecho. Antes de romper algo, piénsalo bien. La próxima vez quizá no sea un objeto y, entonces, el daño será irreparable.

A pesar de que la única voz que oímos es la de Carolina, que nos va trasladando del presente al pasado de una manera cómoda y adecuada, gracias a la cual vamos entendiendo esa melancolía que rodea al personaje y, quizá, ese miedo que tiene a perder a las personas que quiere, está al mismo nivel la cantidad de emoción que sentimos por Gabriel o por Isaak. No penséis en una historia a tres bandas; Gabriel es un recuerdo de su infancia y su adolescencia, pero muy presente en el desarrollo de su vida actual. 

Me ha parecido muy interesante colocar al personaje de Isaak con esos claros y oscuros, con esa fuerza de la escritura que le envuelve y le impide ser razonable, y con ese pasado que intuyes por dónde va pero que la autora no te deja ver. Es un personaje que crece a medida que lees y, aunque algún sector no esté de acuerdo conmigo, creo que se gana su derecho a estar ahí y a actuar así.

¿Sabe lo que me susurraba la tía cuando lloraba? «Tesoro, una vez leí que una gran escritora afirmaba que llorar no es síntoma de ser débiles, sino de estar vivos. Hay que llorarlo todo, Carolina, desde la alegría y el amor hasta la tristeza, pero llorarlo bien.» Me lo decía porque yo no quería llorar nunca, como si las lágrimas fueran un signo de blandos.


Tengo que admitir que no esperaba que la historia me gustase tanto; me ha sorprendido; no creía que iba a encontrarme con un texto tan sólido y tan maduro (lo siento, Elena, es cierto; cuando me veas te dejo darme una colleja xD). La verdad es que la historia es preciosa y muy bonita, incluso por encima de esa relación que se establece entre ellos, de ese amor que nace a pesar de todo, porque lo maravilloso es descubrir cómo es Carolina, cómo ha sufrido, cómo ha luchado contra ello y cómo sigue luchando. He llorado, no a modo torrente de lágrimas pero me he emocionado un par de veces, y cualquiera que haya leído el libro es capaz de saber en qué momento.

Algún pero tengo, eso sí. No he llegado a entender el componente sexual que hay en la novela porque, aunque intuyo que la autora ha querido plasmar que la relación de ellos es física, y por ende, intensa, yo, como lectora, no sentía necesario leer tanto sobre ello. En este libro, las escenas sexuales me han sobrado; no me molestan, no son incómodas, al contrario, Elena sabe moverse en ese terreno, pero no las veo indispensables para el desarrollo de la historia que, ya de por sí, tiene fuerza. Si quitáramos la mayor parte de esos momentos, no los hubiéramos echado de menos en la historia.

Bueno, creo que más o menos podéis haceros una idea de esta novela, aunque os digo que esa historia que hay dentro de la historia merece ser leída. Animaos a descubrirla, y, de paso, a disfrutar de Elena Montagud, ya que intuyo que utiliza sus novelas para acercarse al mundo desde su pequeño balcón.





Comentarios

  1. Sentí mucho no asistir al club en esta ocasión, me hubiera gustado comentar con Elena su novela. Creo que al leer tu reseña no habrá nadie que no se sienta tentada a leerla. Perfecta, como siempre.

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  2. Hola, Carmen, tenía muchas ganas de que leyeras algo mío y me alegra que te hayas iniciado con esta novela. Tus reseñas, como siempre, fantásticas. Y además es que has entendido esta historia a la perfección y eso me alegra muchísimo. No me queda más que agradecerte que la hayas leído, que la comentaras conmigo y las demás en el club y que le hayas dedicado una reseña tan bonita.

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