Que a Julián le atacaran unos malhechores en plena noche de carnaval podría ser lo mejor que le ha ocurrido en la vida. Su destino queda sellado cuando una figura femenina enmascarada acude en su ayuda. Pese al antifaz que oculta el rostro de la mujer, Julián queda cautivado por sus ojos, así como por su valentía. Antes de desaparecer ha dicho llamarse Diana. ¿Cómo podría encontrarla otra vez?
Catalina de Velasco no es indiferente a los juegos amorosos pero prefiere que sigan siendo eso: juegos. No quiere un marido ni lo necesita. El que fue su primer amor, Felipe, ya le enseñó todo lo que quería de los hombres. Ahora, Felipe reaparece en su vida, y aunque sus besos son sugerentes no consiguen encender la llama del deseo en su cuerpo. Eso solo le ocurre en presencia de otro hombre: Julián. El problema es que Catalina ya tuvo un encuentro con él, amparada bajo una identidad falsa. Para seducirlo tendrá que decidir si quiere ser ella misma... o si prefiere desplegar sus habilidades como la implacable Diana.
Todo se complica cuando Julián es acusado de asesinato y encarcelado, lo que pondrá en marcha la maquinadora mente de Catalina.
No hay ninguna duda sobre lo bien que escribe Nuria Llop. Al menos a mí me gusta mucho cómo lo hace. Sabe aunar la corrección lingüística con la proporción adecuada de descripción, narración y diálogo, que consigue que yo me relaje leyendo y disfrute de lo que me están contando. Además, ese Siglo de Oro español en el que sitúa estas historias es un añadido muy atrayente a la hora de ponerme con ellas.
Por si no lo sabéis, esta novela pertenece a una trilogía (no de esas que no terminan, las historias son autoconclusivas, pero los personajes están relacionados, de ahí que es mucho más interesante leerlas en orden). La joya de mi deseo, es la primera; La diosa de mi tormento, la segunda; y Una farsa imprudente, la tercera.
Leí La joya de mi deseo en febrero de 2016 y tenía algo oxidados los personajes protagonistas de esta historia, pero no me ha afectado en absoluto para disfrutar de ella, y eso que su acción ocurre meses después de la trama de la primera novela.
La protagonista esta vez es Catalina de Velasco, personaje secundario y esencial de la historia anterior, educada para ser una gran señora de su época pero a la que le gusta más el sabor de libertad que le aporta poder decidir por sí misma, ir a donde le apetece y hablar sobre lo que quiere; y Julián, quien también es alguien fundamental en el devenir de los hechos de La joya de mi deseo. Digamos que ambos coinciden, chocan, aprenden, se desean, se atormentan, se desean mucho (parece reiterativo pero es que encaja en la historia así, de ese modo), se complementan y, al final, coinciden. Este sería casi el resumen total de esta novela, en la que lo importante es disfrutar de sus diálogos, de los hechos que se van desencadenando alrededor de ellos y del misterio que engloba todo y que será lo que aporte la intriga necesaria para mantenernos con las ganas de seguir leyendo.
Lo que más me ha gustado de esta novela, y lo que más destaco de ella, es la ambientación, el momento histórico y el lugar; es maravilloso leer romántica en el Siglo de Oro español, en plena Villa de Madrid y con personajes tan nuestros. Sin tener tanto de aventura como la anterior, y más carnal de lo que me esperaba, ha sido una lectura de esas que he terminado en un suspiro, con la que he disfrutado mucho y que me ha animado a continuar leyendo novelas de esta autora.
Curioso ha sido encontrarme con dos personajes tan contradictorios, ya que son fuertes, decididos, nobles, y a la vez tienen unas carencias afectivas enormes que les hacen dudar de todo lo que les rodea y de todo lo que sienten. Son muy físicos y eso condiciona el devenir de la trama, cuyo hilo argumental gira en torno a unas monedas falsas, contrabando, delincuencia y mentiras, sobre todo, mentiras.
Como ya os he indicado, es una historia en la que el aporte de sexo explícito es importante, no tanto por su cantidad sino, precisamente, porque es ese tormento el que arrastran los dos y que nos hace entender el porqué de muchas de sus decisiones.
Gracias a la buena disposición de la autora, son muchos los aspectos que se tratan en esta novela: amistad, mujeres, poder, familia, dudas, deseo... además, alguna de sus escenas me ha recordado a un entremés, quizá por la parte incluso cómica que adquieren en ciertos momentos y por la confluencia de varios personajes en la misma escena.
Referencias al arte, a la literatura, a la política y a la sociedad de entonces están pinceladas a lo largo de todo el texto, sin llegar a ser apabullantes ni pesadas. Se agradece que a través de las palabras, esta autora proporcione una lectura interesante, entretenida, romántica y muy recomendable. Imposible no imaginarse a Lope de Vega paseando por las calles de esta novela.
Hola!!!
ResponderEliminarDespués de la grata sorpresa de La joya de mi deseo, creo que este es mi favorito de la trilogía, me lo pasé genial con esta pareja. qué momentos me dio!
Bueno, admito que no soy nada objetiva con Nuria Llop, se ha ganado novela a novela el ser una de mis autoras favoritas.
Un besote
Tiene una pinta genial!! Me lo guardo en mi lista de pendientes. Muchas gracias!!
ResponderEliminar¡Hola! No sé muy bien por qué nunca a cabo de animarme con esta autora. A ver si le doy una oportunidad.
ResponderEliminarUn beso
Leí el tercero de estos libros y no me termino de llamar, pero aún así quiero leer los demás, anotado los tengo, buen post guapa
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