Casualmente Valentina, de Elena Garquin

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Sinopsis (según Amazon)

Benavente, 1886. A Rafael Mejía la vida le sonríe. Es un hombre de éxito, joven, atractivo y arrogante, y acostumbra a conseguir lo que quiere en un abrir y cerrar de ojos, tanto en los negocios como en el placer.

Valentina, la humilde empleada de una posada de dudosa reputación, será su siguiente víctima. Una muchacha tan dulce como hermosa por quien se siente irremediablemente atraído, hasta el punto de convertirla en la principal candidata para ocupar su cama, sin imaginar que, con ella, comenzarán sus problemas.

Para Valentina, la impactante aparición de Mejía provoca un enorme cataclismo en su apacible vida. Resuelta a no sucumbir al enorme embrujo que ejerce sobre ella, combatirá su oscuro atractivo de la única forma posible: conquistando un duro corazón que él presume de no poseer.

Desde los fastuosos salones del Casino de Benavente hasta el oculto corazón de la sierra de la Culebra, Valentina seguirá a Mejía en un viaje plagado de peligros y sombras de los que Rafael la intentará alejar, pero ¿será capaz de eludir con la misma fuerza el poder del amor?

Ha sido la segunda novela que leo de esta autora y ya puedo asegurar que su manera de escribir me gusta mucho. De una manera aparentemente sencilla y con un vocabulario más que adecuado para el momento histórico de la novela, pero sin ser demasiado arduo, lo que dificultaría su comprensión y lectura, nos va contando la historia de amor entre dos personas que se encuentran como por casualidad y cuyas vidas quedan ya entrelazadas, para bien o para mal.

Tengo que confesar que no me esperaba la historia tal cual la he leído. Creía que me encontraba ante una trama llena de aventuras con su historia de amor y muchas situaciones al límite. Por el contrario, ha sido una intensa historia de amor, llena de erotismo y sensualidad, aderezada con las peleas dialécticas entre los protagonistas, provocadas por el carácter fuerte y decidido de ambos, y con algo de esa aventura que yo me había imaginado (sobre todo en el último tercio de la novela) lo que aporta algo más dinamismo a esa parte de la historia. 

Uno de los puntos fuertes de la novela es la ambientación, tanto por la época y su sociedad como por el vocabulario utilizado. Mientras vas leyendo los encuentros entre Valentina y Rafael eres capaz de ver esas calles llenas de polvo, esos momentos aderezados con vasos de vino, los trabucos, los vestidos de las damas y de las campesinas, los caballos, los caminos, la comida (sorprenden esos desayunos tan suculentos)... 

Destacan también los personajes protagonistas. Rafael Mejía es uno de esos personajes masculinos que desde el principio te enamoran a pesar de sus actos y sus palabras, porque reconoces su integridad, su lealtad y buen corazón, aunque sin dejar de ser un bribón al que a veces matarías. Sinceramente yo prefiero a Valentina. Creo que la autora ha creado a una mujercilla muy inteligente y divertida, con una lengua decidida que no da puntadas sin hilo, y cuyo único error es sucumbir a la tentación nada más conocerle. 

Llamativo me ha resultado el hecho de que él sí sufre una transformación importante en su manera de actuar y de sentir a medida que avanza la historia mientras que ella es básicamente la misma mujer. 

Mucha pasión y tensión entre las palabras de esta historia de luchas y búsquedas, y en las que los personajes secundarios forman una opereta muy, muy entretenida alrededor de la pareja protagonista. Se lee de un tirón y una vez que terminas te arrepientes de haberla leído tan rápido. 

#CasualmenteValentina 

#SiempreJuntos 

#Amor #Familia 

#NiContigoNiSinTi 

@CdLRomanticaVLC

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