La suerte del enano, de César Pérez Gellida #Lecturas2020
Título: La suerte del enano
Autor (es): César Pérez Gellida
Traductor:
Sello: SUMA
Fecha publicación: 11/2020
Formato, páginas: Tapa blanda con solapas, 592
Medidas: 153 X 229 mm
ISBN: 9788491294603
EAN: 9788491294603
Temáticas: Literatura contemporánea, Misterio y suspense
Colección: Tinta Negra
Edad recomendada: Adultos
¿Se puede capturar al criminal perfecto?
Valladolid, 2019. Sara Robles es una inspectora singular. Encargada de resolver un macabro crimen, además tiene que lidiar con sus problemas cotidianos, estrechamente relacionados con la adicción al sexo y con un pasado que no termina de curar. Mientras tanto, El Espantapájaros, una misteriosa cabeza pensante, ha orquestado el robo perfecto junto a un exminero, un pocero y un sicario, y está a punto de llevarlo a cabo a través del alcantarillado de la ciudad.
La suerte del enano es una brillante novela con altas dosis de investigación policial, sexo y violencia en la que el lector profundizará en el complejo mundo de los robos de obras de arte y sus extensas ramificaciones que los relacionan con grupos de delincuencia organizada.
Gellidismo extremo en estado puro..
Yo continúo a mi ritmo y escribo sobre las últimas lecturas de 2020. Además, eso me ayuda ya que ahora estoy leyendo una novela muy larga y la quiero descubrir con tranquilidad. César Pérez Gellida no es un autor que deje indiferente. Tiene un séquito de lectores que se denominan gellidistas y que disfrutan con cada uno de los libros que publica. Yo me he estrena con su última novela, y eso que tengo su bilogía anterior en casa.
Autor (es): César Pérez Gellida
Traductor:
Sello: SUMA
Fecha publicación: 11/2020
Formato, páginas: Tapa blanda con solapas, 592
Medidas: 153 X 229 mm
ISBN: 9788491294603
EAN: 9788491294603
Temáticas: Literatura contemporánea, Misterio y suspense
Colección: Tinta Negra
Edad recomendada: Adultos
¿Se puede capturar al criminal perfecto?
Valladolid, 2019. Sara Robles es una inspectora singular. Encargada de resolver un macabro crimen, además tiene que lidiar con sus problemas cotidianos, estrechamente relacionados con la adicción al sexo y con un pasado que no termina de curar. Mientras tanto, El Espantapájaros, una misteriosa cabeza pensante, ha orquestado el robo perfecto junto a un exminero, un pocero y un sicario, y está a punto de llevarlo a cabo a través del alcantarillado de la ciudad.
Gellidismo extremo en estado puro..
Sara Robles dejó pasar unos segundos para intentar contener eso que se estaba agolpeando en sus sienes.
—Asco de mañana, asco de día, asco de semana... ¡Asco de todo! — gruñó entre dientes.
Aunque, sin duda, se puede leer esta novela sin conocer antes a Ramiro Sancho (protagonista de sus anteriores trilogías), y todo el escenario creado en torno a su personaje en la ciudad de Valladolid, es verdad que quizá se pierda cierta esencia en ese sentido. No obstante, la protagonista de La suerte del enano es Sara Robles, una inspectora de policía algo peculiar, extremadamente resolutiva y con el extremismo que aporta la necesidad de cubrir una adición tan compleja como es al sexo.
Una vez, había escuchado decir a un compañero de Zaragoza que la prensa era como las arenas movedizas: «si te mueves estás jodido y si te quedas quieto también, pero tardan más en tragarte».
Sara Robles es, como ya he dicho, policía, y tenemos una investigación policial abierta que constituye el eje central de esta historia, pero, por el nivel de violencia impregnado en las páginas, así como por esa atmósfera en que las miserias humanas conducen a actos cuestionables, donde la ambición y la venganza definen el camino, yo me decanto por una novela negra. Probablemente muchos lectores no estén de acuerdo conmigo pero no puedo ignorar el carácter trasnochado y vencido que a veces me trasmiten algunos de los personajes. Por otro lado, para mí, ese ritmo en el que se mete la narración y la acción, permitiendo la visualización de todas las escenas, sitúa el libro en el camino de un thriller.
... lo que ocurre es siempre consecuencia de. Tiene un origen, un porqué, y, por ende, si alguien es capaz de mantenerse ajeno al sometimiento del albedrío, logra detectar las oportunidades que se le presentan y, sobre todo, las aprovecha, entonces las circunstancias se quedan en eso: en meras circunstancias.
Haciendo referencia al ritmo narrativo, he tenido la sensación de que el autor juega con él para confundirnos. Ayudado por un destacable manejo de las palabras y sus significados, casi podemos ver determinadas escenas como a cámara lenta, a la vez que somos conscientes de que los hechos se están, en cierta manera, precipitando. Además utiliza el recurso de mostrarnos lo que va a ocurrir para, después, descubrirnos si ha sido así o si había cierto disfraz en lo que nos contaba. Eso consigue aumentar nuestro interés, tanto porque descarga la necesidad de saber cómo va a terminar una escena como porque centra nuestra atención en el desarrollo hasta llegar a ese momento ya desvelado. Para mí, con esto consigue impregnar de fuerza un texto que, por sí solo, haciendo referencia a su contenido, ya la tenía.
Nunca se ponía si no era con ese pretexto. Era como si la coca le activara esa parte del cerebro que había sido instruida para la confrontación y se multiplicarán sus capacidades. Los efectos no tardarían en llegar, favoreciendo su estado de alerta, su agudeza sensorial y, de paso, su desinhibición empática frente a las normas morales.
No hay ninguna duda en que el autor sabe cómo escribir una escena violenta; son directas, muy visuales y no incomodan. Un texto muy urbano y muy cercano que ha facilitado que esta sea una novela que he leído casi sin respirar, donde aparentemente esa «mala suerte del enano» define todo lo que le va ocurriendo a Sara Robles y las decisiones que toma para afrontarlo. Para mí, la trama está construida por acción - reacción: las cosas pueden salir mal o pueden salir bien, pero siempre hay consecuencias.
A no ser que no considere como tal morir antes de tiempo y admita de una vez por todas que a la suerte y a la muerte tan solo les diferencia una letra.
Pues terminará cayendo, pero es que tengo los dos libros anteriores del autor pendiente en la estantería, así que tardará aún un poco.
ResponderEliminarBesotes!!!
No he leido nada del autor y por ahora no entra en mis planes de lectura.
ResponderEliminarSaludos
Yo me convertí en Gellidista solo con esta lectura, je,je. Besos
ResponderEliminarTiene buena pinta, buen post y buen fin de semana Carmen, besos
ResponderEliminarNo leí nada de Pérez Gedilla porque todas sus novelas están encadenadas. Por lo que nos comentas en tu reseña, esta me la llevo anotada para estrenarme con su narrativa porque, pese a que no se conoce la esencia de Ramiro Sancho, no impide implicarse en la trama de La suerte del enano. Besos.
ResponderEliminarHola, Carmen. Tengo el libro para leer, leí al autor en sus comienzos y luego lo abandone pero ahora me apetece mucho volver a él. Yo también tengo reseñas de lecturas de diciembre, pronto nos pondremos al día.
ResponderEliminarBesos y buen finde.
Tengo pendiente uno de la bilogía anterior. la segunda trilogía la dejé porque me sentí engañada por el autor y puedo admitir que me sorprendan, pero no que me engañen para sorprenderme. leeré "Todo lo peor" porque "Todo lo mejor" me gustó mucho, pero esta que promete ser el inicio de una nueva serie, creo que la dejo pasar. Yo no soy nada gellidista.
ResponderEliminarUn beso.
YO soy gellidista total. He leído todas sus novelas según se iban publicando. Y, sí, creo que aunque ésta se pueda leer de forma independiente, lo disfrutas de forma distinta si has leído las anteriores.
ResponderEliminarBesos
Pues me la llevo anotadísima. Pero antes leeré su anterior bilogía.
ResponderEliminarUn abrazo