Predestinados, de Minnie Darke
Título original: Star crossed
Autor: Minnie Darke
Sello: PLAZA & JANÉS
Fecha publicación: 07/2019
Idioma: Español
ISBN: 9788401022395
Temáticas: Literatura contemporánea, Narrativa romántica
Colección: Éxitos
Edad recomendada: Adultos
El destino no debe dejarse al azar. A veces necesita un poco de ayuda.
Puede que fuese la casualidad la que volvió a unir a Justine, una sagitario escéptica y aspirante a periodista, con su amor de la adolescencia, un acuario luchador llamado Nick que sueña con ser actor. Pero también pudo ser cosa del destino.
Nick cree en la astrología. Lee cada día su horóscopo en la revista en la que trabaja Justine, y confía plenamente en sus predicciones. Por eso, cuando Justine comprueba que Nick sigue sin corresponder a sus deseos, decide realizar algunos pequeños cambios en la predicción de su signo... ¿Qué daño puede causar?
Una deliciosa comedia romántica sobre el destino, la amistad y las vidas entrecruzadas.
Varios meses me ha costado ponerme a leer esta novela; al final me decidí porque fue la elegida por el Club de lectura de romántica de Valencia para el mes de octubre y porque había leído algunas críticas muy buenas de otros lectores que sigo. Es verdad, no voy a decir otra cosa, que la portada no acompaña muy bien a la historia y en lugar de conseguir que te entren ganas de leer, creo que produce el efecto contrario; pero en este caso, las apariencias, engañan.
Aquí os dejo algunas de las portadas de este libro en otros idiomas para que podáis ver la diferencia.
Dejando la cubierta a un lado, la novela ha sido una lectura maravillosa, al menos para mí que disfruto de comedias románticas simpáticas, tiernas, inteligentes, y llenas de feel-good, que es donde yo encajaría esta historia. Es una comedia porque lo que le ocurre a la protagonista tiene ese tono divertido; es simpática porque inspira simpatía; es tierna porque los personajes son cercanos, amigables y entrañables; es inteligente porque los diálogos lo son, porque no cae en la ñoñería sin perder el tipo de novela que es y la historia que cuenta, y porque construye algo con ese toque de magia que solo las estrellas pueden aportar. Además de esto, está impregnado todo de la felicidad de los pequeños detalles. Si buscas otro tipo de novela, no te molestes en abrirla. No te gustará.
Partiendo de dos personajes centrales, amigos desde la infancia que llevan mucho tiempo sin verse, y de un juego con los horóscopos como justificación del hilo argumental, que salpica a otros, aportando amplitud a la trama a modo de vidas paralelas que se ven afectadas por la principal, tenemos una historia, en cierta manera, a lo Love actually (para que me entendáis), de esas que enganchan, de esas en las que la fortuna de la parte bonita del amor, real y eterno, está presente. ¡Ay, la magia del destino! ¡la magia de que las cosas, si deben pasar, pasarán!
Nuestra protagonista, Justine, periodista becaria en un periódico local, se encuentra con su amor platónico de toda la vida Nick, y descubre que este rige su vida a través del horóscopo de su periódico. Justine quiere tomar las riendas de su existencia, tanto laboral como sentimental, además de conseguir que Nick siga adelante con su vida y se anime a grandes cambios, así que descubre que a través de las palabras puede "guiar" a su amigo y quitarle la venda de los ojos. Este juego que inicia, esta manipulación, acaba teniendo consecuencias e influyendo en distintos lectores de su periódico que confían en el camino marcado por las estrellas.
Es una novela sin maldad, de cuyos personajes te harías amigo; de esas que lees sonriendo.
—Y, para tu información, Dermot —continuó Justine—, a las mujeres no nos faltan huevos; solo es que no los llevamos colgando para que todo el mundo los vea.
Aunque la astrología tiene una fuerte presencia en la novela, siendo la que aporta la estructura, el guión para avanzar, la protagonista indiscutible es ella, Justine; él, Nick, es un mero acompañante, como lo son el resto de los personajes que nos vamos encontrando. Hay una historia de amor pero quizá no sea lo más importante; lo esencial es cómo nos forjamos nuestro camino, la existencia de segundas oportunidades, cómo las decisiones que realizamos afectan a nuestro entorno y en qué afecta todo esto a Justine. Tiene el toque mágico del amor verdadero y del destino, la comodidad de las historias felices y la solidez de las novelas bien narradas. No es una lectura que busques cuando quieres algo real y desgarrador. Se lee muy a gusto y con una sonrisa en la cara.
El consenso humano de que la tierra termina su recorrido anual alrededor del sol el 31 de diciembre no es más que un accidente de la historia, una decisión arbitraria que podía haberse tomado de muchas otras formas. 364,25 otras formas, en realidad. Pero no. Se tomó la decisión de que fuera el 31 de diciembre, lo que supuso que esa fecha se convirtiera para siempre en sinónimo de la idea de fin, que, por supuesto, no cabía separar de la de comienzo. Porque incluso cuando decimos un alegre adiós a todos los borrones y tachones de la página sucia del año que se va, estamos deseando pasar a la nueva, que aún está en blanco y llena de potencial. El mañana.
¿Os habéis dado cuenta de que cuando leemos recibimos otros estímulos además de la historia en sí? Yo he leído una novela llena de color; me he imaginado esos vestidos vintage de la protagonista, aportando simpatía y calidez; esta historia está llena de flores: hay lirios, dientes de león, rosas; también hay música, que acrecenta todas estas sensaciones en mí; y hay amor, de muchos tipos, maneras y formas. En resumen, a mí me ha encantado por la historia y por lo que ha sacado de mí.
Es una historia llena de detalles tiernos, simpáticos, en torno a una mujer que busca su lugar en la vida, que quiere trabajar como periodista en su periódico y que lleva enamorada de su amigo de la infancia desde hace muchísimos años, al que no veía desde la adolescencia. El hilo conductor de todo es el seguimiento de la astrología, siendo lo que mueve gran parte de la trama, aportando ese toque de magia, que no es tal, y que nos lleva a hacernos la pregunta de si existe el destino, además del toque simpático y, a veces, divertido.
Cada vez disfruto más de este tipo de novelas; me transmite esa sensación que necesito de buenas sensaciones, buenas vibraciones, recordándome que existe la felicidad en los momentos, en los pequeños gestos, en las personas buenas. He leído que es la primera novela de la autora y eso me ha sorprendido. Ahora queda saber si también puede ser una novela para vosotros.
Dejando la cubierta a un lado, la novela ha sido una lectura maravillosa, al menos para mí que disfruto de comedias románticas simpáticas, tiernas, inteligentes, y llenas de feel-good, que es donde yo encajaría esta historia. Es una comedia porque lo que le ocurre a la protagonista tiene ese tono divertido; es simpática porque inspira simpatía; es tierna porque los personajes son cercanos, amigables y entrañables; es inteligente porque los diálogos lo son, porque no cae en la ñoñería sin perder el tipo de novela que es y la historia que cuenta, y porque construye algo con ese toque de magia que solo las estrellas pueden aportar. Además de esto, está impregnado todo de la felicidad de los pequeños detalles. Si buscas otro tipo de novela, no te molestes en abrirla. No te gustará.
Partiendo de dos personajes centrales, amigos desde la infancia que llevan mucho tiempo sin verse, y de un juego con los horóscopos como justificación del hilo argumental, que salpica a otros, aportando amplitud a la trama a modo de vidas paralelas que se ven afectadas por la principal, tenemos una historia, en cierta manera, a lo Love actually (para que me entendáis), de esas que enganchan, de esas en las que la fortuna de la parte bonita del amor, real y eterno, está presente. ¡Ay, la magia del destino! ¡la magia de que las cosas, si deben pasar, pasarán!
Nuestra protagonista, Justine, periodista becaria en un periódico local, se encuentra con su amor platónico de toda la vida Nick, y descubre que este rige su vida a través del horóscopo de su periódico. Justine quiere tomar las riendas de su existencia, tanto laboral como sentimental, además de conseguir que Nick siga adelante con su vida y se anime a grandes cambios, así que descubre que a través de las palabras puede "guiar" a su amigo y quitarle la venda de los ojos. Este juego que inicia, esta manipulación, acaba teniendo consecuencias e influyendo en distintos lectores de su periódico que confían en el camino marcado por las estrellas.
Es una novela sin maldad, de cuyos personajes te harías amigo; de esas que lees sonriendo.
—Y, para tu información, Dermot —continuó Justine—, a las mujeres no nos faltan huevos; solo es que no los llevamos colgando para que todo el mundo los vea.
Aunque la astrología tiene una fuerte presencia en la novela, siendo la que aporta la estructura, el guión para avanzar, la protagonista indiscutible es ella, Justine; él, Nick, es un mero acompañante, como lo son el resto de los personajes que nos vamos encontrando. Hay una historia de amor pero quizá no sea lo más importante; lo esencial es cómo nos forjamos nuestro camino, la existencia de segundas oportunidades, cómo las decisiones que realizamos afectan a nuestro entorno y en qué afecta todo esto a Justine. Tiene el toque mágico del amor verdadero y del destino, la comodidad de las historias felices y la solidez de las novelas bien narradas. No es una lectura que busques cuando quieres algo real y desgarrador. Se lee muy a gusto y con una sonrisa en la cara.
El consenso humano de que la tierra termina su recorrido anual alrededor del sol el 31 de diciembre no es más que un accidente de la historia, una decisión arbitraria que podía haberse tomado de muchas otras formas. 364,25 otras formas, en realidad. Pero no. Se tomó la decisión de que fuera el 31 de diciembre, lo que supuso que esa fecha se convirtiera para siempre en sinónimo de la idea de fin, que, por supuesto, no cabía separar de la de comienzo. Porque incluso cuando decimos un alegre adiós a todos los borrones y tachones de la página sucia del año que se va, estamos deseando pasar a la nueva, que aún está en blanco y llena de potencial. El mañana.
¿Os habéis dado cuenta de que cuando leemos recibimos otros estímulos además de la historia en sí? Yo he leído una novela llena de color; me he imaginado esos vestidos vintage de la protagonista, aportando simpatía y calidez; esta historia está llena de flores: hay lirios, dientes de león, rosas; también hay música, que acrecenta todas estas sensaciones en mí; y hay amor, de muchos tipos, maneras y formas. En resumen, a mí me ha encantado por la historia y por lo que ha sacado de mí.
Es una historia llena de detalles tiernos, simpáticos, en torno a una mujer que busca su lugar en la vida, que quiere trabajar como periodista en su periódico y que lleva enamorada de su amigo de la infancia desde hace muchísimos años, al que no veía desde la adolescencia. El hilo conductor de todo es el seguimiento de la astrología, siendo lo que mueve gran parte de la trama, aportando ese toque de magia, que no es tal, y que nos lleva a hacernos la pregunta de si existe el destino, además del toque simpático y, a veces, divertido.
Cada vez disfruto más de este tipo de novelas; me transmite esa sensación que necesito de buenas sensaciones, buenas vibraciones, recordándome que existe la felicidad en los momentos, en los pequeños gestos, en las personas buenas. He leído que es la primera novela de la autora y eso me ha sorprendido. Ahora queda saber si también puede ser una novela para vosotros.
Lo tengo en la cola de mis lecturas.
ResponderEliminarLa astrología forma parte activa en nuestras vidas.
Es un tema fascinante que no me voy a perder.
Pues me llama la historia, la tendré en cuenta guapa, besos y buen post
ResponderEliminarParece el tipo de historia perfecta para desconectar de otras lecturas y hasta del día a día.
ResponderEliminarUn abrazo