Una casa de verano, de Santa Monfefiore



Autor: Montefiore, Santa
ISBN: 978-84-92915-62-0
Sello: Umbriel
Colección: Umbriel narrativaI
SBN: 978-84-92915-62-0
Publicación: 04/05/2015
Encuadernación: Rústica con solapas
Formato: 150x230
Páginas: 448
Colección: Umbriel narrativa
FA Ficción moderna y contemporánea (después de 1945)

El mundo de Antoinette Frampton se desmorona tras la trágica muerte de su marido George, el hombre al que ha amado toda su vida. Él era su roca, su sostén, la persona a la que acudía en busca de amor y apoyo, además de ser el padre de sus tres hijos y la persona a la que mejor conocía. O al menos eso creía hasta el día de su funeral, cuando una misteriosa desconocida se presenta, muy afectada, para revelarles algo que cambiará sus vidas para siempre. A veces se necesita una tragedia para enfrentarse a la verdad. Pero ¿y si la verdad es más difícil de soportar que la tragedia...?


Compré esta novela en la librería-ONG Aída Books de Castellón más por la autora que por otro motivo. Es verdad que el argumento, a priori, parecía interesante: una viuda, sus hijos, una aparición inesperada en el funeral, mentiras, duelo... pero si me dicen que esta novela no la ha escrito Santa Montefiore me quedaría más tranquila. No la he disfrutado mucho, la verdad, y eso que tiene algunos puntos muy interesantes, sobre todo en ciertos giros en los personajes, pero poco más he sacado en claro de esta lectura.

Voy a intentar explicaros, muy por encima, por qué pienso así.

Con una narración de novela familiar, la historia nos lleva a Hampshire, un condado cerca de Londres, en un momento en el que se desmoronan los sentimientos de la familia de un Lord inglés tras el fallecimiento de este. Su viuda, su madre y sus tres hijos quedan desolados, sobre todo al conocer a una chica el día del funeral que cambia la concepción que tenían de ciertos aspectos de su vida. El comienzo es justo esto; así empieza.

Antoinette sintió que algo se agitaba muy dentro de ella, algo que había muerto cuando, siendo todavía un adolescente, había descubierto que todas las cosas llegan tarde o temprano a su fin: los momentos, las amistades, la vida. Nada era para siempre, Papá Noel era su padre, y el conejito de Pascua su tío Douglas con una cesta de huevos de chocolate. Dios no era un hombre simpático y barbudo que habitaba en las nubes, sino una invención primitiva, como los totems o los ídolos de barro.

Creo que, de alguna manera, cada personaje de la historia tiende a explicar cómo afronta la pérdida de alguien esencial en su vida. Lo que hace que seamos conscientes de la situación que vive cada uno de ellos, y dentro de ese aire algo romántico, que lo hay, deseamos que dicha situación cambie: el hijo ambicioso, casado con una «bruja» y con una hija; el hijo pequeño algo díscolo, dueño de una conocida discoteca en Londres; y el hijo mayor, es el que se encarga de la granja, está soltero, vive en una casita en la misma propiedad que su madre, quizá es el más romántico. Además, está Antoinette, la viuda desolada, que busca la forma de aprender a vivir con esa pérdida para no caer; y la que puede considerarse «la bruja del cuento» pero de una manera simpática, la madre del fallecido, que imaginas fácilmente como una lady inglesa muy tradicional y muy inquisitiva.

Esa visita que hacemos al campo inglés con este libro se convierte en algo importante, con sus olores, sus colores, sus flores, sus tardes de té, manta y fuego, y sus costumbres. Creo que eso añade atractivo a lo que se está leyendo. Te imaginas esa casa grande, que a la vez es hogar, con esos fieles sirvientes, que siempre están ahí aunque no lo parezca. A través de la casa, y lo que representa, te acercas más a la viuda y lo que ha sido su vida

También hay algo de intriga, pero más para saber qué va a ocurrir y por dónde van a ir los derroteros de esta historia. Una historia muy sencilla que comencé leyendo muy a gusto pero que, como ya os imagináis, se fue desinflando más que nada por la manera de resolver los conflictos. Y ahí es justo donde ha estado mi problema.

Sin ser una novela con muchos giros ni complicaciones, ni siquiera con subtramas, y sin cuestionar el valor narrativo del texto, el cliché de la situación y lo manido que puede ser el desarrollo de la relación (relaciones, realmente: él y ella; ella y ella; ella y los demás; ella y el otro él), hace que sea más fácil calificarla como aceptable, pero poco más

Su padre había sido una presencia tan dominante en su vida que le parecía inimaginable que hubiera dejado de existir. Miró los altísimos árboles y la pradera suavemente ondulante y recordó que en nada era eterno. Ni siquiera la tierra que pisaba. Al final, todo fenecía.

No tiene nada de drama y eso que empieza con una muerte. Por otro lado, el personaje que más me ha chirriado es el de ella, la mujer que aparece, por cómo es y su manera de afrontar la situación y de acercarse a todos. Hay sinceridad en ella a la vez que no la hay, así que por un lado la entiendes pero por otro no. Me quedo más con ellos, los hermanos: Josua, a pesar de su mujer; Tom y su vulnerabilidad; y, sobre todo, David, ese hombre sencillo, fuerte, hogareño, del que te enamorarías, el que querrías tener a tu lado. Al terminar, permanece una pequeña sensación de que los deja a medias y que las historias podrían seguir.

La historia tiene cosas muy positivas, sin duda, como la amistad de dos mujeres que aprenden a aceptar, a quererse y a echar de menos a una persona que no era todo lo que ellas querían que fuera y que estaba llena de defectos, como todos, o el apoyo de una familia para seguir adelante, dejando claro lo maravilloso que es el amor del bueno, en todas sus variantes.

¿Sonaría raro que me ha parecido más una novela de Nora Roberts, escritora con la que no consigo conectar? Espero que entendáis lo que quiero decir.

La he leído hasta el final, me interesaba saber cómo se solucionaba todo, pero no me ha enganchado, no me ha intrigado, y se ha quedado como en una lectura más. Simplemente en eso. Sin embargo, que a mí no me haya resultado una lectura enriquecedora no significa que a ti te pase lo mismo. Puede que esta novela sea justo lo que necesitas para desconectar o que a ti sí que te llegue a emocionar. Por cierto, está en Unlimited y a un precio regalado en papel, por si os apetece descubrirla.

Si te ha gustado, sigue mi blog 




Comentarios

  1. No me llama mucho la verdad, Y veo que a ti no te ha terminado de cuajar, muy buen post Carmen y buen fin de semana, besos

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu reseña, no he leído nada de esta autora y me gustaría, pero no empezaré por esta novela, por tus impresiones no me llama la atención.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Qué pena que no te haya convencido y más gustándote tanto la autora
    Yo no he leído nada suyo aunque tengo un libro por casa
    Besos

    ResponderEliminar
  4. No he leído nada de esta autora, pero si me decidiera por algo de ella, no sería por esta novela. Por lo que cuentas, no parece tener mucho interés.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. hola
    tengo tres libros de esta autora en casa esperando a que los lea, pero seguro que este tambien cae, me lo voy a apuntar para esta Navidad porque me llama mucho mucho
    Gracias por la reseña
    Besotesssssssss

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Unlimited

Entradas populares de este blog

Me olvidé de mí

Piso para dos, de Beth O'Leary

¿A quién teme el diablo?, de Pablo Palazuelo

La solterona, de Jana Westwood #PremioLiterario2018

Sólo mía, de Elizabeth Lowell (Only #2)

El diablo también se enamora, de Eleanor Rigby

Tan cerca del horizonte, de Jessica Koch

El último día de mi vida, de David Orange #PremioLiterario2018

El hombre fetichista, de Mimmi Kass #retoíntimo

El señor de la guerra, de Elizabeth Elliott