La operadora, de Gretchen Berg
A las operadoras de la centralita en Wooster, Ohio, les encanta escuchar las conversaciones de sus vecinos y ponerse a cotillear después. Vivian Dalton es una de ellas, aunque ya está un poco harta de oír trucos de maquillaje y recetas de cocina. Lo que quiere es algo gordo, algo excitante, como la existencia de espías en la ciudad o una infidelidad. Y su deseo por fin se cumple.Betty Miller, una de las mujeres más ricas del pueblo, comenta con una amiga desconocida un secreto. Algo verdaderamente jugoso… que tiene que ver con ¡el marido de Vivian! Y lo peor de los pueblos pequeños es que un secreto lleva a otro.
El sorteo y posterior lectura conjunta organizada por Laky, de Libros que hay que leer, y la editorial, me ha permitido, junto a otros privilegiados, leer La operadora antes de que saliera publicada, gracias a una copia no venal. Precisamente hoy, 24 de agosto, es el día que tenéis disponible este libro en las librerías, por si os entra curiosidad y ganas de comprarlo.
Gretchen Berg es una productora de televisión estadounidense que, tras investigar su genealogía, descubrió unos relatos muy interesantes en torno a la vida de su abuela, lo que le llevó a escribir su primera novela, La operadora. Esto ha resultado, para mí, algo muy significativo tras terminar de leer esta novela, porque le aporta una mayor veracidad a lo que está narrado como una novela claramente de ficción, aunque sea solo en detalles. Tened en cuenta que las noticias que salen de los periódicos, por ejemplo, son reales, o así lo indica la propia escritora al final del libro. Creo que me hubiera gustado saberlo antes de empezar a leer, y por eso os lo cuento.
Ahora, hablemos de esta historia, que es para lo que estamos aquí. Lo que comienza siendo una historia doméstica, ambientada en los años cincuenta en una población, Wooster, en el estado de Ohio, acaba convirtiéndose en una novela donde el trabajo de personajes es muy interesante y, quizá, el mayor valor de este texto, o por lo menos es lo que más me ha llamado a mí la atención, y lo que me llevo tras la lectura.
Aquello era lo que tenían las ciudades pequeñas. Todo el mundo sabía de los asuntos de los demás. Por supuesto, Vivian sabía de los asuntos de los demás pero, más importante, conocía a la gente. Vivian Dalton conocía a la gente, seguro, y ella era la primera en decirlo. Decía que era más fruto de su intuición que de oír las conversaciones telefónicas privadas, pero su hija, Charlotte, diría que no, que era porque «escuchaba las llamadas a escondidas».
Comenzamos conociendo a Vivian Dalton, nuestra operadora, una mujer ya madura, casada desde hace diecisiete años y con una hija adolescente. Una mujer insegura e ignorante, decidida y orgullosa, que piensa que tiene controlada toda su realidad pero que recurre a hornear galletas y a ahogar gritos en cojines cuando las cosas se le escapan.
Lo que me parecía a veces una lectura un poco atípica, no solo por esos saltos temporales, necesarios para que ir conociendo el pasado, se convierte en pura intriga, llegando a crearme incluso ansiedad por saber qué era aquello tan importante como para desbaratar la vida de Vivian. Luego veré que todo iba más allá de ese rumor.
En una población tan pequeña, la autora ha conseguido generar esa atmósfera de cercanía y de angustia que puede existir en un pueblo donde todo el mundo, o casi todo el mundo, se conoce, y todo el mundo habla de todo el mundo, y todo se juzga.
El carácter atípico que he notado en la narración, sobre todo al principio, ha acabado consiguiendo mi comodidad, llegando incluso a dudar de haberlo calificado como extraño. Puede que sea porque me acostumbré a él, o, simplemente, porque era el adecuado para conseguir que la historia me atrapase. He llegado a pensar que está hecho así para despistarnos de la misma manera que lo harían los rumores.
Es de sentido común a la hora de organizar una comunidad. «Todo el mundo tiene su lugar, querida», había dicho;
Si bien al principio estaba convencida de que era fácil encuadrar a Vivian según su manera de reaccionar ante todo y según los pasos que iba dando, poco a poco, el texto me ha demostrado que las cosas no son así de simples, y que los personajes tienen vida propia, sentimientos, y son tan complejos como lo podemos ser nosotros. Esto ha sido lo que más me ha gustado de esta novela: ese trabajo narrativo en torno a los personajes. La diversidad mostrada ante cada uno de ellos, así como el camino que motiva sus acciones, hace que merezca la pena leer esta novela.
No solo es por el típico «las cosas no son solo blancas o negras, siempre hay grises», sino que me ha trasladado fielmente a esas calles, a esas casas, a esas familias de los años cincuenta. He saboreado, he olido y he escuchado, como si lo estuviera viendo por televisión. Me he sentido lejos de ellos, para luego, sentirme cerca y entender su proceder, por mucho que no comparta ciertas decisiones.
Es real que las relaciones familiares son complicadas y que los secretos están ahí. Como dice el padre de Vivian, «si lo haces, que no te pillen». Destacaría la relación entre hermanos, entre hermanas, con los padres, en el matrimonio, con los hijos... Nada es fácil y la verdad, a veces, marca la diferencia. He agradecido llegar hasta el final para ver hacia dónde me llevaba todo, y en qué situación dejaba a los protagonistas de esta historia. Muy recomendable, mucho más de lo que pensaba al comenzar a leerla.
Buena reseña Carmen, es verdad que la narración despista y hace que sea peculiar. Besos
ResponderEliminarCarmen.siempre encuentro muy buenas lecturas.muy Buenas y diferentes.
ResponderEliminarGracias
Saludosbuhos
Creo que estamos todos de acuerdo. Una novela que comienza sin saber muy bien qué te va a ofrecer y que va ganando según avanzas. Al final creo que todos hemos quedado muy satisfechos
ResponderEliminarGracias por participar en la lectura conjunta
Besos
Hola, he llegado a tu blog de casualidad gracias a la iniciativa Lista de Blogs y me ha gustado mucho, me quedo por aquí.
ResponderEliminarNos leemos ^^
¡Hola! Esta novela será una de mis próximas lecturas. Me has animado con tu reseña y cogeré sus páginas con mucha ilusión.
ResponderEliminar¡Besos!!
Yo la tengo empezada y no pintaba mal pero tampoco me despertaba demasiado entusiasmo. Si dices que va mejorando volveré a sacarla de la biblioteca porque se me pasó el plazo de préstamo y tuve que devolverla sin terminar.
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