La mujer de la falda violeta, de Natsuko Imamura


UNA EXTRAORDINARIA NOVELA
SOBRE EL PODER DE LA (IN)DIFERENCIA

La mujer de la falda violeta es de una edad indeterminada, vive sola, no se relaciona con nadie, tiene trabajos temporales y es el entretenimiento del vecindario. Probablemente sea por esa falda violeta que nunca se quita y por seguir siempre las mismas rutinas. La gente repara en ella cuando sale de casa y los niños que juegan en la calle la persiguen e insultan. Esta mujer tiene un talento especial: es capaz de pasar entre muchedumbres sin tocar a nadie y son muchos los que han intentado toparse con ella de forma «accidental» sin conseguirlo. Sin embargo, es el objeto de la curiosidad de otra persona. Porque alguien la observa, constantemente, día tras día. Alguien que conoce todos sus movimientos. ¿Quién es? ¿Cómo sobrevive? ¿Qué pretende? Y ¿por qué desaparece de repente? La mujer de la falda violeta es una novela con altas dosis de humor que explora la vulnerabilidad y la dificultad de encontrar un lugar propio cuando se es diferente.

Un pequeño libro, de tan solo 192 páginas, me miraba con un guiño simpático mientras esperaba que me animase con él. He tenido la suerte, de nuevo, de recibir una copia antes de que el libro llenara las estanterías de las librerías, y, de nuevo, me he sentido privilegiada. Sé que esto os puede parecer una tontería, pero este blog y mis ganas de compartir lecturas hacen posible que acceda a libros que de otra manera quizá no leería, o que por lo menos tardaría en leer. Gracias Duomo y gracias Laky.

Es verdad que el título es ya interesante, y el hecho de que presenten esta novela como ganadora del premio Akutagawa, el más importante de Japón, según la wikipedia, hace que sea más fácil decidirse a leerla. 

Hay en mi barrio una mujer a la que todo el mundo conoce como la mujer de la falda violeta. Evidentemente, tal sobrenombre responde al hecho de que nadie ha visto nunca vistiendo una falda de cualquier otro color.

Con una narración casi melódica y, en cierta manera, sincera, a pesar de que mientras leía tenía la sensación de se engañaba a sí misma, la narradora nos acerca a su existencia a través de sus percepciones sobre la mujer de la falda violeta. Es la narración de una obsesión, y casi de un espejo; el reflejo de sus propios miedos y frustraciones en un personaje al que cree conocer.

Sin querer contaros mucho, os diré que, narrada en primera persona, la protagonista nos habla de una mujer a la que mira, de la que cree conocer, a la que intenta acercarse pero de lejos, y todo con la distancia del voyeur, del que mira, juzga y decide, pero no se acerca. Así empieza, y así hay que adentrarse en ella, con esa mirada totalmente sesgada, de quien cuenta y de quien decide, con la impunidad de quien se siente en posesión de la verdad.

En la contraportada, se puede leer que «es una novela con altas dosis de humor que explora la vulnerabilidad de las mujeres y la dificultad de encontrar un lugar propio cuando se es diferente», y justo es eso, sin más. Estoy totalmente de acuerdo. Un texto lleno de significado, lleno de anhelo por conocer, por acercarse a esa mujer de la falda violeta, y con mucha soledad, miedo y distancia

En cierta manera, la narradora vive a través de la mujer de la falda violeta, o lo que cree conocer de ella. Lo que no sabes es si eso convierte todo en una obsesión complicada o en una locura inevitable.

A pesar de que a todo adulto se le supone la capacidad de dirigirse a sus congéneres con un saludo, no es del todo raro toparse con personas que no han desarrollado tan elemental destreza.

Lo he leído como si todo fuera una metáfora de las vidas anónimas y de la soledad; de la soledad de la narradora y de la soledad de la mujer de la falda violeta. Son personajes tan pequeños y tan insignificantes que pueden pasar desapercibidos en la vida de una ciudad; realizan lo que tienen que hacer, pero de una manera mecánica, pausada y carente de intensidad o de emoción. Son tan insignificantes que no es hasta que llevamos mucho leído cuando sabremos más sobre ellas y sobre parte de la verdad que se esconde tras las palabras.

Magnífico giro de la historia prácticamente al final; inesperado y esencial. Consigue que la tristeza con la que iba leyendo, cambie a asombro, demostrando que los personajes toman sus propias decisiones, aunque no lo esperemos.

No hay duda de que es mucho más censurable el acoso por parte de los compañeros que la timidez congénita, pero también es cierto que ellos incapaces de ofrecer un «Buenos días» a otra persona deberían plantearse un cambio. Pero yo no soy quién para juzgar a nadie.

Es una historia urbana y atemporal, intimista, llena de humor y con demasiada verdad, y, en parte, triste. Hay muy poca interacción, y la que existe, no porque la leamos sino porque está implícita, es la que es. Y todo para que, al final, se demuestre la bajeza humana, o la simpleza, o el egoísmo, o los miedos... 

Me ha gustado muchísimo cómo está escrita. He tenido que agudizar toda mi comprensión para intentar sacarle el jugo a lo que me contaba, aparentemente básico pero lleno de significado: la falda violeta, el parque, los niños, el autobús, los silencios, las relaciones personales, los gestos, las envidias... quizá, lo más interesante de todo ha sido la postura de la narradora y su manera de involucrarse. Aunque os suene extraño, son dos historias independientes contadas con una sola voz y en un solo momento.

Recomendaría este libro a aquellos que busquen un texto que transmita, tanto con lo que cuenta como con las palabras usadas. Todo un descubrimiento.


 


Comentarios

  1. La literatura japonesa cada vez me gusta más. He asado de no prestarle atención (salvo a Murakami) a tener cada vez más curiosidad. Tomo nota de esta novela que me ha puesto los dientes largos desde tu reseña.
    Un beso.

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  2. Gracias a ti por participar en la lectura conjunta y por esta fantástica reseña.
    A mí al final casi me interesaba más la narradora que la mujer de la falda violeta jajaja
    Besos

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  3. Pese a tu buena reseña, no termina de tentarme.
    Besotes!!!

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  4. Hola. Me ha encantado la novela, sobre todo el giro que toma al final de la historia, inesperada y sorprendente. Me dejo con la gran incógnita. Me gustó mucho leerte. Besos.

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  5. Me gusta el color violeta es mi favorito así que por allí me gano!!

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  6. No me llama mucho, pero muy buen post guapa

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  7. Hola, Carmen. Me encantaría leer este libro ya que por lo que nos cuentas sé que lo disfrutaré. Gracias.

    Besos y feliz semana.

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