Dos por el precio de una: Elizabeth Urian

Leer el primer libro de un escritor tiene su parte buena y su parte no tan buena. Es verdad que de Elizabeth Urian ya he leído varios, y algunos maravillosos, así que mi ojo es algo más severo y crítico cuando me enfrento a una nueva novela de ellas.  Los hermanos Broderick es una novela no muy larga ni complicada que nos traslada a Nueva York, a comienzos del siglo XX, y nos trae una historia a dos bandas protagonizada por dos hermanos gemelos y su afán de desenmascarar a la futura mujer de su padre. La leí porque fue un regalo de las autoras (gracias, gracias, gracias) y porque así podía luego leer las dos siguientes, que nacen de estos personajes. Me falta Seduciendo al corazón, pero todo llegará.

Sinopsis:
A principios de siglo XX, Nueva York busca convertirse en la ciudad que las otras ciudades aspiran a ser. Cuenta a su favor con familias poderosas que mueven los negocios del mundo. Entre ellos, los Broderick, que se destacan en el comercio internacional con una cuantiosa flota mercante.
En el contexto de una ciudad que cambia, crece y se inventa a sí misma, la trama de la novela se desenvuelve como una romántica comedia de enredos shakespeareanos.
Los hermanos Hugh y Colin Broderick tienen todo para conquistar la ciudad. Sin embargo, una conquista amorosa de su padre viudo pone en jaque la prosperidad que los rodea, cuando comprenden que la prometida paterna no es más que una cazafortunas. Lanzados a impedir esa relación, ambos hermanos deberán enfrentar sus propios fantasmas en una divertida secuencia de situaciones y enredos. Y la conquista de la ciudad solo será posible si logran lidiar con los problemas amorosos de su familia.
Escrita con humor y desparpajo, Los hermanos Broderick conforma un retrato de la sociedad de Nueva York, de las nuevas costumbres y da cuenta, también, de los vínculos entre hombres y mujeres.

Ya sabéis de qué va y los personajes que os vais a encontrar. La trama se centra en dos historias paralelas que, si bien coinciden por ser de la misma familia, durante la primera mitad, al menos, se van desarrollando de forma simultánea, saltando de una a otra en distintos momentos de la lectura, pero sin llegar a mezclarse mucho. Los hermanos Broderick, guapos, empresarios de éxito, trabajadores y muy diferentes, son el eje del texto, y su contrapunto son dos mujeres llenas de carácter, independientes y avanzadas a su época, algo que comenzaba a ser habitual en esos años, y más en un ambiente urbano. Una es enfermera, y bastante cabezota, y la otra se ha visto forzada a volver con su madre y hermana y guarda algún que otro secreto.

Aunque se notan ciertas carencias de construcción y de narrativa, que luego no presentan las historias de Elizabeth Urian, sí que esta novela llega a crear interés. Al principio pensaba que no sería así, ya que echaba en falta que el contacto entre las parejas protagonistas estuviese aderezado con diálogos divertidos, intensos o llenos de conexión, pero, a medida que avanzaba, la relación entre ellos se hace más patente, aumentando mi atención y consiguiendo que agradeciera su lectura. 

—¿Por qué de repente ya no me tuteas? —preguntó en cambio.
—Supongo qué será porque en este momento usted no me gusta nada en absoluto.

Hay un deje argentino en el texto, con algún usted y algún tú mal colocado para nuestro gusto castellano, y alguna conjugación incómoda. Esto me ha sorprendido. No es algo muy marcado, pero está ahí y no se puede ignorar. Entiendo que vendrá por la edición de esta primera novela a través de la Editorial Vestales.

Es un preludio de lo que estas escritoras han conseguido después. Es un comienzo. Es su contacto con las letras. Y, por eso, lo valoro. No es fácil empezar a escribir tus propias historias cuando se es lectora de ellas. No es que no haya disfrutado leyendo, solo que se me ha quedado corta, como un sí pero no; me supo a poco, y eso que los hermanos Broderick consiguieron conquistar algo de mi atención. Al final me entraron ganas de continuar y me animé con la siguiente historia, publicada mucho tiempo después, que se centra en un personaje de esta novela que no sale muy bien parado.

Hay que ver cómo algunas personas todavía pueden vivir como en el siglo pasado y nadar la felicidad solo en el capital y estatus social que pueden aportar a la unión.



Sinospsis
Dejar atrás el pasado puede ser muy difícil, pero si el objetivo es ser feliz de nuevo, vale la pena intentarlo.
¿Cuánto es capaz de cambiar una persona?
¿Se le pueden perdonar todos los errores cometidos?
Rosemary Clarson regresa a Nueva York, la ciudad que la vio crecer, como una mujer viuda, rica y muy distinta de como se marchó. Por fin tiene en sus manos su destino, aunque ha pagado un precio muy alto por ello.
Aun así, el pasado vuelve con fuerza y le recuerda la clase de persona que era, por lo que deberá demostrar que su egoísmo y frivolidad ya no forman parte de ella; un empeño difícil cuando Justin Dickens, un recuerdo del pasado, irrumpe en su vida y la juzga de nuevo.
Si quiere su propio final feliz, Rosemary deberá hacer un cambio más.
¿Se arriesgará?

Tened en cuenta que leí uno detrás de otro, cuando las autoras los escribieron con bastante tiempo de separación. Yo tenía la historia fresca así que fue muy fácil meterme en faena nada más comenzar a leer. Eso sí, deja abierta la historia de otra hermana que intuyo discurrirá paralela a esta y que pronto leeré. Por cierto, y lo siento queridísimas Urian, pero la portada desmerece el libro. Ella no es Rosemary, y esa sonrisa ilusionada, para mí, tampoco. 

Han pasado algunos años, estamos de nuevo en Nueva YorkEl peso de la ambientación es mayor en esta historia y más acertado; se nota que nuestra protagonista se ha hecho algo mayor y, por ende, ha madurado, evolucionando tras un pasado nada fácil y buscando cambiar su futuro. Los sentimientos siguen estando allí, de hecho son más intensos que en la historia que le precede, y forman parte esencial de A pesar de todo.

—Hay ocasiones en que nos vemos obligados a ciertas acciones que no nos ennoblecen, pero que son necesarias. En el proceso podemos dañar a los demás sin pretenderlo. De haber podido, habría actuado de otro modo.

Con una trama relativamente sencilla, pero que intriga un poco, creo que el personaje de Rosemary consigue resarcirse, pasando de ser un personaje desagradable y frívolo a ser un personaje con buenas miras, buenas intenciones y más profundo. Me gusta Rosemary, me gusta cómo toma las riendas de su vida después de este tiempo y interacción con Justin Dickens (buen apellido, por cierto), algo taciturno e incrédulo que acaba convenciendo, aunque no levante pasiones. Es un buen chico, y eso, a veces, está bien.

Como ya os he dicho, me ha parecido que esta novela mejora en ambientación, mejora bastante en narración e, incluso, en la situación de los personajes. Ha resultado ser una buena continuación de la novela anterior y ha conseguido que tenga ganas de leer la siguiente. Por cierto, hay un momento que consiguió emocionarme, y eso no me lo esperaba




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Comentarios

  1. Me llama más la atención el segundo libro, aunque la portada no me hace mucho tilin, pero pinta bien, buen post guapa

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  2. Muchas gracias por las palabras, Carmen. Como siempre, es un honor que nos leas.
    Con el primer libro siempre sentimos ese temor, no el típico de cualquier escritor ante cada novela, sino como las principiantes que éramos.
    Si la evolución la consideras positiva nos damos por satisfechas.
    Un abrazo grande.

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  3. Las sinopsis de ambas novelas me atraen, pero lo que nos comentas en tus minireseñas no me terminan de convencer. Besos.

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  4. Para mí las Urian siempre son un acierto creo que muestran una brillantez en sus textos y aportan frescura a la novela romántica histórica.

    ¿Tengo una pregunta: ¿se pueden leer por separado?

    Un abrazo enorme

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