Por encima de la lluvia, de Víctor del Árbol

Editorial: Ediciones Destino
Temática: Novela contemporánea
Novela literaria | General narrativa literaria
Colección: Áncora & Delfin | Serie Volumen independiente
Número de páginas: 512

Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da pánico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramático suicidio de un compañero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus últimos días recordando y añorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidirán emprender el viaje de sus vidas, en el que descubrirán que nada es definitivo mientras queden ilusiones que perseguir.
Mientras tanto, en la lejana ciudad sueca de Mälmo, la joven Yasmina, hija de inmigrantes marroquíes y que sueña con ser cantante, vive atrapada entre el cuidado de su autoritario abuelo Abdul y el desprecio de su madre, para quien Yasmina es una vergüenza porque trabaja para un sueco de pasado turbio. Y vive un romance secreto con el subcomisario de la Policía sueca, un hombre mayor e importante.
Estos tres personajes dibujan una historia sobre el sentido del amor y sobre lo extraordinarias que pueden llegar a ser las personas comunes.
Pasado, presente y futuro se entremezclan en este viaje desde Tánger en 1955 hasta Mälmo en 2014, metáfora de un viaje mucho más importante: el de vivir siempre intensamente.

Mi primer Víctor del Árbol; por fin puedo decir esto. Tened en cuenta que llevo mucho tiempo con este autor en mi estantería (tengo tres libros suyos) y hasta ahora no había encontrado el momento de estrenarme. Por una vez, las expectativas se han cumplido y este libro (y espero que los demás que tengo) ha sido justo lo que me prometieron, tanto por la narrativa como por la historia en sí. 

Los comienzos son importantes y en este caso la historia se nos presenta de una manera, para mí, fuerte; un comienzo alto: 1955, Tánger, una niña, Elena, una madre destrozada, un abandono, dolor y un camino difícil que marcará la vida de una de las protagonistas del libro, esa niña. A partir de ese momento, que nos proporciona más dudas que aclaraciones, nos vamos a febrero de 2014, con una Elena que ha pasado los 70 años.
—Porque aquellos a los que amamos nos traicionan, nos causan dolor. nos lo quitan todo y se marchan a buscar en otra parte lo que creen que nosotros no podemos ofrecerles.
¿Cómo deciros que mientras leía no perdía la sensación de que el autor estaba jugando un poco conmigo? No por lo que me contaba, que también, sino porque la novela se ha ido oscureciendo a medida que avanzaba, pasando de un texto, para mí, intimista, vital, con un viaje de ambos protagonistas hacia delante, a un texto donde la intriga de combinar todo lo que lees con esa parte oscura que hay detrás de las pasiones humanas toma más fuerza. Me ha encantado.

Es importante para los personajes de Por encima de la lluvia, como para nosotros, el peso del pasado, del final de la vida, de la gente que se va, la gente que se queda, y de las decisiones de las que nos arrepentimos. Además de las consecuencias, directamente relacionadas con la violencia. Creo que esa combinación que ha creado el autor, consiguiendo elevar el ritmo de la lectura cada vez más, es increíble; además de un muy buen uso de los saltos temporales. Me ha gustado todo del libro: la atmósfera que crea, la historia en sí, el camino hacia el que lleva el final, los personajes, cómo lo cuenta todo... ya sabía que Víctor del Árbol era una apuesta segura. 
Algunas certezas resultaban estremecedoras. ¿En eso consistía la vejez?, ¿en perder lo que se había sido? A mucha profundidad bajo la piel, el corazón de Elena gruñó con un quejido. tal vez hacerse vieja era quedarse sin fuerza y que los demás confundieron esa rendición con sabiduría.
Aunque yo diría que es una novela coral, tenemos un ÉL y una ELLA: ÉL es pragmático, cuadriculado, numérico, está solo y debe aceptar su situación actual; como dice el mismo personaje en un momento, "tomar decisiones. Eso era lo que más añoraba. Hacer que las cosas importaran". Esta simple frase transmite muy bien el sentimiento de final que siente; esa sensación de vacío y de pérdida, muy generalizada en la gente que se jubila. ELLA es diferente: ELLA ha vivido al límite, ha experimentado, ha sufrido, se ha rebelado, ha sentido, y también está sola.
Miguel pensó que su hija se equivocaba. El tiempo es una cortada sin fisuras. Y en cuanto a la verdad, pertenece únicamente a sus protagonistas.
Una historia de personas, más que personajes; algunas en la soledad de los setenta años, con todo el equipaje detrás que lleva la vida y el cinismo que aporta ya verse en esa última parte de la vida; otras con su vida al límite, con sus problemas derivados de las decisiones de otros, con su realidad. Maravillosa la manera que tiene el autor de escribir, de plasmar todo; consigue que te adentres en la historia (o historias) y que leas con mucha comodidad, y en algunos momentos con dolor empático, de ese que tanto me gusta.

Va saltando de personaje en personaje para darle voz a cada uno de ellos de una manera íntima y lógica; no se exageran las sensaciones ni los pensamientos, no se recrea en los sentimientos; las personas no somos sencillas, no somos blanco o negro, todo es más complejo. La historia se mueve por diferentes lugares y diferentes momentos, y todo es necesario para tener la escena total final del porqué.
Al volver en sí y comprender que él ya no regresaría, necesitaba a gritar y romper cosas y arañarse la cara para que el dolor adquiriera densidad de piel debajo de las uñas y escozor en la carne, porque solo así conseguía escapar de su muerte en vida.
Como os he dicho, hay dos personas esencialmente distintas, con una vida muy diferente y con un pasado detrás, que coinciden y se descubren. Es muy interesante ver cómo le da a cada personaje su parcela propia sin ir más allá; no necesita justificarles, ni arreglarles, ni resolver sus conflictos, simplemente les da su ventana, su pequeño púlpito, y así se nos presentan. Y dentro de toda la historia, de pronto, tiene un párrafo brutalmente directo y claro, sin tener ningún reparo; el texto es bruto y aséptico cuando tiene que serlo, mostrando la sociedad, la suciedad y las penurias de la vida. Iba a recalcar que la vida real está llena de miserias y cada uno lleva las suyas, pero, en algunos casos, son personajes extremos, demasiado viscerales, que han tomado decisiones que han marcado su historia y la de su familia. Os aseguro que poco a poco se va cerrando el círculo, sorprendiéndote. 

La referencia final a la lluvia es muy acertada y cierra esta lectura como una gran novela. Sin duda una de las mejores del año.






Comentarios

  1. Hola Carmen,

    Justo este título también fue mi primer Victor del Árbol y también fue una de mis mejores lecturas del 2018. Además, tuve la suerte de ganarlo en un sorteo y firmado por su autor...

    La novela es potente... Y dramática,... Pero te seduce desde la primera página y quieres saber más y más... Me la. Leí de un tirón... Y bueno, creo que se trata de una novela muy realista, aunque no nos guste admitirlo...

    Un saludo y feliz 2020!!!

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  2. Víctor siempre es un acierto, esta novela fue mi segundo acercamiento al autor y me gustó mucho más que el primero que leí. En breve leeré su última novela con ganas de adentrarme de nuevo en su prosa y en sus historias que no dejan indiferente.

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  3. Hola Carmen! Nunca he leído nada de Víctor del Árbol, aunque lleva tiempo en mi lista. Al principio no me ha atraía la sinopsis, pero por lo que dices luego, me has convencido. Lo subiré de puestos para leerlo.
    Besos

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  4. Me alegro que te haya gustado pero por el momento no entra en mis planes de lectura.

    Saludos

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