Billie, de Anna Gavalda
Editorial: Seix Barral
Temática: Novela literaria | General narrativa literaria
Colección: Biblioteca Formentor
Traductor: Isabel González-Gallarza
Número de páginas: 248
Franck y Billie provienen de orígenes muy diferentes. No sólo no estaban destinados a encontrarse sino que, además, tenían todas las papeletas para que la suya fuera una vida nefasta marcada por la miseria —miseria física, moral e intelectual—. De verdad, todas las papeletas. Hasta que un buen día (el primero de su vida) se conocieron.
Esta novela cuenta una inmensa historia de amor entre dos patitos feos que, a fuerza de obligarse mutuamente a levantar la cabeza, terminan por convertirse en dos grandes y majestuosos cisnes. Billie nos habla de la amistad como la verdadera familia, del valor de saber ser diferente frente a los convencionalismos y de la capacidad transformadora del amor absoluto.
Billie es una de esas novelas que compré un día porque me gusta Anna Gavaldá y porque me parecía que podría estar bien; y Billie ha sido una de esas lecturas distintas que me reafirman en la decisión de colocar a esta autora en mi lista de favoritos.
Imaginaos un texto en primera persona, con un tono de comedia, rápido y fluido, en el que poco a poco, a partir de pequeños detalles, nos damos cuenta de lo que ella nos quiere decir. Sabemos que hay dos personas: él y ella; en el segundo párrafo sabemos que hay un accidente, y se encuentran en una situación límite. Vas pasando de la mera intuición sobre lo que ha ocurrido hasta el conocimiento que esa especie de conversación, o confesión, de ella consigo misma te aporta. Está escrito como una declamación (alguien clama por algo) en voz alta, en ese momento último de soledad.
Maldijo. Sonrió. Rió. Me dijo mira que eres tonta. Me dijo para. Me dijo idiota. Me dijo ya está bien. Me dijo ¡que te he dicho que ya basta! Me dijo te odio y me dijo te adoro.
Aunque no me gusta hablar de la trama de una novela más allá de la mera sinopsis de la editorial y de los sentimientos que me produce, creo que es importante ser consciente, con un tono a camino entre el humor y la ironía que utiliza una persona que recuerda lo bueno y lo peor, sin apenas ya dolor, con la distancia que da el tiempo, de que tenemos una confesión frente a una estrella: así de sencillo y así de maravilloso.
Pues sí... Eh, marginados, un poco de respeto... Hay que dejar de llorar cuando Dios te presta su bola de espejos...
Tengo que reconocer que creo que la autora se lo ha debido pasar muy bien escribiendo esta novela; este diálogo con uno mismo, divertido, muy inteligente, sin filtros, sin detalles añadidos...
Oiga... ¿Puedo hablar un momento con usted? ¿Puedo repetirle quiénes somos, Franck y yo, para que vuelva a querernos?
Además, tampoco creo que seamos tan típicos, tan cliché. Creo que en todos los colegios de Francia y de otros sitios, ya sea en el campo o en las ciudades, las aulas están llenas de clandestinos como nosotros...De combatientes de lo invisible, de desplazados de sí mismos, de chavales en apnea todo el día y que a veces acaban por palmarla, sí, que terminan por tirar la toalla si nadie lo salva un día o si no se consiguen salvar a sí mismos...
Billie nos hablará; Billie comenzará de una manera casi divertida e irá poniendo más de sí misma; Billie se desnudará anímicamente, y muchos temas se pueden vislumbrar de esa confesión sobre la infancia, sobre lo dura que puede ser, sobre lo que implica en un niño ciertas cosas, sobre la amistad, sobre la lealtad, sobre perderse, sobre encontrarse...; magnífica Anna Gavalda; consigue crear personajes muy inspirados, muy personales y muy especiales. Cuanto más leo de esta autora, más me gusta.
Además, me parece que lo cuento de manera muy light. Y no lo hago por ahorrarle un mal rato a usted ni por ahorrarme yo las críticas, sino porque la noche de uno de mis cumpleaños, cuando cumplí los veintidós, creo, me reseteé.
El amor entre dos personas es increíble, sea del tipo que sea; y es tan bonito ser testigo de su historia. Así me he sentido yo mientras leía, como una intrusa privilegiada por saber cómo estos niños se conocen, se necesitan y se complementan; es maravilloso cómo Billie entiende a Franck, sin parecer que lo haga, y cómo Franck, en silencio, la admira.
Tío, ¿lo haces aposta, o qué? ¿Me entiendes lo que quiero decir, pues solo que no te da la gana entenderlo? Lo de ser chica o chico solo cuenta para el color de la habitación del bebé, para la ropa, para los juguetes, para lo que te cobran en la pelu, para las pelis que te apetece ver con los deportes que te gustan o la... ¡Yo qué sé! Cosas para las que ser chico o chica tiene su importancia... Pero aquí... Los sentimientos... las cosas que sientes y que te saltan de las tripas antes incluso de pensarlas... Las cosas de las que tu vida dependerá después, por ejemplo, como concibes tus relaciones con los demás, de quién te enamoras, hasta dónde estás dispuesto a tragar, a perdonar, a luchar, a sufrir y todo eso, sinceramente, me preguntó qué tiene que ver con eso... tu forma anatómica... Me lo pregunto y te lo pregunto a ti también, de hecho...
Toda la novela es un diálogo de Billie con una estrella, mientras nosotros escuchamos para sacar conclusiones de lo que nos dice y de lo que no dice, y sobre cómo lo dice. Hay un momento en el que ella dice "me quedé callada y no quería, no porque me hubiera dado corte actuar, sino porque la vida me había enseñado que era mejor no pedirla demasiado"... frases así te dicen tanto.
(Eso también es algo que he aprendido con él... Esa manera solapada que tienen las inseguridades de colarse siempre en los lugares más inesperados y más retorcidos, y eso le pasa sobre todo a la gente que es mucho más fuerte que uno.)
Supongo que condicionada por escucharla a ella solo, me ha parecido que Billie es la fuerte, es la que se encuentra en él y saca coraje, y tira. Debéis animaros a leerla para saber si para vosotros también ella es así, a pesar de todas sus decisiones.
Mi infancia es un veneno que llevo en la sangre, y solo cuando esté muerta dejará de hacerme sufrir. Mi infancia soy yo, y como mi infancia no vale nada, por más que intente plantarle cara con todas mis fuerzas, nunca doy la talla.
No puedo terminar esta publicación sin hacer referencia a ese lenguaje tan especial de Billie, esa forma que la autora utiliza para que exprese sus pensamientos, con todo lo que ello puede conllevar. Es narrativamente maravillosa. Es la vida de dos personas pero sin drama, solo como es, así de simple; tú sabes que hay más de lo que cuenta pero ella solo comparte el porqué de su amistad, de su relación, de su amor, como soporte para salir de todo. Si te gusta descubrir texto, no dejes pasar esta historia.
Llegados a ese punto creo que yo ya había echado la lagrimita, y su calzone estaba casi frío, pero seguí hablando, porque es que yo soy así: o puta o portaviones.
Este libro no es para mi, lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos
Me alegra que la hayas disfrutado y que la lectura haga pensar, siempre es positivo.
ResponderEliminarUn beso
La autora me encanta y este libro ya lo tenía fichado
ResponderEliminarBesos
Tiene buena pinta, Muy buen post guapa y felices fiestas
ResponderEliminarMe encanta esta autora, aún no he leído este, a ver cuándo me pongo.
ResponderEliminarBesotes