Semanas de siete martes, de Dona Ter


Dicen, se habla, se comenta que las novelas románticas son muy previsibles, que desde el inicio se sabe cómo van a terminar. La boda suele ser el recurso utilizado en el noventa por ciento de los casos y esta no va a ser la excepción. Pero ¿para qué esperar?
Por eso he pensado que lo mejor será que te cuente mi historia mientras nos tomamos una copa de champán (o las que surjan) y damos buena cuenta de la tarta nupcial.
Querid@ lector@, ponte guap@ porque nos vamos de boda ya desde el prólogo.
Tres días en un cottage en los Cotswolds para asistir a una boda.
¿Qué puede salir mal? Mejor ni pensarlo.
¿Qué puede salir bien? Todo… y algo más.

Como en todos los géneros literarios, hay novelas mejores y novelas no tan «mejores». Es una opinión generalizada, y no por ello correcta, que las del género romántico, y más si son comedias, y más todavía si son contemporáneas, encajan dentro del grupo de malas, ni siquiera en el de «no tan mejores», precisamente porque se les achaca su previsibilidad, su trama fácil y sus personajes demasiado estereotipados; además, reconozcámoslo, incluso se asocian estas historias con textos mal escritos. Es una pena, porque los lectores que abogan por este discurso se pierden historias maravillosas, sencillas, bonitas, tiernas y divertidas; se pierden disfrutar de Semanas de siete martes.

Llegué a esta historia tras dos abandonos. Otro día hablaremos de los abandonos lectores y de esas novelas que se convierten en las gran damnificadas por nuestro estado de ánimo, porque la mayor parte de las veces no es problema de la historia, que ya hemos seleccionado por encajar en lo que nos gusta leer, sino del día, la semana o, incluso, el mes. Me decanté por esta comedia romántica buscando animarme un poco y entretenerme y fue todo un acierto: un feelgood romántico, corto y divertido, que me llevó desde Londres a las Lowlands, y que me hizo recordar cómo disfruto de una buena historia de este tipo.
La gente ve las lágrimas como una debilidad, y a veces dejar que el cuerpo se vacíe a través de ellas es un gran alivio. Algunos reprimen esas ganas y aún es peor. Si necesitas llorar, hazlo no te avergüences, no eres débil, simplemente intentas liberarte. Igual que chillar.
La lectura comienza con una boda, en el momento del baile, mientras los novios hablan y recuerdan. A partir de ahí, la historia es la narración de la protagonista, escrita a modo de memorias, de cómo su vida cambió en siete meses hasta llevarla a donde está.

Una lectura rápida, divertida, directa, muy simpática y tierna, en la que las cosas son fáciles de comprender pero no por ello, superfluas; son lo que son y no pretenden ser nada más. Es verdad que hay un pequeño enredo que te lleva justo a donde tú quieres ir, pero sin más complicación. De hecho, no llega ni a la categoría de enredo.
Admiro la gente capaz de relativizar todo y convertirlo en simple. A los que son capaces de ver el lado bueno de las cosas, buscar lo positivo... yo soy la de los matices, la que siempre tiene un pero...
—Es bueno que al menos uno de los dos confíe en esta locura, y tiene gracia que sea el loquero.
—Odio esa palabra. Solo ayudo a la gente que por una razón u otra han perdido la capacidad de lidiar con sus emociones.
La fuerza de la historia son ellos, los protagonistas, así como los personajes que forman la familia de Winter, que aportan mayor calidez y simpatía a lo que estamos leyendo. Es fácil ver cómo la autora ha creado dos personajes entrañables que, desde el principio, están hechos el uno para el otro, a pesar de que ella, la protagonista y narradora parezca no darse cuenta. 
Voy a contarte un secreto: cuando te caes lo primero que hay que hacer a reírse porque así el resto es más sencillo. A las soluciones les gusta la gente positiva.

Se puede clasificar esta novela como pequeña, muy pequeña, pero no de manera peroyativa, al contrario, el ser así le aporta mucho más valor a lo que estás leyendo porque no es fácil conseguir hilar algo completo con tan pocas páginas sin perder la sensación de que no le falta nada. Además, se lee en una tarde. Aunque reconozco que cuando terminé de leerla pensé que ojalá hubiese tenido más contenido, ya que leer a Dona Ter es un placer, luego me di cuenta de que no era así, asumiendo que la historia está completa tal como está, y que no necesita añadidos ni florituras. 
Era mi propio ruido de lluvia. Una cucharada de mi helado favorito. Era la sensación del sol en la cara un cálido día de invierno.

Narrativamente no le falta nada: referencias literarias, cinéfilas y musicales, que consiguen que te acerques más a esta chica de 29 años, de nombre tan especial, llena de sueños y de miedos; unos personajes bien presentados y llevados, que te recuerdan cómo son, o deben ser, las familias, y que te dejan el corazón caliente y la sonrisa en la cara; un buen el hilo argumental, amenizado con momento bonitos y románticos; y llena de esos detalles que tantos nos gustan a los lectores del género, dejando la historia entre un feel good con aires románticos o un romance con mucho feed good, eso sí, confirmando que muchas veces menos es más, además de ser lo más acertado.
Algunos estudios dicen que cuando se finge es cuando somos realmente nosotros porque nos quitamos los prejuicios y que, en realidad, solemos llevar una máscara la mayor parte del tiempo.
Por cierto, yo la he leído aprovechando el Unlimited pero también la tenéis en papel por solo 12,35€ y en digital por solo 2,99€. No sé a vosotros, pero a mí ya se me ha ocurrido a quién regalarle esta novela para animarle un poco.



Si te ha gustado, sigue mi blog 




Comentarios

  1. De vez en cuando me apetece leer historias así para cambiar de aire, tiene buena pinta Carmen. Buen post

    ResponderEliminar
  2. Hola.
    Esta forma de contar una historia la verdad no me llama nada, me gusta que las historias empiecen en el presente, pero bueno todo no puede ser igual, y como dices que en tan pocas paginas tiene todo lo que se necesita, esto es un gran logro.
    Por ahora no te voy a engañar, no se si me animare.
    Besos.

    ResponderEliminar
  3. De vez en cuando me gusta disfrutar de este tipo de historias. Y en estos días vienen genial. Me la llevo apuntada. Por cierto, me hago un hueco por aquí que tienes un blog fantástico.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  4. No tiene mala pinta, me lo voy a llevar apuntado.

    Saludos

    ResponderEliminar
  5. Está muy claro que disfrutaste con su lectura. Me has convencido con tu reseña, por lo que me la llevo anotada. Besos.

    ResponderEliminar
  6. Hola, Carmen. Pues a mi me gusta el feed good, no lo leo mucho pero hay momentos que noto que necesito estas historias y si están bien escritas son buenos trabajos.

    Besos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Unlimited

Entradas populares de este blog

Me olvidé de mí

Piso para dos, de Beth O'Leary

¿A quién teme el diablo?, de Pablo Palazuelo

La solterona, de Jana Westwood #PremioLiterario2018

Sólo mía, de Elizabeth Lowell (Only #2)

El diablo también se enamora, de Eleanor Rigby

Tan cerca del horizonte, de Jessica Koch

El último día de mi vida, de David Orange #PremioLiterario2018

El hombre fetichista, de Mimmi Kass #retoíntimo

El señor de la guerra, de Elizabeth Elliott