Próxima estación, de Mónica Gutiérrez


Sigrid está a punto de cumplir el sueño profesional de trabajar de conservadora en un museo y, como despedida de su actual empleo, su amiga Ángela la ha reclutado para la convención anual hotelera que este año se celebra a bordo del extraordinario Venice-Simplon Orient Express. Entre ninfas, flores y lámparas Art Decó de la exquisita restauración de los vagones del mítico Express d'Orient, la historiadora atraviesa el corazón de Europa cuando un reencuentro inesperado la hace descarrilar a toda máquina.

A menudo fuera de ruta, atribulada por un lúgubre pianista, el encanto de Ed Sheeran, la inagotable batería de anécdotas de Gilberto, la presencia imponente del señor Rochester, una abogada en crisis y un conejo rebelde, Sigrid comprenderá que es preferible que te rompan el corazón a quedarte sin ningún pedazo que hacer añicos.

¡Pero qué bonito escribe Mónica! Si todavía no os habéis dado cuenta, ya os lo digo yo. Bonitas son sus historias, a la par sencillas y maravillosas, y llenas de personajes buenos, detalles deliciosos, que te llevan a un cómodo y agradable viaje por sus letras. En este caso, el viaje lo vas a realizar montado en el Orient Express; ese mítico y romántico tren que solo con el nombre ya te traslada a otras épocas, literarias y no literarias. No es fácil que en una novela corta tengas la impresión de que no te ha faltado nada, pero Mónica lo consigue. Eso sí, olvidaos de giros bruscos, de complicaciones narrativas, de tramas complicadas. En cambio, tendréis la suerte de disfrutar de una autora que cuida el uso de las palabras y consigue darles belleza. Leer a Mónica es disfrutar del libro con serenidad y una sonrisa.
A oscuras, muerta de frío, de sueño, de hambre y del cansancio de los aeropuertos, me pregunté por enésima vez por qué me gustaba viajar. Conocer mundo estaba bien, contemplar el patrimonio artístico de otras culturas era un privilegio, pero trasladarse hasta el interesante destino resultaba, el mejor de los casos, incómodo.
No dejes que te cuenten mucho sobre el argumento; creo que es mejor que viajes con la protagonista y esa maravillosa ignorancia que tiene el lector nada más empezar un libro, a través de los capítulos, averiguando lo que es y lo que pasó. Solo debes saber que Sigrid escribe esta especie de memorias, o diario, sobre su viaje, junto a su jefa y su conejo enando, Houddini, en el Orient Express.

Una de las partes más interesantes, aparte de la historia en sí y quizá de los personajes protagonistas, que lógicamente tienen que tener su peso y ser el centro de la trama, son esos personajes secundarios que, con pequeñas escenas y momentos, con algunas frases y algunos diálogos que parecen inocentes, dicen tanto, y ayudan tanto a la protagonista para poder seguir su camino: el gran Gilbert y su verborrea, Ángela y su aparente fría inteligencia, David y su forma de afrontar la vida, ese maravilloso y lánguido pianista, Houddini y lo que intuyo representa para la autora, y, finalmente, el tren, ese viaje al pasado pero hacia delante.
Esa era la magia del Express D'Orient, en dónde encontrar con Ed Sheeran y su guitarra en el umbral de la media noche e improvisar un picnic en el vagón fantasma resultaba una casualidad afortunada.
Resultaba más sencillo seguir adelante, disfrutar del presente y no preguntarse jamás por la felicidad, ese fantasma engañoso que tan tramposamente había jugado conmigo años atrás.
Es una historia maravillosa que nos lleva a través de un viaje muy especial que, de una forma tierna, a veces divertida, a veces sentimental, nos permite acompañar a Sigrid en ese encuentro; porque el viaje es un encuentro, como ya podréis haber imaginado. 
Te diría que tú también eres bonita, Sigrid. estamos en el orient Express y todo es romántico y tú eres guapísima y tienes ese nombre de reina nórdica y yo soy el típico idiota enamoradizo.
Si con la historia en sí, y esos personajes de los que ya os he dicho algo, no fuera suficiente aliciente, la novela está plagada de referencias literarias y de anécdotas del Orient Express. Todo está construido de tal manera que te lo van contando de forma fluida y adecuada; mientras lees disfrutas como si alguien compartiera contigo esa parte «romántica» que tienen las historias de otras épocas, de otros personajes y de los viajes. Hay mucho simbolismo en esta novela. 

Sencillamente, me ha encantado. Es perfecta para leer en uno de esos días que quieres estar tranquila leyendo, con buen libro. Tiene la romántica del recuerdo, del viaje a través de momentos pasados. Te lleva a entender que «sin conocer no se puede querer» (frase sacada de la novela), acercándote a cada uno de ellos. 
—Me acabo de dar cuenta de que quizás venga de ahí mi complejo de personaje secundario. 
—¿Qué es eso?
—Cuando te convences de que no eres la protagonista de tu propia vida, te que no eres más que un actor de reparto; a menudo prescindible para la trama y soso hasta aburrir.
Me ha gustado muchísimo viajar en tren, ir pasando por todas las estaciones, así como acompañar a Sigrid en ese camarote, en los momentos geniales junto con esa música tétrica de fondo, sin olvidarme de él. No quiero hablar mucho de él porque al final es ella la que descubre y acepta.
No importa lo mucho que se ría de nosotros o lo torpes que le parezcamos, si la vida te invita a bailar síguele la corriente.
No dejéis de descubrirla. Por cierto, si os detenéis a observar la cubierta del libro, veréis cada uno de los detalles de la historia. Y una cosa más, adoro que cada capítulo sea una parada del tren.


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Comentarios

  1. Leer cualquier libro de Mónica es asegurarse un buen rato de lectura. Y este libro no es menos. Tiene una manera de escribir tan dulce y especial...
    ¡Me ha encantado!
    Gracias por la reseña

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  2. Uy, te leo de refilón porque es una de mis lecturas del mes de julio. Me gusta mucho la narrativa de Mónica, porque es de las autoras que nos hace olvidar durante un rato los problemas que nos rodean, y en estos tiempos difíciles que corren se agradecen mucho más novelas como Próxima estación.

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  3. Muchas gracias por tus amables palabras, Carmen, te he leído con una sonrisa en los labios. Me encanta que destaques a los secundarios, en los que he puesto tanto cariño, y en el tren. Son buenos tiempos para leer feelgood, ¿verdad? Un beso enorme y mil gracias de todo corazón.

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  4. tiene muy buena pinta, aunque la portada no me atrae mucho, muy buen post guapa

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  5. Aún no he leído nada de la autora pero la pintas genial. Una novela bonita, sencilla, maravillosa y con personajes buenos ¿Qué más se le puede pedir?
    B7s

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  6. Mónica escribe bonito, bonito! Este libro ya lo tenía entre mis pendientes y con cada reseña que leo más ganas le tengo.
    Besotes!!!

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  7. Hola
    Voy a ser breve lo necesito, amo como escribe esta mujer
    Un bes💕

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  8. Que maravilla de portada y que ganas de leer el libro. Voy a buscarlo que tiene pintaza.

    Saludos

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  9. Aún no he leído ningún libro de Mónica. Quería empezar por "La librería del señor Livingstone, pero viendo este más reciente y con esas referencias al Orient Express, creo que me decidiré por él.
    Las citas que destacas son muy buenas. me ha encantado la del personaje secundario.
    Un beso.

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  10. Hola, Carmen. Yo he leído 2 libros de esta escritora y me han gustado muchísimo. Me encantaría leer este libro.

    Besos y buen fin de semana.

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