Sueños olvidados y otros relatos, de Stefan Zweig
Colección: Clásicos Minus
Número colección: 21
Traducción: Genoveva Dieterich
Encuadernación: Rústica
ISBN: 97884-84286431
Páginas: 328
Los relatos que conforman esta antología son una muestra de las mejores cualidades narrativas de Stefan Zweig. La pretensión de Zweig, producto emblemático de la cultura de Viena de principios de siglo y muy influido por las teorías psicoanalíticas, es iluminar «los sótanos, las cavidades de las raíces y las cloacas del corazón» donde «pululan brillando fosforescentes las verdaderas y peligrosas fieras de la pasión». El erotismo juvenil, las relaciones de pareja, el nuevo papel emergente de la mujer son algunos de los ejes de estos relatos. En consonancia con sus palabras de que «ningún sufrimiento es tan sagrado como el que no se expresa por pudor», Stefan Zweig da en Confusión de los sentimientos un tratamiento realmente avanzado a un tema maldito como el de la homosexualidad; no sólo expone con notable sinceridad y humanidad la relación homoerótica entre un profesor y su alumno, sino que también esboza en el personaje de la mujer de este profesor un retrato moderno de mujer independiente e inteligente.
Este volumen recoge también otra vertiente de Zweig, la que se deriva de la Primera Guerra Mundial y sus consecuencias, que marcaron profundamente al autor e hicieron que se abriera a nuevos temas y nuevos personajes; gentes sencillas y vapuleadas por la guerra y la inflación de los años veinte, como el entrañable personaje central de Mendel, el de los libros, o el no menos amable coleccionista imaginario y quijotesco de La colección invisible.
Es curioso todo lo que había leído sobre este autor sin haber leído nada de él. Los protagonistas de algunas novelas lo nombran como uno de sus escritores favoritos por su manera de expresar y de describir los sentimientos; y es que, sin duda, he descubierto, a través de estos relatos, que Zweig es puro sentimiento. Me ha parecido magistral su manera de expresar la naturaleza humana con todos su matices.
Por si no lo conocíais, Stefan Zweig fue un escritor judío, de nacionalidad austrohúngara, biógrafo y activista, que vivió durante la primera mitad del siglo XX. Tras leer sus relatos es fácil comprender por qué destacan de sus textos, con esa gran belleza narrativa que poseen sus descripciones, además del íntimo e interesante trabajo psicológico alrededor de sus personajes. Además, sorprende lo fácil que se leen, sobre todo teniendo en cuenta su riqueza de vocabulario.
Aprovechando el Unlimited, y que necesitaba un libro de relatos o de cuentos para la segunda fase del Reto Netherfield, he elegido Sueños olvidados y otros relatos. Aquí está el índice con el nombre de cada relato y el año en el que se escribió:
- Sueños olvidados (1900)
- La estrella del bosque (1904)
- Historia en la penumbra (1911)
- Angustia (1920)
- La colección invisible. Un episodio de la inflación alemana (1925)
- Confusión de los sentimientos (1927)
- Mendel, el de los libros (1929)
Cada uno es distinto. Los hay cortos, los hay largos, los hay dolorosos, los hay intensos; en definitiva, son distintos unos de otros, pero siempre con esa maravillosa manera de acercar al personaje, a sus sueños, o miedos, o anhelos, o errores, o arrepentimientos. Os aseguro que unos os gustarán más que otros, eso depende de cada lector, pero es muy difícil no apreciar la capacidad de este autor para construir personajes y para acercarnos a ellos.
¿Para qué vivimos si el viento que sigue a nuestro zapato ya borra nuestra última huella?
Comienza muy arriba con la elección del relato que le da nombre al título: Sueños olvidados. Es el más corto de toda la selección, y con él se descubre esa capacidad de descripción de la escena y de los personajes, hasta acercarte a ellos y su interior, llevándote de lo más genérico al detalle. Juega con las palabras y con la estructura de las mismas para forzar al lector a opinar y juzgar, con cierta perspectiva, y todo a través de pocas palabras. Con un diálogo muy corto y sin tener antecedentes, nos permite imaginarnos todo, o casi todo, lo que ocurrió entre los dos personajes que forman parte de este relato.
...sólo se escriben libros para, más allá del propio aliento, comunicarse con otros seres humanos, y así defenderse de la otra cara implacable de la vida: la fugacidad y el olvido.
Habla de melancolía, de motivaciones que nos llevan a tomar un camino u otro, implicando una realidad social, una manera de entender la vida y de aceptar las decepciones. Creo que es un texto bastante definitorio y, además, definitivo, porque cierra algo entre los personajes.
El segundo de los relatos tiene un carácter casi onírico, consiguiendo transmitir belleza hasta en la crudeza. La estrella del bosque es aquello que anhelas y veneras hasta el final. Es casi una vida en sí, muy completa, muy real y, en parte, dolorosa. Me recuerda al deseo de una vida, al silencio de la soledad dentro de un alma que, sufriendo, ha construido una ilusión en un segundo, lo que cambia toda su realidad; es decir, cómo algo ajeno a nosotros puede hacer que veamos la vida de una manera maravillosa o, por el contrario, muy negativa. La forma que tiene el autor de ir describiendo el ambiente que rodea al personaje es increíble; te lleva del júbilo a la angustia. La metáfora de ese bosque con ese cielo abierto lleno de estrellas y el silencio, roto por el tren, es magnífica.
Pero hay una placidez de la atmósfera que provoca la sensualidad tanto como el bochorno o la tormenta, una templanza de la felicidad que es más excitante que la desgracia y para muchas mujeres, precisamente por su ausencia de deseo, tan perniciosa como la insatisfacción permanente debida a la falta de esperanza.
Historia en la penumbra es algo distinto. El narrador nos habla de cómo llegan a él las historias, en qué momento las comparte, cómo crecen en su cabeza, y de esta manera nos presenta el escenario perfecto para luego deleitarnos con esta especie de cuento que parte de un personaje de quince años de edad, que se encuentra en ese límite entre la adolescencia y la vida adulta, y que descubre la atracción de lo desconocido, y como vemos lo que queremos ver. Es un texto muy inspirativo, misterioso, además de sensual, vital y algo triste.
Angustia me sorprendió porque no me esperaba tanto; no esperaba que en este relato, uno de los más extensos, tuviéramos una novela en sí. Creo que ese viaje que nos acerca a la realidad de Irene, una joven esposa adinerada, acomodada y conformista, que sufre esa angustia frente a algo que no puede controlar y que rompe su fijada realidad, no solo nos demuestra, una vez más, la capacidad de Zweig de construir un personaje por dentro y por fuera, sino que nos lleva al porqué de muchas cosas que se daban por supuestas, además de hacer una crítica a esa sociedad a la que él mismo pertenecía, al papel de la mujer y a su obligada realidad. ¿Cómo consigue Zweig llegar tan dentro de un personaje y hacerlo de forma tan certera? Este relato exprime a la protagonista hasta llevarla al límite.
El miedo es peor que el castigo, porque éste es algo concreto y ya sea mayor o menor, siempre será mejor que la horrible incertidumbre, lo espantoso de la angustia infinita. En cuanto conoció su castigo se sintió aligerada. El llanto no debe confundirte: aunque sale ahora a la superficie ya estaba antes acumulado en el interior.
La colección invisible es el siguiente de los relatos y no es muy largo. Nos muestra la añoranza vivida por ese marchante de arte que siente que su trabajo se ha vuelto muy comercial y, frente a ese sueño que es real del coleccionista en decadencia, recupera tristemente la ilusión. Muchas cosas se pueden sacar en claro, como, por ejemplo, y de manera transversal, la situación en la que se encuentra Alemania tras la I Guerra Mundial con una alta inflación, o el sueño de un trabajador que ha ido coleccionando toda su vida grabados, algunos más valiosos que otros. Es un texto que rezuma intencionalidad además de engaño, piedad y decepción.
...desesperación. Cómo sufrí con este hombre tormentoso y extremista, tan pronto ardiente, tan pronto frío, que inconscientemente me emocionaba, para, a renglón seguido, sumergirme en hielo, que con su apasionamiento aguijoneaba el mío, para inmediatamente blandir el látigo de un comentario irónico; sí, yo tenía la cruel sensación de que cuanto más intentaba acercarme a él, con mayor dureza, incluso con mayor angustia me rechazaba. Nadie debía acercarse a él, a su secreto.
Confieso que La confusión de los sentimientos me tenía algo descolocada. En este caso, el autor nos pone frente a un narrador que se confiesa, ante un libro que contiene sus méritos académicos después de tantos años, y nos lleva a esa confusión. Ha sido tan real, tan intenso y tan gris, que he sentido esa vergüenza frente al olvido intencionado que desemboca en arrepentimiento que esconce el narrador. ¡Qué difícil fue la vida para algunos en otras épocas! ¡Y qué difícil sigue siendo ahora también! Es compleja la realidad de cada uno y es muy fácil juzgarla pero las cosas son lo que son. En algunos momentos pensaba que el protagonista era demasiado severo consigo mismo, en otros creía que exageraba y en otro, todo lo contrario, yo misma le hubiese sancionado por su manera de pensar o de actuar. No deja de ser magnífico este análisis de la relación, y dependencia, entre un pupilo y su maestro, así como ese límite borroso entre la admiración, el amor, la atracción y la búsqueda.
Ahora, con más años, comprendía cuánto desaparece con cada persona de este calibre, por un lado porque todo lo original es cada día más valioso en este mundo nuestro irremediablemente más uniforme.
El último de los relatos me ha resultado muy triste. Intuyo que hay mucha realidad en lo que cuenta, además de aportar esa ternura que puede llegar a transmitir un ser cuyo único objetivos son los libros, su contenido y su continente. Para mí, Mendel son cientos de miles de personas; son cientos de miles de historias, además de ser «el de los libros». Es un homenaje a la literatura y a esas personas especiales que adoran los libros y viven para ellos, sobre todo al librero viejo, además de darle vida a miles de invisibles.
En Jakob Mendel, ese pequeño librero de viejo de Galitzia, vi por primera vez en mi juventud el gran misterio de la concentración absoluta, que hace al artista y al erudito, al verdadero sabio y al loco rematado, esas dicha y desdicha trágicas de la obsesión absoluta.
Porque así como un niño se duerme y olvida el mundo gracias a ese balanceo hipnótico, así, según la opinión de aquellos creyentes, el espíritu entra con más facilidad en la gracia del ensimismamiento con este vaivén y este mecerse del cuerpo ocioso.
Un descubrimiento increíble ha sido esta autor. Pienso en él y me vienen términos como maestría, sentimientos, personajes, palabras, increíble, imprescindible, Alemania, Austria, amor, miedo, sueños, dolor, consecuencias, matrimonio, pasado, engaño, literatura... Una vez que he leído los relatos de Stefan Zweig, no puedo decir que no soy lectora de relatos; al contrario, me encantan los relatos, disfruto muchísimo con ellos. Soy lectora de los RELATOS DE STEFAN ZWEIG.
- Sueños olvidados (1900)
- La estrella del bosque (1904)
- Historia en la penumbra (1911)
- Angustia (1920)
- La colección invisible. Un episodio de la inflación alemana (1925)
- Confusión de los sentimientos (1927)
- Mendel, el de los libros (1929)
Cada uno es distinto. Los hay cortos, los hay largos, los hay dolorosos, los hay intensos; en definitiva, son distintos unos de otros, pero siempre con esa maravillosa manera de acercar al personaje, a sus sueños, o miedos, o anhelos, o errores, o arrepentimientos. Os aseguro que unos os gustarán más que otros, eso depende de cada lector, pero es muy difícil no apreciar la capacidad de este autor para construir personajes y para acercarnos a ellos.
¿Para qué vivimos si el viento que sigue a nuestro zapato ya borra nuestra última huella?
Comienza muy arriba con la elección del relato que le da nombre al título: Sueños olvidados. Es el más corto de toda la selección, y con él se descubre esa capacidad de descripción de la escena y de los personajes, hasta acercarte a ellos y su interior, llevándote de lo más genérico al detalle. Juega con las palabras y con la estructura de las mismas para forzar al lector a opinar y juzgar, con cierta perspectiva, y todo a través de pocas palabras. Con un diálogo muy corto y sin tener antecedentes, nos permite imaginarnos todo, o casi todo, lo que ocurrió entre los dos personajes que forman parte de este relato.
...sólo se escriben libros para, más allá del propio aliento, comunicarse con otros seres humanos, y así defenderse de la otra cara implacable de la vida: la fugacidad y el olvido.
Habla de melancolía, de motivaciones que nos llevan a tomar un camino u otro, implicando una realidad social, una manera de entender la vida y de aceptar las decepciones. Creo que es un texto bastante definitorio y, además, definitivo, porque cierra algo entre los personajes.
El segundo de los relatos tiene un carácter casi onírico, consiguiendo transmitir belleza hasta en la crudeza. La estrella del bosque es aquello que anhelas y veneras hasta el final. Es casi una vida en sí, muy completa, muy real y, en parte, dolorosa. Me recuerda al deseo de una vida, al silencio de la soledad dentro de un alma que, sufriendo, ha construido una ilusión en un segundo, lo que cambia toda su realidad; es decir, cómo algo ajeno a nosotros puede hacer que veamos la vida de una manera maravillosa o, por el contrario, muy negativa. La forma que tiene el autor de ir describiendo el ambiente que rodea al personaje es increíble; te lleva del júbilo a la angustia. La metáfora de ese bosque con ese cielo abierto lleno de estrellas y el silencio, roto por el tren, es magnífica.
Pero hay una placidez de la atmósfera que provoca la sensualidad tanto como el bochorno o la tormenta, una templanza de la felicidad que es más excitante que la desgracia y para muchas mujeres, precisamente por su ausencia de deseo, tan perniciosa como la insatisfacción permanente debida a la falta de esperanza.
Historia en la penumbra es algo distinto. El narrador nos habla de cómo llegan a él las historias, en qué momento las comparte, cómo crecen en su cabeza, y de esta manera nos presenta el escenario perfecto para luego deleitarnos con esta especie de cuento que parte de un personaje de quince años de edad, que se encuentra en ese límite entre la adolescencia y la vida adulta, y que descubre la atracción de lo desconocido, y como vemos lo que queremos ver. Es un texto muy inspirativo, misterioso, además de sensual, vital y algo triste.
Angustia me sorprendió porque no me esperaba tanto; no esperaba que en este relato, uno de los más extensos, tuviéramos una novela en sí. Creo que ese viaje que nos acerca a la realidad de Irene, una joven esposa adinerada, acomodada y conformista, que sufre esa angustia frente a algo que no puede controlar y que rompe su fijada realidad, no solo nos demuestra, una vez más, la capacidad de Zweig de construir un personaje por dentro y por fuera, sino que nos lleva al porqué de muchas cosas que se daban por supuestas, además de hacer una crítica a esa sociedad a la que él mismo pertenecía, al papel de la mujer y a su obligada realidad. ¿Cómo consigue Zweig llegar tan dentro de un personaje y hacerlo de forma tan certera? Este relato exprime a la protagonista hasta llevarla al límite.
El miedo es peor que el castigo, porque éste es algo concreto y ya sea mayor o menor, siempre será mejor que la horrible incertidumbre, lo espantoso de la angustia infinita. En cuanto conoció su castigo se sintió aligerada. El llanto no debe confundirte: aunque sale ahora a la superficie ya estaba antes acumulado en el interior.
La colección invisible es el siguiente de los relatos y no es muy largo. Nos muestra la añoranza vivida por ese marchante de arte que siente que su trabajo se ha vuelto muy comercial y, frente a ese sueño que es real del coleccionista en decadencia, recupera tristemente la ilusión. Muchas cosas se pueden sacar en claro, como, por ejemplo, y de manera transversal, la situación en la que se encuentra Alemania tras la I Guerra Mundial con una alta inflación, o el sueño de un trabajador que ha ido coleccionando toda su vida grabados, algunos más valiosos que otros. Es un texto que rezuma intencionalidad además de engaño, piedad y decepción.
...desesperación. Cómo sufrí con este hombre tormentoso y extremista, tan pronto ardiente, tan pronto frío, que inconscientemente me emocionaba, para, a renglón seguido, sumergirme en hielo, que con su apasionamiento aguijoneaba el mío, para inmediatamente blandir el látigo de un comentario irónico; sí, yo tenía la cruel sensación de que cuanto más intentaba acercarme a él, con mayor dureza, incluso con mayor angustia me rechazaba. Nadie debía acercarse a él, a su secreto.
Confieso que La confusión de los sentimientos me tenía algo descolocada. En este caso, el autor nos pone frente a un narrador que se confiesa, ante un libro que contiene sus méritos académicos después de tantos años, y nos lleva a esa confusión. Ha sido tan real, tan intenso y tan gris, que he sentido esa vergüenza frente al olvido intencionado que desemboca en arrepentimiento que esconce el narrador. ¡Qué difícil fue la vida para algunos en otras épocas! ¡Y qué difícil sigue siendo ahora también! Es compleja la realidad de cada uno y es muy fácil juzgarla pero las cosas son lo que son. En algunos momentos pensaba que el protagonista era demasiado severo consigo mismo, en otros creía que exageraba y en otro, todo lo contrario, yo misma le hubiese sancionado por su manera de pensar o de actuar. No deja de ser magnífico este análisis de la relación, y dependencia, entre un pupilo y su maestro, así como ese límite borroso entre la admiración, el amor, la atracción y la búsqueda.
Ahora, con más años, comprendía cuánto desaparece con cada persona de este calibre, por un lado porque todo lo original es cada día más valioso en este mundo nuestro irremediablemente más uniforme.
El último de los relatos me ha resultado muy triste. Intuyo que hay mucha realidad en lo que cuenta, además de aportar esa ternura que puede llegar a transmitir un ser cuyo único objetivos son los libros, su contenido y su continente. Para mí, Mendel son cientos de miles de personas; son cientos de miles de historias, además de ser «el de los libros». Es un homenaje a la literatura y a esas personas especiales que adoran los libros y viven para ellos, sobre todo al librero viejo, además de darle vida a miles de invisibles.
En Jakob Mendel, ese pequeño librero de viejo de Galitzia, vi por primera vez en mi juventud el gran misterio de la concentración absoluta, que hace al artista y al erudito, al verdadero sabio y al loco rematado, esas dicha y desdicha trágicas de la obsesión absoluta.
Porque así como un niño se duerme y olvida el mundo gracias a ese balanceo hipnótico, así, según la opinión de aquellos creyentes, el espíritu entra con más facilidad en la gracia del ensimismamiento con este vaivén y este mecerse del cuerpo ocioso.
Un descubrimiento increíble ha sido esta autor. Pienso en él y me vienen términos como maestría, sentimientos, personajes, palabras, increíble, imprescindible, Alemania, Austria, amor, miedo, sueños, dolor, consecuencias, matrimonio, pasado, engaño, literatura... Una vez que he leído los relatos de Stefan Zweig, no puedo decir que no soy lectora de relatos; al contrario, me encantan los relatos, disfruto muchísimo con ellos. Soy lectora de los RELATOS DE STEFAN ZWEIG.
Yo leí el año pasado también uno de relatos de este autor y me fascinó.
ResponderEliminarTomo nota de este libro porque este no lo tenía captado.
B7s
Sólo he leído Mendel el de los libros, una novela absolutamente maravillosa. Tomo buena nota de estos relatos.
ResponderEliminarBesotes!!!
De Zweig leí tres novelas cortas. Es un autor que describe con maestría todo lo relacionado con el ser humano. Me llevo apuntado este libro de relatos, sobre todo porque incluye Mendel, el de los libros. Besos.
ResponderEliminarDe este autor he leido algo pero en este momento no entra en mis planes de lectura algo mas de el.
ResponderEliminarSaludos
hola Carmen! he leido todo lo que he podido de esta autor que al descubrirlo me encanto, ahora iré por los relatos. Que bueno me da alegría encontrar mas lecturas.
ResponderEliminarTe ha pasado como a mí . Tras oír hablar tanto de él en "Último tren a la libertad" fui corriendo a leer algo suyo ("Las hermanas"). De los que componen tu antología sé que tengo Mendel el d elos libros (tengo una antología de novelas suyas)
ResponderEliminarA mi también me fascinó esa manera tan pulcra de decir las cosas y, sin embargo, tan fácil de leer
Besos
Hace poco que he descubierto a este autor y me encanta todo lo que escribe, ¡Que bien que todavía me queden muchos de sus libros por descubrir!
ResponderEliminarSaludos!