Rojo, blanco y sangre azul, de Casey McQuiston

Traductor/a: María Cristina Martín Sanz
Nº de páginas: 496
Formato: Rústica
ISBN: 9788427218697
Colección: Ficción YA
Fecha de publicación: 17/10/2019
EL VERDADERO AMOR NO SIEMPRE ES DIPLOMÁTICO

Alex Clarademont-Díaz, el hijo milenial de la presidenta de los Estados Unidos, es un tesoro para el marketing de la Casa Blanca: atractivo, carismático e inteligente. Lo que nadie sabe es que no soporta al príncipe Henry, el hijo de la reina de Inglaterra. Así que, cuando la prensa sensacionalista se hace con una fotografía que refleja un altercado entre Alex y Henry, las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido se enfrían. Ambos países trazan un plan para paliar los daños. lo que empieza como una falsa amistad, publicada en Instagram, se va transformando en algo más profundo de lo que Alex y Henry podrían haber imaginado.
¿PUEDE EL AMOR CAMBIAR EL MUNDO?

No me digáis que mezclar en la misma historia la Casa Blanca, la monarquía inglesa y las redes sociales, junto con actualidad, enemistad, prensa rosa, juventud, poder y amor, no parece sumamente divertido; eso sí, todo con un cariz desenfadado, aunque no cómico, rápido, pero no precipitado, y, por qué no, romántico. Eso es lo que atrae de esta novela, bien reflejado en su portada cubierta. Al final, la autora nos explica de dónde nace la idea de esta historia y por qué se animó a escribirla creando esa realidad posible pero no real, y transformándola con algo más de color, donde los personajes que gobiernan el mundo son, en parte, lo que no son los de ahora. Creo que me gusta la manera que tiene Casey McQuiston de ver cómo debería ser el mundo, en algunos aspectos.

Me ha parecido un texto divertido y ameno, en el que tenemos a los dos personajes principales rodeados de un gran equipo de secundarios. Una de las partes más interesantes es cómo te va mostrando poco a poco detalles de todos ellos, incluso físicos, dejándolos caer de una manera natural, y tú te encuentras descubriendo algo nuevo del personaje que hasta entonces no te parecía relevante. Maravilloso por ser lo que son y lo mucho que representan, sin ser perfectos, lógicamente.
Es muy consciente de que la política implica mostrar amabilidad con personas a las que uno aborrece, pero desearía que, por una vez, solo una vez, Henry se comportarse como un ser humano y no como un lindo muñeco de cuerda que se vende en la tienda de regalos de un palacio.
El eje central de la historia son esos dos protagonistas y su relación: Henry y Alex, Alex y Henry, y todo lo que representan. Yo la calificaría como una historia de amor en la que los dos son jóvenes y muy diferentes. Creo que la parte que nos traslada a ellos, a cómo son, cómo se sienten y se relacionan, y la imagen que transmiten, es la que, como lectora de romántica, me gusta más, aparte de esa manera que tienen de estar juntos, de descubrirse y de empezar a quererse.

A pesar de que los protagonistas son ellos dos, para mí Alex, el hijo de la presidenta de Estados Unidos, es al que vamos a ver crecer y en el que se centrará la trama paralela a esa relación entre ellos. Él es quien busca algo, su sitio en la vida; quien busca dejar huella, como dice en algún momento; él es que se mostrará más.
Yo quería creer en que algunas personas son buenas y se dedican a este trabajo porque quieren hacer el bien, que haces lo correcto durante la mayor parte del tiempo, y la mayoría de las cosas las hacen por las razones correctas. Yo quería ser la clase de persona que cree en eso.
Se parece mucho a la idea pura de las personas del Sur que Álex conserva en su memoria: siempre generosas, sinceras y cálidas, trabajadoras y dignas de confianza. Su hermana quiere lo mejor para él, lisa y llanamente, sin egoísmos y sin maquinaciones

Creo que, siendo una comedia, sorprende el giro político que lleva en algunos momentos, lo que le añade solidez, madurez e interés a la lectura, pero sin perder el color de la historia. Es posible que, influida por el color de la portada, haya visto todo de rosa, con la alegría, normalidad y romance que le aporta, sin olvidarme del blanco, que asociamos con limpieza, pureza o bondad, y la misma Casa Blanca, y el azul, no tanto por la «sangre» de Henry, sino más por ese significado que se suele asociar con él: es el color de la confianza y la simpatía. 

Aunque es algo circunstancial, es verdad que parte de la novela ocurre en el futuro, pero en un futuro inmediato; eso llama mucho la atención. No podemos determinar esta novela como futurista porque no es un futuro incierto, donde la realidad cambie, pero sí estamos hablando de agosto de 2020, más o menos, un mes en el que todavía no estamos. Esto le aporta cierta esperanza, a la vez que nos distancia de los hechos, perspectiva que probablemente buscase la autora para crear ese mundo, con Alex y Henry, y los demás.
Henry baja la cabeza para besar la boca de Álex, y Álex... Bueno, Alex está tan enamorado que se siente morir.
Entre las razones por las que te quiero, la primera es tu cerebro, la segunda es tu polla y la tercera es tu inminente categoría de icono gay revolucionario.
Realmente, ha sido muy bonito ver cómo se enamoran, cómo crecen y cómo confluyen. Y, poco a poco, el libro se convierte en puro sentimiento. Se lee todo un poco con el miedo de dos personas que están condenadas a no estar juntas y con el dolor o la incertidumbre que guardan, pero con la esperanza que a la vez tienenEn parte es como un cuento con ese aura de felicidad imposible, con dos personajes que van creciendo a medida que avanza la historia y con la angustia que vives junto a ellos. Es una gran lectura, simpática, romántica y, para mí, esperanzadora.
Imagínate qué pasaría si una persona que afirma tomarse en serio las cosas que te importan a ti no fuera nunca a tu estado ni intentara hablar contigo. O si tú fueras un delincuente, o un puto votante al que le exigen identificación, gente que no tiene acceso a las urnas, que no puede dejar el trabajo para ir a votar...
Yo he leído el libro como con dos partes diferenciadas, más por el contenido que por la estructura. La primera contempla cómo se fragua esa relación entre ellos, siendo la parte más simpática, en la que sonreiremos mientras nos acercamos a su relación y aprendemos a vivir en sus propias realidades; la segunda es donde desembocan ellos ante algo que cambia un poco el rumbo. Si en la primera hay mucho sentimiento y muchas palabras compartidas (se habla mucho de literatura), en la segunda, la que reconozco que me ha costado un poco más porque yo ya había disfrutado bastante con ese amor de ellos y cómo llegan a confluir en un mismo punto, tengo la impresión de que la autora se implica más a nivel personal
Sí, pedazo de engreído, llevo tanto tiempo deseándote que no pienso permitir que juegues conmigo ni un puto segundo más.
Yo quería creer en que algunas personas son buenas y se dedican a este trabajo porque quieren hacer el bien, que haces lo correcto durante la mayor parte del tiempo, y la mayoría de las cosas las hacen por las razones correctas. Yo quería ser la clase de persona que cree en eso.
En resumen, una maravillosa historia de amor entre dos chicos que primero se odian para, mientras se hacen amigos, enamorarse, y cómo el mundo parece que les acorrala, marcando su camino. Este libro puede que tenga diferentes lecturas, y eso no es muy habitual en este género. Yo me quedo con ellos y con los demás, me quedo con ese año 2020 y esa Casa Blanca, con la defensa de una madre por sus hijos, con la vida en familia, con las palabras compartidas y con la gente que realmente te comprende, y me quedo con los amigos incondicionales

Por cierto, aprovechad que está en Kindle Unlimited.




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Comentarios

  1. Tiene muy buena pinta Carmen, me parece también muy original. me lo anoto, muy buen post

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  2. Hola Carmen!
    Me encantó este libro. Cuando empezó en confinamiento tuve un bloqueo lector por la situación y este libro me ayudó a salir de ella. Me pareció divertidísimo!
    Gracias por la reseña.

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  3. Hola, Carmen. He leído tu reseña y me han dado tantas ganas de leerlo que yo lo he comprado y lo tengo en mi lector. Mil graccias.

    Besos.

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