Mujeres que caminan sobre fuego, de Pilar Rodríguez-Castillos

Pilar Rodríguez-Castillos
EDITORIAL: Mil Amores
Nº PÁGINAS: 318
FECHA PUBLICACIÓN: 20 de noviembre de 2020

La novela narra los procesos internos en la vida de una mujer que tras un dramático suceso familiar intenta avanzar por su vida sin el apoyo de afectos, sin referencias, sin protección y sin sentimiento de pertenencia.

Apenas el amparo de una vieja criada echará alguna luz sobre los secretos de su destino incierto.

Paso a paso y con la ayuda de otras mujeres, que no siempre tienen la vocación de apoyarla, procurará encontrar sentido a sus principales deseos, afrontar sus miedos y dar sentido a sus preguntas sobre el significado último de la vida.


Llevo un rato largo intentando ver cómo enfocar esta lectura de cara al blog y no consigo centrarme. No es por la historia en sí, que es fácil de concebir y digerir, sino porque no sé si comenzar por el tema central del empoderamiento de la mujer, cuya fuerza le sale de su propia convicción, proceso que no es innato sino adquirido, o por el hecho de que siendo una novela con una cubierta tan luminosa, el texto nos lleva por momentos de oscuridad, relacionados con la indefensión de una niña, víctima de los adultos que la rodean. 

La protagonista de esta historia se ve arrastrada a vivir casi escondida dentro de sí misma y dentro de una casa, que siendo enorme, le proporciona un entorno muy pequeño de seguridad. Crece y se convierte en una mujer que debe enfrentarse a todos, incluido su pasado, para poder avanzar. Nada más voy a contaros sobre su argumento ya que la propia autora, o la editorial, así lo han decidido al escribir la sinopsis, y creo que es un acierto. Mejor ir a ciegas. Mejor conocer según el ritmo que nos marca el propio texto.

Ese día conoció la incertidumbre, la falta de pertenencia y la soledad. Aunque no habría sabido nombrar a ninguna. Todavía era demasiado joven para saber que tardaría casi toda una vida en comprender algo de lo que estaba sucediendo, aunque fuera apenas solo un poco.

En sí es un viaje. Una novela de formación que trae historias tristes detrás, porque la vida es triste, pero que también trae algo de luz, porque la vida ilumina. Creo que la autora ha querido contar una historia de dolor sin ahondar mucho en esa pena, aunque yo la veía caminar siempre como en un estado de tristeza absoluto, aunque el texto no lo dijese de esa manera. Lo interesante es ver cómo crece y cómo afecta su relación con las mujeres que le rodean para seguir adelante, además de aprender con ella a salir de su cárcel impuesta. 

—La conclusión importante, en definitiva, mujeres, es que ni el pasado, ni las creencias, ni nuestros orígenes, y nuestra propia sensibilidad deberían poder condicionar nuestros actos del presente. Inevitablemente, todas tenemos factores condicionantes, que pueden marcarnos. O no. En el fondo, esa es una decisión personal. ¡Es crucial que os deis cuenta de esta parte!

Sobre el texto, me ha resultado fácil de leer, con momentos en los que la narración se centraba en la profundidad de los sentimientos de los personajes y otros momentos donde somos meros acompañantes. Descubrir con ella, o sin ella, porque nosotros, los lectores, sabemos más que la protagonista, la historia que hay detrás de Sofía, de Arcaica o de Primo, ha sido la parte más enriquecedora.

—Las palabras tienen alma, Sofía. Y te abren las puertas a mundos que ni imaginarías visitar.

Mi lectura ha estado impregnada de cierta tristeza, ya que desde el principio he querido arropar a esta niña-mujer; no obstante, esa tristeza se acaba transformando en aprendizaje y en crecimiento.

Me han llamado la atención los nombres que utiliza para los personajes ya que no son comunes, supongo que destacándolos así, en cierta manera. Los hace más importantes; les da prestancia, un espacio propio. También me ha llamado la atención lo apartado de sus vidas, ya que los aísla, colocándolos prácticamente en un universo individual. No establece muchas relaciones con el entorno, y las que se establecen no se cuentan, lo que hace que se creen esos microespacios donde cada una de las mujeres, y de los pocos hombres que aparecen, son esenciales para entender el camino que recorre Nova en esta novela.

(...) ya no quería perdonarle nada porque había llegado a ese punto en que algunas mujeres no tienen espacio para el perdón ni para la compasión.

Intuyo que es una novela con la que la autora quiere compartir la fuerza interior que tenemos cada uno; ese empoderamiento que debemos encontrar para hacer frente a las situaciones que se nos presentes; y todo dejando a cada uno el poder de reconocerlo.

Una novela bonita y triste, que no te deja mal sabor; y una muy interesante primera novela, por la solidez de la narración y por el camino marcado.

Si te ha gustado, sigue mi blog 




Comentarios

  1. No pinta mal pero no tengo muy claro que este libro sea para mi.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Pues tomo nota. Parece una historia de dolor y de cómo ese dolor construye una persona que tal vez en otras circunstancias sería muy distinta. También quiero saber la historia que hay detrás de esos otros personajes.
    No tenía ni idea de autora y obra. Será interesante descubrir esta opera prima.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Una historia interesante Carmen, Muy buen post guapetona!!!

    ResponderEliminar
  4. Ays, creo que sufriría mucho con Nova y que terminará también queriendo arroparla. Me la apunto, que no la conocía.
    Besotes!!

    ResponderEliminar
  5. Parece una historia muy profunda y eso me gusta aunque me da un poco de miedo pasarla más por lo general compensa con este tipo de tramas

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Unlimited

Entradas populares de este blog

Me olvidé de mí

Piso para dos, de Beth O'Leary

¿A quién teme el diablo?, de Pablo Palazuelo

La solterona, de Jana Westwood #PremioLiterario2018

Sólo mía, de Elizabeth Lowell (Only #2)

El diablo también se enamora, de Eleanor Rigby

Tan cerca del horizonte, de Jessica Koch

El último día de mi vida, de David Orange #PremioLiterario2018

El hombre fetichista, de Mimmi Kass #retoíntimo

El señor de la guerra, de Elizabeth Elliott