El último oso, de Hannah Gold (ilustrado)

Colección: Infantil - Juvenil
ISBN: 9 788418 538537
Formato: tapa dura, ilustraciones en blanco y negro
Páginas: 320
PVP: 14.90 €

Ya no quedan osos polares en la Isla del Oso.

O, al menos, eso le dijo su padre el día que se trasladaban al Ártico, donde él iba a trabajar durante los siguientes seis meses. Pero un atardecer, a April le parece ver una enorme silueta en el horizonte.

Recortado contra el sol, algo se mueve. Sucede en un abrir y cerrar de ojos. Algo grande que avanza a grandes pasos y totalmente inesperado. April vuelve a parpadear. Sea lo que sea, ya no está.

Pero podría jurar que acaba de ver un oso polar.






¿Es que no lo ve?, no se trata de usted o de mí o de quién ha derretido los casquetes. Es cosa de todos nosotros. Y si no hacemos lo que podamos por ayudar, muy pronto no quedará ni un oso polar.

Siempre he pensado que la edad limita la lectura en el sentido de que hay determinados textos que requieren de experiencia vital para poder llegar a ellos. Además, sabemos que, según tu edad, un libro puede significar unas cosas u otras. Los considerados libros infantiles o juveniles, cuyo lector objetivo es alguien más «inocente» y «simple», tienen la belleza de lo directo, claro y, en cierta manera, mágico; contienen ese poder especial de los relatos que enseñan y entretienen. Ahora, si tengo que pensar en si un lector entrado en años disfrutaría de un texto así, la respuesta es sencilla: yo creo que sí

EL ÚLTIMO OSO es un cuento que narra la aventura vivida por April al hacerse amiga de un gran oso polar y cómo sus decisiones cambian la realidad de ambosEsta pequeña aventura nos acerca a esta niña de once años y a este oso, y a su encuentro, a su amistad y a su búsqueda. La historia se sitúa en una pequeña isla del Ártico Polar, que se llama La isla del oso, en la que ya no hay osos. Allí acaba April con su padre, durante seis meses, para llevar a cabo un estudio. A través de esta niña de once años, solitaria, independiente y decidida, amante de los animales y la naturaleza, se nos muestra de una forma bastante fácil de entender, muy directa y muy correcta, cómo la tenacidad y el amor al planeta puede llevarnos a hacer cosas impensables y a poner nuestro granito de arena para cuidar nuestro entorno.

Lógicamente, es una historia de ficción donde, como en un buen cuento, lo que ocurre no es real, pero está envuelto de un halo de ternura y amistad que lo hace creíble como lectura. Si intento ponerme en los ojos de un lector de diez, once o doce años, creo que la sencillez de la historia, que no se complica con giros extraños, además del mensaje que proporciona, junto con las explicaciones claras de problemas reales relacionados con el cambio climático, añaden atractivo al libro y le aportan mucha fuerza a lo que quiere transmitir, sin dejar de ser un buen libro para ellos.

Además, el interés que se despierta en el joven lector hacia lo que le ocurre a April y a Oso hace que las más de trescientas páginas se conviertan en una lectura bastante adictiva y nada pesada. Tiene pocos personajes, un mismo escenario, un camino para avanzar, un objetivo y un mensaje muy positivo.

Los animales son así de listos. No listos como para conseguir un título universitario, no probaría ni un examen; pero sí saben leer el mundo —y a la gente que vive en él— de forma diferente: lo leen con sus sentimientos.

Sencilla. Bonita. Simbólica. En parte, real, y, en parte, mágica. Se lee de un tirón (así la he leído yo) y, en ningún momento, el tono de aventura decae. Nos enseña la relación entre un padre y una hija, entre una niña y su soledad, y entre esa niña y el mundo que le rodea, o cómo lo percibe ella. Solo siendo como es, April consigue acercarse a Oso.

Para mí, el texto está lleno de amor: amor a uno mismo, amor filial, amor de amistad, amor a la naturaleza, amor al futuro y, en definitiva, amor a la vida; y, con su historia, este libro anima a ser activos en nuestra lucha para preservar la vida y nuestro entorno.

Yo intentaría que este libro lo leyeran niños en torno a los diez u once años. No tiene por qué gustarles mucho leer para disfrutarlo. Es una narración fluida, fácil y muy adecuada para esa edad. Las ilustraciones acompañan de tal manera que nos pintan lo que estamos leyendo. Son muy bonitas. 

—Los tiempo han cambiado —siguió el chico, ahora en tono más amable—. Quizá sea el momento de que nosotros cambiemos también.

Por otro lado, el adulto lo leerá con ojos experimentados y críticos, disfrutando de la sencillez de una lectura bastante limpia y, por qué no repetirme, tierna

Es un regalo muy bonito que atesoraré en mi biblioteca con la esperanza de que alguno de mis hijos se anime a leerlo. 

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Comentarios

  1. Una lectura que está despertando mi curiosidad en cada reseñar creo que lo disfrutaría y también me gustaría que mi peque algún día lo leyese =)

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  2. Una preciosidad de reseña. El libro se ve muy especial, muy bonito y con un gran mensaje. No me importaría leerlo.
    Besotes!!!

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  3. El libro es magnífico, además de ir acompañado de unas grandes ilustraciones.

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  4. No creo que me anime con este libro. No suelo leer literatura infantil y juvenil, pero, por lo que cuentas, creo que es una gran lectura para niños y jóvenes. Y las ilustraciones son muy bonitas, con ese blanco y negro como hecho a lápiz. Un buen regalo para un adolescente.
    Un beso.

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  5. Sin duda las ilustraciones son una pasada, es lo que más me ha gustado. Besos

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  6. Me alegra que te haya gustado- La verdad es que a todos nos han encandilado April y Oso y su historia tan tierna y emotiva
    Gracias por participar en la lectura conjunta
    Besos

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  7. No me termina de llamar, pero muy buen post,

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