Un trago antes de la guerra, de Dennis Lehane


Kenzie y Gennaro asumen una tarea en apariencia simple: descubrir el paradero de Jenna Angeline, una mujer de la limpieza negra que, según, ha sustraído documentos confidenciales. Pero la pareja se entera de que Jenna no posee documentos. Tiene un hijo y un esposo que lideran pandillas callejeras, una hermana enojada y una foto de un político con su esposo en una habitación de hotel. Mientras ayuda a Patrick, Jenna es abatida a tiros. La guerra de pandillas se declara de inmediato y los dos detectives planean vengar a los inocentes y castigar a los culpables.

Un trago antes de la guerra es un recorrido por una ciudad donde el fanatismo y la corrupción institucionalizada son a menudo la norma. Un vibrante thriller policíaco que es también un espejo de nuestro mundo.

Dennis Lehane es un escritor estadounidense, bastante prolífero, que ha tenido la suerte de ver cómo varias de sus novelas han sido llevadas al cine, con bastante acierto. Creo que todos hemos oído hablar de la película Mystic River, Gone baby gone o Vivir de noche, entre otras. Su primera novela, Un trago antes de la guerra, se publicó en 1994, y marca el inicio de una serie de novelas negras (seis) con los detectives Kenzie y Gennaro como protagonistas. Estas son las novelas, por si estáis interesados:

Un trago antes de la guerra (A Drink Before the War) (1994), RBA Serie Negra
Abrázame, oscuridad (Darkness, Take My Hand) (1996), RBA Serie Negra
Lo que es sagrado (Sacred) (1997), RBA Serie Negra
Desapareció una noche (Gone, Baby, Gone) (1998), RBA Serie Negra
Plegarias en la noche (Prayers for Rain) (1999), RBA Serie Negra
La última causa perdida (Moonlight Mile) (2010), RBA Serie Negra

Está claro que este escritor habrá ido puliendo su estilo narrativo y su forma de construir las historias, así que hay que enfrentarse a Un trago antes de la guerra como lo que es, su primera novela. También debemos recordar que fue escrita en 1994 así que toda la violencia que hay en ella, y hay mucha, os lo aseguro, gira en torno a lo habitual en los años noventa más negros y urbanos: racismo, crack, corrupción, degeneración, bandas, violencia, asesinatos... No es que ahora sea distinto, sino que el escenario es algo diferente.

Como buena novela negra de detectives, en esta historia tenemos al protagonista, un detective privado, atormentado y solitario, que utiliza la ironía y el sarcasmo para relacionarse con los demás, y que avanza por la vida con la sombra de su padre acechándole, el dolor de quien parece que no tiene expectativas y la negatividad del que no confía en nadie. Igualmente, cumple con el cliché de estos personajes: el típico antihéroe, el violento detective, egoísta, independiente y taciturno, que trabaja con su compañera, quien le conoce muy bien y en quien solo confía.

Con estas premisas, Un trago antes de la guerra me ha parecido exactamente lo que su título dice: el momento preliminar en el que los personajes se preparan antes del estallido de una guerra. La investigación en la que se involucran Kenzie y Gennaro les lleva a moverse en una sociedad decadente, violenta y oscura, llena de personajes infames cuyas motivaciones pintan de negro todavía más la historia. No se salva ni uno.

Además, el autor impregna la lectura de una velocidad, que va incrementándose a medida que avanzamos, y que acaba atrapándonos. Muerte, sangre, pasado, más muerte, más sangre. Todo se va estropeando y sin visos de mejorar; así es esta historia que sirve de introducción a dos personajes de los que el mismo autor tenía mucho que contar. Por ese motivo se entienden las cinco novelas posteriores. La pareja Kenzie (él) y Gennaro (ella) tiene todavía mucho que vivir tras esta novela.

Lo que más me ha sorprendido es la realidad social en la que sitúa a los personajes: ese Boston decrépito, con la eternas luchas raciales que, casi treinta años después todavía están presentes, y con el abuso de su clase política. Una parte importante de esta novela es es escenario que nos describe Dennis Lehane, casi a modo de denuncia social pero jugando con las motivaciones personales de cada uno. Como he dicho antes, no hay ningún personaje que se salva del juicio del lector.

No es una novela que tendré entre mis favoritas del género pero creo que es un buen punto de partida para construir un mundo y para que un escritor comience su andadura. Lo mejor: los personajes principales, tan decrépitos como los que se considerarían malos en la historia, y su relación personal con ellos mismos y entre ellos. Lo peor: demasiados momentos de acción y movimiento; no he conseguido interiorizarlos como lectora.


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Comentarios

  1. Por un lado me tientas, porque es un género que suelo disfrutar, pero veo que entusiasmar no te ha entusiasmado. Si se cruza, puede que caiga.
    Besotes!!!

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  2. Lehane es de esos autores de los que lo he leído todo y cada poco miro a ver si han sacado algo nuevo. Me enamoré de la película Mystic River y enseguida busqué la novela. después vinieron todas las demás. La serie de Kenzie y Gennaro me gustó desde el principio, pero sí es cierto que va ganando con las entregas posteriores.
    Un beso.

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